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Por Felipe Yapur Eduardo Duhalde tiene mucho pero no todo lo que necesita para comenzar a dar la batalla por las elecciones presidenciales de octubre. Necesita ser oficialmente el candidato del justicialismo y sabe que el responsable de ello es justamente el presidente Carlos Menem y su gente. Me están jodiendo, dijo poco antes de asentir con la cabeza cuando se le preguntó si el que jode es Menem. El gobernador prefirió mostrarse cauto a la hora de hablar del supuesto acercamiento con el ex ministro Domingo Cavallo y aseguró que presentará su gabinete federal el primero de mayo en un acto que hará, junto a Ortega, en la provincia de Buenos Aires. Circulan versiones sobre un acuerdo entre usted y Carlos Menem, que le permitirá al Presidente acceder a una senaduría, una forma de garantizarle protección una vez que concluya el mandato. (Ríe) Nooo, Menem no hace esas cosas. Si él quiere ser senador tiene que hablar directamente con su gente en La Rioja. Además no lo será nunca, él no quiere tener ningún cargo. Pero todo el mundo dice que se encontrarán. No, es mentira, no hay absolutamente nada. Son simplemente comentarios. ¿Por qué no quiere encontrarse, reunirse con Menem? Pero, lo que pasa es que no tengo motivos para encontrarme. ¿Cómo que no? ¿Acaso no es el presidente del partido?; están en campaña y debería haber un acuerdo, programas de acción, ¿no le parece? No, mientras Menem insista que las elecciones son en julio yo no tengo nada que hablar. ¿Esta es la razón para convocar a un congreso? El congreso se hará en la medida que la Corte aclare su fallo del otro día con respecto al que se realizó en Parque Norte y que no está para nada claro. Es un fallo que dejó dudas y nadie sabe lo que quisieron decir. Pero usted dijo que lo iba a convocar para esta semana. Sí, pero lo quiero convocar bien, no quiero inconvenientes y como todavía no está claro es mejor esperar. ¿Mientras espera, profundiza su política de alianzas y lo convoca a Domingo Cavallo? Yo no hablé con Cavallo, son sólo comentarios que se tejen y, además, es bueno recordar que Cavallo representa la tercera fuerza a nivel nacional y entonces muchos fantasean con respecto a él. La única vez que hablé con Cavallo me dijo que primero quería consolidarse como tercera fuerza y recién después iba a ver. Pero su esposa (Hilda Duhalde) dijo el lunes que a ella le gusta Cavallo como jefe de Gobierno porteño. Ella envió el mensaje por usted. No, no vamos a entrar en ese juego chico. Ella tiene su opinión, conozco y sé lo que piensa, pero eso es lo que ella dijo. Pero a usted eso tampoco le disgusta. No puedo arreglar nada con Cavallo si primero no acordamos en el modelo que vamos a poner en marcha el año que viene. Le reitero, no hablé con él. Pero Cavallo cambió el discurso. Ahora está más cerca del discurso social que usted propone. Sí, se acercó pero lo advierto a través de sus declaraciones y los reportajes que se publicaron. Además la última vez que hablé con Cavallo me contó que tenía un acuerdo con (Gustavo) Beliz para apoyarlo para competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Lo que no sé es si hubo algún cambio. ¿Cómo cree que será su relación con el gobierno hasta las elecciones? Mi impresión es que no tienen interés en resolver ningún problema ni solucionar nada. La muestra más clara es la elección del 4 de julio y es una actitud absolutamente irresponsable. Hacen todo para joderme. ¿Menem lo quiere joder? (Asiente con la cabeza) Mire, yo digo que la decisión es absolutamente irracional y no tiene en cuenta el interés justicialista. ¿Es una represalia porque no aceptó condicionamientos o una vendetta por haberle arrancado a Ramón Ortega de su lado? La verdad es que los motivos no los sé. Además a esta altura las palabras son lo que menos importan, son relativas, lo que importa es cómo se actúa. ¿Y cómo está actuando Menem? No ayuda para nada a los candidatos que hoy, sobre todo ahora que estamos ganando en las encuestas. Hablemos un poco de su campaña. Tanto usted como Ortega basan su discurso en el restablecimiento de la justicia social. ¿Hasta dónde podrán cambiar sin que los grandes intereses del país no sientan que están perdiendo sus beneficios? Lo primero que debemos hacer es tejer una alianza diferente a la que tiene el gobierno actual y tiene que estar vinculada con sectores del empresariado nacional y con los del trabajo de la sociedad argentina. Cuando el poder económico compra poder político no es para repartir la riqueza de forma equitativa sino para quedársela. Ninguna de las cosas que proponemos responde a una solución mágica, por lo que habrá que poner mucha fuerza, trabajo y decisión. Pero, por sobre todo, cambiar el modelo e iniciar el desarrollo de políticas activas. Pero esto significa tocar los intereses de grandes sectores de poder absolutamente beneficiados por el actual gobierno. Pero acá hubo un descrédito a todo lo que fueran políticas activas, creación de trabajos o empresas. Cosas que en todo el mundo se hacen en forma permanente y desde el Estado. Un Estado que se encarga de desarrollar, alentar y garantizar con financiación. Darle un nuevo rol al Estado. Es el rol que tiene en los países que hay pobreza. El Estado se ocupa del trabajo y de erradicar la pobreza de una forma que no se hace en aquellos gobiernos que adhieren a las políticas que hoy están en vigencia. Esa tarea se la dejará a Ortega. No, no, no. El planteo es ocuparse de la aplicación de esa política social que no significa repartir bolsones de comidas, colchones. De ninguna manera. Durante la realización de los dos viajes que hicieron en el Tren de la Esperanza, usted y Ortega prometieron volver a poner en marcha los trenes y eso significa toda una inversión por parte del Estado. ¿Podrán hacerlo? No le corresponde al Estado. Cómo que no, Ortega dijo que había que subvencionarlos. Bueno, pero no es el Estado el que tiene que ponerlos en marcha, son las empresas. Lo que yo digo es que el Estado, así como subsidia a los trenes metropolitanos, nosotros tenemos que hacer lo mismo con los del interior. Ese es uno de los temas que lo distancian con Menem. No, para nada. Pero fue Menem quien cerró los ramales por no ser rentables. Es que en el momento en que se hicieron se estaba achicando el Estado, y esto incluía a las empresas que tenía a su cargo. Posiblemente no estábamos en condiciones de poner en marcha planes y proyectos que tengan que ver con que la actividad privada se haga cargo en serio con estos servicios. Lo concreto es que ahora las condiciones macroeconómicas han mejorado y ahora sí estamos en condiciones de hacerlo. La Alianza dice que usted y Menem son lo mismo. Que lo comparen es un problema para sus aspiraciones presidenciales. Cuando lo dicen es porque se refieren a Eduardo Menem. Pero son cosas propias de una campaña, es como decir que Fernando de la Rúa es Felipe González. Son ejes publicitarios. Bueno, usted adhirió a la comparación que hicieron entre De la Rúa y el presidente Arturo Illia. No, lo dijo Alfonsín. Pero la verdad es que fue una zancadilla la que le hizo Alfonsín a De la Rúa. Fue muy duro porque en épocas donde los cambios se producen aceleradamente que el presidente de su partido le diga que le cuesta tomar decisiones es demasiado duro. Usted no quiere que Menem sea presidente de partido, que actúe como Alfonsín. Nooo, no. En lo que se refiere a políticas de alianzas, programas y actividades las tiene que decidir exclusivamente la fórmula y el congreso del partido. Ahí no hay personalismo que valga. Usted siempre anuncia que los gobernadores se están por sumar a la campaña. Siempre dicen que ya llegan... pero nada. Yo ya tengo el consenso de tres gobernadores, pero sus nombres los daremos a conocer en el momento que nos convenga. Estamos en una campaña política. Así como el lunes presentamos a (Julio César) Aráoz como jefe de la campaña, el primero de mayo anunciaremos el gabinete federal. ¿Por qué Aráoz? Porque tiene experiencia y unifica los dos equipos. Con Ortega conversamos sobre ello, ambos queríamos una persona de nuestra confianza. ¿Qué pasó con el acto del primero de mayo, desistió? Cambiamos de idea, será un acto para todos los trabajadores del país pero no en una plaza. Estamos buscando una cancha de fútbol en la provincia de Buenos Aires. ¿Le perdonó a Ortega el acto fallido? (Ríe) No me molestó para nada. Fue muy gracioso, además a mí me pasó muchas veces eso de confundir a Carlos con Eduardo Menem.
Otra carta para mantener el centro de la escena
Carlos
Menem aseguró ayer que Fernando de la Rúa tiene actitudes peligrosas, propias de
gobiernos dictatoriales, que lo llevan a confundir la dignidad de la pobreza con la
patología de la delincuencia. El Presidente se refirió al candidato a presidente
de la Alianza en una carta abierta con la que buscó recuperar el centro de escena,
poniéndose él, y no Eduardo Duhalde, como el interlocutor de la Alianza.
RUCKAUF ACEPTO DEBATIR CON CAFIERO POR
TELEVISION Carlos
Ruckauf aceptó el desafío de Antonio Cafiero para debatir en televisión en el marco de
la interna del PJ por la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Acepto con mucho gusto el debate, pero quiero hacer un debate de fórmulas. Yo
quiero que mi vicegobernador (Felipe Solá) debata también, expresó. Ni lerdo ni
perezoso, el senador bonaerense le redobló la apuesta. Si ésa es la condición la
vamos a aceptar, pero también creo que sería oportuno un debate entre los primeros
candidatos a diputados, señaló sabiendo que ese lugar en la lista de Ruckauf lo
ocupa el propio Eduardo Duhalde.
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