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Por Pablo Ferreira La adhesión de los productores agropecuarios a la primera jornada del paro convocado por las entidades del campo dejó desiertos los mercados de hacienda de Liniers, Córdoba, Rosario y Bahía Blanca y la Bolsa de Cereales de Rosario. La protesta rural, que se extenderá hasta la medianoche del miércoles, se tradujo, además, en diversas manifestaciones "tranqueras afuera". Desde piquetes, cortes de rutas y autopistas --como la de Santa Fe-Rosario-- hasta apagones, tractorazos, movilizaciones y asambleas en diversas provincias. Los dirigentes del campo amenazaron con profundizar las medidas en treinta días si no se modifica la actitud del Gobierno frente a la severa crisis sectorial. Uno de los termómetros para medir los efectos de la convocatoria fueron los mercados de hacienda. Por caso, en el Mercado Nacional de Liniers ingresaron ayer sólo 13 camiones con 527 cabezas de ganado bovino cuando los lunes se negocian habitualmente diez mil cabezas. Sin embargo, no se prevé desabastecimiento para la población, porque la semana pasada supermercados y matarifes se aprovisionaron por anticipado al conocer la medida. Un panorama más desolador aún se vivió en los mercados de hacienda del interior. Los de Rosario, Córdoba y Bahía Blanca --según informó la Federación Agraria-- estuvieron totalmente inactivos. Además, se suspendieron todos los remates de hacienda vacuna, porcina y ovina del país. En tanto, en la comercialización de granos el escenario no fue demasiado diferente. La Bolsa de Cereales de Rosario, que promedia operaciones del orden de las 15 mil toneladas en maíz y soja por día, ayer estuvo paralizada. En tanto, en la Bolsa de Buenos Aires las negociaciones fueron "muy escasas", de acuerdo con la información de las entidades organizadoras del paro, algo que se repitió en los negocios para exportación. Por otro lado, pese a que la consigna de los dirigentes rurales se limitaba a "no comprar, no vender y no transportar", en no pocas localidades su situación hizo saltar las tranqueras para expresar su disconformidad con la política del Gobierno. Las más llamativas fueron las concentraciones en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, y las distintas expresiones producidas desde Mendoza y San Juan a Salta y Santa Cruz. Donde la actividad se mantuvo sin variaciones fue en los establecimientos lácteos y frutihortícolas, no incluidos en el paro de ayer dado el carácter perecedero de esos productos. El Gobierno, en tanto, aseguró que "no va a ofrecer más de lo que ya ofreció" al campo, y reiteró que hay medidas en curso. Saliendo al cruce de las declaraciones de los dirigentes agropecuarios, el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, negó que las medidas para el sector se hubieran adoptado "tarde", sino que por el contrario "lo fueron en el momento justo". Las entidades convocantes vienen rechazando las medidas propuestas la semana última por el ministro Roque Fernández, consideradas como "insuficientes" y "más de lo mismo". El centro de sus demandas pasa por la eliminación de las medidas fiscales que los afectan, aprobadas en la última reforma impositiva. El titular de la Federación Agraria Argentina, René Bonetto, comentó a Página/12 que, "extraoficialmente", hubo intentos de la Secretaría de Agricultura, comandada ahora por Ricardo Novo, de establecer contacto con las agrupaciones ruralistas. "No podemos dialogar durante el paro", anticipó el dirigente respecto de que se concrete esa posibilidad. "Después del miércoles podemos sentarnos con las autoridades siempre que hayan tomado debida nota de la firmeza de los reclamos, que son una advertencia, y estén dispuestas a adoptar algunas de las medidas que hemos requerido", aseguró.
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