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LAS NUEVAS TECNOLOGIAS DE LA
COMUNICACION AFECTAN al sujeto
Todos al zapping de la felicidad
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Falta de intimidad, instantaneidad,
veloces
cambios de canal en los afectos, serían
correlativos con los actuales medios. |
A veces las máquinas ayudan a aislarse en mundos virtuales. |
Por María Cristina
Rojas*
Bajo el imperio de las
impactantes tecnologías de la comunicación asistimos al nacimiento de formas
relacionales inéditas. La relación del hombre con la máquina se complejiza a partir de
la posibilidad interactiva y virtual. Este nexo da lugar en ocasiones a la construcción
de un verdadero imaginario vincular: el ser humano, cuyo psiquismo requiere la apoyatura
relacional, imaginariza un otro en la máquina, en especial cuando ella responde a sus
estímulos; por ejemplo, en el sexo interactivo. Cuánto y cómo han de incidir estos
seudovínculos solitarios en las relaciones que el sujeto establezca con seres reales es
todavía un tema escasamente explorado. Surgen además entre los hombres vínculos
mediados por máquinas, cuyo prototipo son las interrelaciones a distancia establecidas a
través de Internet. Esas relaciones constituyen muchas veces un atractivo ensanchamiento
del psiquismo o tienden inclusive a desplazarse a la vida real. Otras veces, en cambio,
colaboran al aislamiento del sujeto en mundos virtuales y lejanos, con relaciones
ficticias y alternantes que empobrecen los contactos intersubjetivos próximos y
duraderos. (Desde ya, la difusión de esta posibilidad tecnológica en países
latinoamericanos se ve bloqueada por su alto costo que la hace privativa de una estrecha
franja de población.)
La revolución comunicacional parece empujar los límites de lo cognoscible. Pero esto
ancla en fantasías de inmortalidad y saber total, que acompañan de modo ineludible al
ser autoconsciente. Estas fantasías, que se expresan en todas las mitologías, se ligan
también al afán de explorar y doblegar los mundos.
La velocidad de la computadora suscita una aceleración temporal; el tiempo cibernético
se ubica más allá del tiempo biológico, del tiempo posible para el humano: la velocidad
de las imágenes resulta superior a la capacidad de absorción y retención del psiquismo.
Los estímulos, a la par que veloces siempre presentes, no dan tregua y se volatilizan
antes que el psiquismo pueda procesarlos.
Se constituye así un medio signado por la hiperestimulación, en el cual el sujeto debe
casi siempre hacer o significar algo. Se pierde la lentitud y se pierde el silencio, que
puede engendrar la calma. El exceso de solicitación, que genera a veces hiperactividad,
conlleva también su contrapartida: la abulia, la apatía, expresiones de una suerte de
abandono del intento de responder al cúmulo de exigencias.
Estos rasgos, que impregnan distintas dimensiones de la cultura, pueden relacionarse
también con cierta pregnancia de lazos amorosos efímeros: intensos y pasionales, pero
faltos de intimidad e interés recíproco profundo, parecen consumirse en la
instantaneidad. Hay entonces un rápido cambio de canal, una suerte de zapping de la
felicidad, que valores restrictivos vedaban en épocas anteriores. La propia pareja
matrimonial debe ser siempre placentera: la satisfacción sexual se halla en primer plano.
Ante la amenaza del sufrimiento o la pérdida de la pasión, el lazo se disuelve, en
procura de una nueva relación apta para ser disfrutada.
Los hijos ya no unen forzadamente ni son fuente central o única de satisfacción para
ambos géneros; por ende, no pueden sustituir el bienestar conyugal. Sin embargo el ser
humano, que por las características del mercado neoliberal carece también de lazos
laborales estables, continúa procurando vínculos, a la par que íntimos, no amenazados
de inestabilidad, como forma de apuntalamiento del psiquismo: se da un corrimiento de esas
cualidades, desde la pareja y las relaciones consanguíneas, a los lazos propios de los
grupos de pares, de tal modo jerarquizados.
Las vidas desplegadas en mundos virtuales pura representación,
planteada como realidad alternativa transcurren en un tiempo siempre presente: rige
una inmediatez sin memoria, futuro o interioridad: lacriatura que transita las redes no
sólo carece de cuerpo, se halla también por fuera de la cronología y de la historia.
Allí, la vejez es opcional y la muerte pierde su violencia inmutable.
Todo esto remarca la desconsideración del futuro propia de la actualidad, así como
mecanismos tendientes a desmentir el paso del tiempo, lo que se relaciona, a través de la
igualación, con modalidades de los vínculos familiares de hoy, modificados por el
borramiento de las asimetrías.
También la atracción de estos universos novedosos se vincula con fantasías propias del
ser humano, que preceden a la máquina, aunque ella amplía las posibilidades, abriéndose
a eficacias no anticipables. Octave Mannoni señala en el hombre un deseo sin el
cual no habría teatro: el deseo de llevar otra vida. Esa otra vida es otra cosa que
una vida; es eso nuevo que el poeta, el creador, buscó siempre por fuera de las rutinas
cotidianas. Hoy quizás el hombre lo indague a partir de un universo digital, más allá
de la denominada VR, la vida real.
* Directora del Instituto de Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares de la
Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo.
SORPRENDENTE AUSENCIA DE TITULOS ACTUALES
Librerías europeas, sin psicoanálisis
Por Irene Agoff*
Hasta hace pocos años,
cuando un lector de libros de psicoanálisis, en París, penetraba en el claro recinto de
La Hune, frente a Les Deux Magots, por no hablar del templo de Lipsy, pequeño, incómodo,
pero abarrotado de maravillas al alcance de la mano, o incluso en las vastas e
impersonales galerías de la Fnac, sabía que iba a irse con algo. Los discípulos de
Lacan, e incluso los discípulos de los discípulos, parecía que no hacían más que
escribir. En cuanto a Lacan mismo, seguramente en cualquier momento su albacea
Jacques-Alain Miller se decidiría a publicar, unos tras otros, sus numerosos seminarios
aún inéditos. Ese lector tenía aún esta ilusión.
Nos preguntamos: ¿se decidirá el albacea a sacarlos de una buena vez? No sólo porque
estas ediciones, establecidas y todo, tienen su utilidad para muchos de
quienes intentan aproximarse al Seminario que Lacan condujo durante casi treinta años y
que cambió definitivamente la historia del psicoanálisis, sino también porque entonces
Lacan seguiría de alguna manera en las librerías. Puesto que, si hay algo que en la
actualidad no se encuentra fácilmente en las de Francia son libros del psicoanálisis que
él refundó. Libros nuevos, que reflejen una producción teórica actual. Confundido
entre reediciones de viejos títulos seguros, seminarios de prestigiosos
discípulos... dictados hace veinticinco años, textos de divulgación orientados a otras
miras y a otros públicos (una Dolto indignamente reducida a sus charlas mediáticas, por
ejemplo), el discurso del psicoanálisis en Francia, si nos guiamos por la actual
producción impresa, parece languidecer.
En cuanto a España, en la Fnac de Barcelona la sección correspondiente es inhallable: en
una mesa, junto con libros de autoayuda, encontré sólo tres volúmenes de
psicoanálisis. En Herder conservan el letrero indicativo en el sitio de siempre: primer
subsuelo, último salón, al fondo, a la derecha. Toda una pared, vamos, a no quejarse.
Sólo que había allí montones de ejemplares... de obras con quince y veinte años de
antigüedad.
Hasta no hace mucho, la profusión de títulos en este campo, producciones de autor o
compilaciones, era tan descomunal que fácilmente podía pensarse que los libros de
psicoanálisis, todos, estaban siendo escritos. ¿Será por eso que casi no queda ninguno?
Hay uno, sin embargo, que dentro de pocos meses cumplirá cien años: La interpretación
de los sueños. El libro fundante de la serie. Ese que, como muchos de la obra de Freud,
apenas superado el cincuentenario de su muerte, las editoriales de todo el mundo se
lanzaron descaradamente a ofertar en las formas más deshonrosas de la banalidad. La obra
del descubrimiento, la nave que arribó al continente ignorado y que no se hundió nunca,
está cumpliendo cien años. ¿Se va a quedar sola en los estantes, dado que ni siquiera
la de Lacan puede acompañarla y puesto que los discípulos parecen haber
dicho ya todo lo que tenían que decir?
* Psicoanalista y traductora.
POSDATA |
Acompañamiento. Seminario
Lógica y práctica del acompañamiento terapéutico, dirigido por Martín
Trigo y Laura Aschieri en el departamento de docencia del Borda, desde el 23 de 9.30 a 11.
4304-1264.
Mediación. Curso Mediación familiar, en Centro de
Investigación de Derecho de Familia y Psicoanálisis, desde el 20 a las 16. 4361-2428.
Hablan. Los analistas también hablan, taller de locución
con gente de radio para profesionales psi. 4202-1265.
Singular. La singularidad del caso clínico en
psicoanálisis, por Teodoro Lecman en Centro Psicoanalítico Argentino, desde el 19
a las 18. Gratuito. J.E. Uriburu 1345, 1º. 4822-4690.
Experiencia. Lecturas de la experiencia analítica, el 14 a
las 11 en la Escuela de Psicoterapia para Graduados, J. Alvarez 1933, 4865-2050. Gratuito.
posdata
Pericia. Taller de construcción de la pericia sobre daño psíquico, por
Luz Nieto en Asociación de Psicólogos Forenses, el 21 de 18 a 20. 825-1301.
Sociedad. Pulsión y sociedad desde P. Aulagnier, S. Freud, J.
Lacan y R. Kaës, por Marcos Bernard en Asociación de Psicología y Psicoterapia de
Grupo, el 16 de 13.30 a 16.30. 4774-6465.
Psicosis. Intervenciones en las psicosis, jornadas dirigidas
por Roland Broca, presidente de la Asociación Francesa de Salud Mental, en la Universidad
Kennedy, el 23 a las 18 y el 24. 4374-5211.
Lacaniana. Introducción a la clínica lacaniana, seminario
en la EOL. Responsable Haydée Rosalen. Desde hoy de 15 a 16.30. Callao 1033, 5º.
4811-2707. |
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