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 Lejos de olvidar
su idea de instalar la pena de muerte en la Argentina, el precandidato presidencial por el
justicialismo, Eduardo Duhalde, la exhumó ayer al promover "un debate a fondo"
sobre el tema, como una respuesta más al tema de la inseguridad. No fue todo. En plena
campaña electoral, el gobernador bonaerense propuso la creación de "cuarenta nuevas
cárceles", cuya construcción debería ser financiada por "un préstamo
internacional". Duhalde coincidió al fin con el presidente Carlos Menem: se
manifestó "totalmente de acuerdo" con la idea de que la Gendarmería nacional
colabore con la Bonaerense en la prevención del delito en territorio provincial. Para Duhalde, la posibilidad de instaurar la pena de muerte "debe debatirse a fondo, para ver si puede plantearse para algún tipo de delitos". "Hay que saber lo que piensa la gente sobre el tema. El debate sobre la pena de muerte en los distintos países tiene que ver con etapas. Hubo estados norteamericanos que la derogaron y, luego, cuando recrudecieron la violencia y el miedo en la sociedad la volvieron a instalar", argumentó el gobernador, en declaraciones a Radio América. "No tengo una posición definitiva sobre el tema", aclaró Duhalde. Pero recordó que en un libro que publicó en 1985 propuso implantar que tres delitos merecen pagarse con la vida: "El secuestro de personas seguido de muerte, el homicidio cometido por una banda de narcotraficantes para instalarse o mantenerse en el país y la violación de menores seguida de muerte, siempre que hubiera confesión plena del homicida, para evitar el error judicial", recordó ayer. También aclaró que sigue manteniendo esa idea, aunque reconoció que un problema para instalar la pena capital son "los pactos internacionales que suscribió la Argentina". La idea de implantar la pena de muerte fue enarbolada en numerosas ocasiones por el presidente Carlos Menem cada vez que se produjo un crimen de gran repercusión pública. En cada ocasión, la propuesta fue rechazada de plano por los especialistas en Derecho Penal, quienes sostienen que la posibilidad de aplicar un castigo de este tipo no es capaz de disuadir a quien está por cometer un delito grave. Asimismo, se han puesto como ejemplo casos ocurridos en los Estados Unidos, en los que después de ejecutado el presunto culpable, se supo que en realidad era ajeno al hecho. El gobernador, además, propuso que para crear mejores condiciones de seguridad es necesario "construir cuarenta cárceles, todas de una sola vez". Precisó que cuando asumió su gestión había en la provincia veinte unidades penales y que "hace cuatro días hemos inaugurado la número 31". No obstante, aclaró que no es suficiente porque en la provincia, en materia carcelaria "hubo cuarenta años de desinversión". Según Duhalde, por la falta de lugar donde alojar a los detenidos "las leyes se han hecho más débiles". "Si los que cometen delitos están en la calle, va a seguir la inseguridad", vaticinó. No obstante, aclaró que también deben atacarse las "raíces socioculturales, socioeducativas y socioeconómicas" del delito. En cuanto a participación de la Gendarmería en el conurbano, Duhalde aclaró que "nos tenemos que poner de acuerdo" en el modo de instrumentar la participación de la fuerza, pero afirmó que desde ya "agradecemos la intención" del Gobierno nacional.
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