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Por Adriana Meyer  La Escuela de Gobierno
–uno de los programas del INAP, Instituto Nacional para la Administración Política
que dirige la perdidosa funcionaria justicialista Claudia Bello– estuvo en peligro de
desaparecer, pero los “problemas presupuestarios” aducidos a principios de marzo
ya fueron superados, según la versión oficial que recogió Página/12. En el medio,
Bello echó a Martín Gras, el coordinador de la Escuela que anunció al Consejo de
Rectores, integrado por políticos de todos los partidos, la suspensión de las
actividades del programa. Y desmintió enfáticamente haber usado el dinero de la Escuela
para su campaña en la interna del PJ Capital. “Los afiches los pagó de su
bolsillo”, aseguró uno de sus colaboradores más cercanos.Los primeros días de marzo los 150 alumnos que habían llegado desde casi todas las provincias volvieron a armar sus valijas porque se encontraron con la novedad de que la Escuela de Gobierno había suspendido sus actividades. Algunos eran aspirantes al primer año y habían sido preseleccionados para hacer el curso, pero otros esperaban obtener sus diplomas completando el segundo. A ellos no les cayó muy bien haber perdido su inversión de tiempo y esfuerzo en este proyecto. El 4 de marzo –pocos días antes del inicio de las “clases”–, Gras envió una carta a los políticos que integran el Consejo Rector en la que les anunciaba la suspensión de las actividades “con motivo de las extremas reducciones presupuestarias sufridas por los organismos a su cargo y en virtud de la necesidad del reordenamiento presupuestario interno”. Cuatro días después Claudia Bello lo desautorizó argumentando que los términos de la carta de Gras “no se condicen con las instrucciones por mí impartidas, ni con el espíritu participativo y democrático con que he tratado los asuntos de la Escuela Nacional de Gobierno”. Y el funcionario pasó a engrosar las filas de los desocupados. Una fuente del INAP deslizó que Gras sabía que estaba por ser despedido y “se tomó la atribución de escribir esa carta” para aparecer como víctima. En una reunión de asesores políticos de la Escuela se habló de la falta de pago de los sueldos de los docentes durante los meses de enero y febrero. Y la revista trespuntos publicó en su último número que no cobran desde octubre y que les avisaron que nunca más los iban a recibir. Desde la Secretaría de la Función Pública, a cargo de Bello, desmintieron la falta de pago a los maestros y negaron que su jefa haya utilizado dineros públicos para su campaña. La fuente ofreció los recibos como prueba. El 25 de marzo, el senador radical Antonio Berhongaray presentó un proyecto de comunicación para “esclarecer la situación irregular que impera en la Escuela de Gobierno”, en el cual recordó que ese programa dispone de un presupuesto de 775 mil pesos. Además, el legislador envió una carta al jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, para solicitarle la continuidad de las actividades de la Escuela, que –según escribió Berhongaray– “ha dado desde sus comienzos pruebas de consenso, pluralidad y espíritu democrático”. El senador también le preguntó a Rodríguez sobre la situación del personal administrativo y del cuerpo docente, la fecha de comienzo del curso y su cronograma y composición curricular. Hasta ayer no había obtenido respuesta. Una colaboradora de Bello aseguró a Página/12 que inicialmente estaba asignado un millón de pesos para la Escuela, pero con el recorte esa suma se redujo a la mitad. De todos modos, afirmó que “la escuela retoma su accionar, se resolvieron los problemas de presupuesto y, aunque no tenemos una fecha, las clases comenzarán pronto, con algunas modificaciones por el recorte económico”. En una reunión realizada el lunes, algunos miembros del Consejo de Rectores acordaron la continuidad de las clases y prefirieron no “hacer más olas” con el asunto. Un asesor de Berhongaray opinó que “la activa movilización ante el posible cierre de la Escuela obligó a Bello a reconsiderar la situación”. La Escuela de Gobierno fue creada en diciembre de 1995 a partir del decreto 379/95, y ya han egresado 600 dirigentes de 27 partidos.
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