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El campo y la industria vuelven a la carga con sus reclamos

Hoy se largó el paro agropecuario, que se extenderá hasta el jueves. No tiene consecuencias económicas. Pero es un grito de guerra al gobierno. La UIA se reúne con Roque Fernández.

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t.gif (862 bytes)  Esta semana, los distintos sectores empresarios prometen jugar fuerte en sus reclamos al gobierno para que tome medidas que contrarresten la crisis productiva. A las 0 hora de hoy comenzó un paro de actividades convocado por las cuatro principales entidades agropecuarias, el cual se extenderá hasta el jueves inclusive. El paro en sí, no tendrá ninguna consecuencia económica de magnitud, pero es una declaración de guerra de los dirigentes agropecuarios al gobierno, tras rechazar las medidas que propuso Roque Fernández al sector. El ministro de Economía también deberá enfrentar hoy los reclamos de los empresarios nucleados en la Unión Industrial. Como descuenta que de la reunión que mantendrán en el Ministerio saldrán con las manos vacías, los industriales piensan llevar sus demandas al propio presidente Menem, y dar por concluidas las negociaciones con Fernández.

Por primera vez en años, las organizaciones del agro, la Sociedad Rural Argentina (SRA), las Confederaciones Rurales Agrarias, la Federación Agraria Argentina, y Coninagro, se plegarán conjuntamente a una medida de fuerza. El paro prevé el cese de la comercialización de todos los productos agro-ganaderos, incluyendo la suspensión de compras de insumos en todo el país. Sin embargo, no tendrá consecuencias económicas de relevancia ni en los precios, ni en el abastecimiento de los principales productos del sector.

Los motivos son varios. Primero, tranqueras adentro, ya se levantó casi por completo la cosecha gruesa. Segundo, si bien habrá una notoria merma en los envíos de hacienda a Liniers, debido a las expectativas generadas por el paro, los ganaderos incrementaron la semana pasada el envío de animales a ese mercado. Así que el excedente de ganado despachado en Liniers (un 65 por ciento más) en los últimos días compensará el faltante en los próximos. Tercero, del paro rural quedarán exceptuadas las producciones tamberas y las frutas y hortalizas, por la condición de perecederos de los productos de estos sectores y a causa de la imposibilidad de cesar en el ordeñe diario de los animales.

Así las cosas, la medida será antes que nada una señal política. "El paro será una demostración espectacular de la unidad del sector agropecuario", afirmó el titular de la Sociedad Rural Argentina, Enrique Crotto, abandonando el perfil conciliador y moderado que caracterizó a la SRA durante el gobierno de Menem. Para la Federación Agraria, "la protesta será un golpe de efecto y un entrenamiento para iniciar un programa de acción en reclamo no sólo de la falta de medidas de ayuda, sino también de una política agropecuaria general", sostuvo René Bonetto, titular de la entidad. "El problema central es la distorsión en la ecuación precios-costos, porque si se sigue trabajando a pérdida esto va a llevar a la desaparición del sector", agregó.

Las entidades agropecuarias, al igual que los dirigentes industriales, reclaman la eliminación de los impuestos a la renta presunta y a las intereses pagados por las empresas, aprobados recientemente en la última reforma tributaria. Además, piden una refinanciación de las deudas que afectan al sector, valuadas a fines del año pasado en 7 mil millones de dólares. El martes pasado, Roque había anunciado subsidios a las tasas de interés que paga el campo y prometió conversar una rebaja de las tarifas de peaje. Pero a los hombres del campo les pareció insuficiente.

 

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