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Con la decisión política del ministro del Interior laborista británico, Jack Straw, el jueves pasado a favor de que se inicie en Gran Bretaña el proceso de extradición a Augusto Pinochet, el ex dictador chileno está más cerca que nunca de que el juez Baltasar Garzón lo juzgue en España por los delitos de genocidio, tortura y terrorismo de Estado.
La resolución de Straw no hace más que confirmar que la solución última de este caso ha estado siempre en manos del gobierno laborista inglés que, en un acto de enorme indiferencia política hacia los básicos principios jurídicos invocados por nuestra Cancillería, ha pretendido ignorar que Chile es un país soberano. La última palabra siempre la ha tenido y la tendrá el ministro del Interior británico quien, motivado por factores políticos, podrá en cualquier tiempo decretar el regreso del senador Pinochet, poniendo término a la más grave agresión que ha debido enfrentar la soberanía jurisdiccional de Chile en el presente siglo.(Editorial) La Tercera El fallo de Straw es un abierto mensaje que los delitos sobre violaciones a los derechos humanos pueden ser perseguidos por la comunidad internacional, y que ella está dispuesta, en determinados casos, a actuar. Desde otra perspectiva, se ha abierto la puerta a una compleja situación jurídica internacional, al sentarse el precedente que en determinadas ocasiones un estado puede interferir en los asuntos internos de otra nación si se violan los derechos humanos. Lo vivido tras la detención de Pinochet debe acelerar las conversaciones entre los actores políticos de Chile. Se hace inminente cerrar definitivamente las heridas del pasado.(Editorial) El País La decisión de Straw, basada en estrictos criterios legales, no deja de tener una clara y esperanzadora lectura política. Representa un esfuerzo de primer orden para el nacimiento de una jurisdicción universal efectiva para perseguir los crímenes contra la humanidad, al tiempo que es un aviso inequívoco de que el Reino Unido no será un refugio para dictadores manchados de sangre. El proceso será largo. Sea cual sea el desenlace, representa una conquista irreversible para los derechos humanos que uno de sus más refinados violadores sea sometido a un procedimiento de extradición, aunque sólo sea por algunos de sus crímenes.(Editorial)
Cuatro semanas de fracasos de la OTAN La semana pasada, dos errores de la OTAN se convirtieron en desastres humanitarios: el bombardeo de un puente con un tren civil de pasajeros encima, y el de un convoy de albaneses que huía de la provincia yugoslava de Kosovo. El comandante en jefe de la OTAN en Europa, Wesley Clark, pidió más aviones suplementarios. Y las tropas de tierra cada día están más cerca.
La OTAN subestimó las capacidades del adversario. No se trata sólo de la defensa antiaérea de Yugoslavia, más robusta y más resistente de lo previsto. Sino que no habían imaginado que Milosevic respondería a los bombardeos con una ola de "depuración étnica" de la amplitud que tuvo en las últimas semanas. Las dos hipótesis que pueden plantearse aquí son bien poco tranquilizadoras. O bien se subestimó la ausencia de escrúpulos de un régimen que tenía sin embargo un denso prontuario judicial en la cuestión de derechos humanos. O bien se sobreestimó la capacidad de disuasión de una campaña de bombardeos aéreos sobre hombres que, empuñando sus fusiles kalachnikov, llevan a cabo operaciones terroristas contra una población civil indefensa.(Alain Frachon) L'Osservatore Romano (Vaticano) La guerra en Yugoslavia amenaza la precaria situación económica y social de los países limítrofes. En pocas semanas se desencadenó una grave crisis económica y social en Macedonia, una de las repúblicas de la ex Yugoslavia. Es que con la guerra, los macedonios perdieron a su principal socio económico, que no era otro que el gobierno de Belgrado, con el que mantenía el 65 por ciento de su comercio. El presidente macedonio Kiro Gligorov tuvo que decir el jueves que Macedonia no está más en condiciones de recibir refugiados albano-kosovares, y volvió a pedir la ayuda de la comunidad internacional. A la crisis económica, Gligorov añadió el riesgo de explosiones sociales entre albaneses y serbios, las principales comunidades que viven en el país. Todos los delicados equilibrios étnicos de la región fueron conmovidos por la llegada de prófugos. Die Welt Para la OTAN urge el tiempo de la decisión. El inadvertido bombardeo de un convoy de refugiados albaneses puso a la Alianza en una difícil posición moral y roció con aceite el fuego de la propaganda serbia. La OTAN está forzada a decidirse. Y sólo puede buscar una salida yendo hacia delante. Interrumpir la guerra ahora no es posible sin poner en llamas a los enteros Balcanes: una visión que le corresponde a Occidente impedir. (Katja Ridderbusch)
Kosovo, la guerra ya sin diplomacia Después del fracaso de la reunión del martes en Oslo entre la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Igor Ivanov --mediador del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic--, las estrategias para la paz parecen haberse agotado. El eje Rusia-Serbia se endurece en contra de Occidente. LTO (Moscú) Hay que comprender que la OTAN siga bombardeando, pero esto es difícil desde un país (como Rusia) que tiene encima la herencia staliniana. No se piensa que Milosevic pueda querer destruir una parte de su pueblo. A veces, mi impresión es que nuestras discusiones en la cocina de la década del 70 se han convertido en un problema mundial. ¿Qué hacer con gente como Milosevic? Ahora comprendo por qué, al comienzo de la perestroika, los disidentes no querían reconciliarse con el poder. Tenían razón: la lucha continúa.(Irina Projorova) The Washington Post Al fin de tres semanas, la aventura de Bill Clinton en los Balcanes parece convertirse en un desastre para los norteamericanos. Las violaciones de derechos humanos en Kosovo se convierten en catástrofe. Slobodan Milosevic se convierte en una especie de Churchill serbio, tanto es el apoyo que obtiene. El equilibrio de Montenegro y Macedonia fue destruido. Rusia fue arrastrada por una ola de chauvinismo y de antinorteamericanismo. Y las tropas norteamericanas van a ir a chapotear en este pantano. Estos son los frutos de estas cruzadas utópicas en nombre de la democracia mundial. La gran lección de Vietnam era: antes de mandar al ejército, todo el país tiene que estar de acuerdo. Clinton y Albright no tienen el apoyo ni de uno, ni del otro.(Patrick Buchanan) Libération Después del fracaso diplomático, la derrota de la Alianza, y por lo tanto la victoria de las deportaciones en Europa, es imposible. Sería una tragedia para los kosovares, pero también para las poblaciones serbias. Sería un desastre para la Unión Europea, firmaría la sentencia de muerte de la OTAN, constituiría, en fin, una catástrofe geopolítica que pesaría sobre el destino de los Balcanes y de Rusia. El rostro de Europa sería mutilado. Después de tres semanas de bombardeos, después de los horrores de la deportación, se llegó a un punto de no retorno. Ahora, hay que ganar la guerra contra la depuración étnica. No queda escapatoria.(Serge July)
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