|
|
|
|
|
|
|
|
|
Por Luis Vivori  Cuando Pepe Soriano regresó de su exilio en España
estaba obsesionado por la sensación de pisar nuevamente su casa de siempre, la de la
calle Amenábar, en Colegiales. Un barrio del que, por otra parte, podría contar hasta el
cuadriculado de sus adoquines. Allí, refugiado en su trinchera, inventó el Loro
Calabrés, radiografía completa de sus primeros días y sustento de los actuales. Luego
de una larguísima carrera en el teatro y el cine, hoy este actor emblemático de su
generación es un nuevo conocido del público televisivo: trabajó en la factoría Adrián
Suar para el fracasado "RR.DT." y ahora se las ingenia en "Trillizos",
el programa de Guillermo Francella, en una remozada versión de su personaje de "La
Nona", aunque en masculino.
--Con el amor que le tiene al teatro y en particular con su trayectoria, ¿no siente que la televisión lo desmerece? --Eso sería una actitud soberbia. Seas quien seas o vengas de donde vengas tenés que aprovechar cada oportunidad en la cual poder hacer tu trabajo creativo y en la televisión se puede. El que no lo hace es porque no tiene capacidad. Yo estudio mi libro todas las semanas y siempre encuentro algo para aportarle al personaje y lo hago con toda mi honestidad y mi pasión. No es por el dinero porque mi vida nunca fue así. --¿Esto significa que nunca se equivoca al elegir un trabajo? --Hice Cohen vs. Rossi y me arrepiento. Ese tipo de cine es un fenómeno que confunde la televisión con el cine. Colaboré con algo que no quiero que sea el cine y lo lamento. Me gustaría creer que todo lo que hago sirve para otras cosas.
--¿En "Trillizos" puede poner cosas propias? --Este Nono es un personaje que no tiene mucha presencia en la televisión argentina porque en general la tercera edad no tiene representación. Es un personaje al que adhiero porque mi idea es hacer de él alguien ético.
--¿Surge como una respuesta a los tiempos que corren? --Seguro. Es una cosa perdida en la Argentina y en el mundo. Hay que pelear por recuperar un poco de fe por el hecho social y por la sociedad. Este individualismo es destructivo. El hombre está reprimido y hay que liberarlo. Es una solidaridad que no debe estar planteada desde la exhibición sino desde la comprensión del diferente.
--Cuestión que no parece ser una preocupación de la TV. --La televisión está globalizada y a lo que apunta es al entretenimiento. Inclusive, en los noticieros.
--La mayoría de los actores parece que no puede vivir si no está en ella. --Esto es porque las zonas más perversas del poder han creado la idea de que lo que no está en la pantalla no existe. Y en cierta forma es así. Hace poco tiempo que volví a la televisión y ya me dicen en la calle: "¡Adiós Nonito!". Yo pienso que no puede ser. Yo no soy el personaje, soy un actor. Este es un país en donde hay leyes para el teatro y el cine y no se llevan a la práctica. El ejemplo es que tengo un gran espectáculo preparado desde hace tiempo pero no lo puedo hacer porque nadie lo banca. --¿Observa un panorama igual de desalentador para el país? --De acuerdo con mi lectura, que es escéptico-esperanzada, vamos marchando generosamente hacia la nada. El discurso económico de Cavallo y compañía no me interesa, sólo veo hambre en la gente y un montón de compañeros actores desocupados. Este gobierno ayudó mucho a esta situación. Pero como este camino me duele horrores necesito creer que esta situación es por ahora. Lo necesito. Si no tengo que agarrar un bufoso y pegarme un tiro. La de Argentina es una historia a futuro. Así es Latinoamérica, la conjunción del dolor y la esperanza. O como les decía Sandino a los campesinos: "Algún día triunfaremos, y si yo no lo veo, las hormiguitas vendrán a contármelo bajo la tierra". Hay tanto maíz que sembrar, tanto niño que instruir, tanto enfermo que curar, tanto amor que realizar. Yo sólo le canto a un país que va a nacer.
|
