Por Maximiliano Montenegro
Mientras Roque Fernández
y buena parte de los analistas locales auguran el pronto fin de la recesión, FIEL, la
consultora más escuchada en la medición de la actividad económica, anunciará hoy una
caída de la producción industrial en marzo sin antecedentes en las últimas décadas: la
baja que se informará se ubica entre el 12 y el 13 por ciento. La retracción es similar
a la ocurrida en febrero y, para los técnicos de FIEL, demuestra que todavía la
economía todavía no tocó fondo, sino que sigue cayendo. Más moderadas son las cifras
dadas a conocer por el secretario de Industria, Alieto Guadagni: el índice oficial
retrocedería un 10 por ciento.
La fabricación de autos se redujo a la mitad, y también hubo un freno importante en la
actividad de sectores siderurgia y aluminio, afectados por la depresión de los precios
internacionales. Guadagni insistió ayer con el argumento oficial de que la
economía se recuperará a partir del segundo trimestre. Sin embargo, los alarmantes
números que manejan en FIEL muestran una realidad diferente. El derrumbe superior al 12
por ciento de marzo, comparado con igual mes del año pasado, revelaría que el final de
la recesión se encuentra todavía lejano. Y que recién en el último trimestre del año,
comenzarían a evidenciarse signos de reactivación.
En febrero, la producción había caído 11,7 por ciento en relación al mismo mes del
año pasado. Las cifras de marzo no son comparables con las de febrero por razones obvias:
hay distinta cantidad de días laborables (por vacaciones y feriados), además de los
propios calendarios de producción de las fábricas. El indicador que excluye estas
peculiaridades (llamado desestacionalizado) cayó en marzo, en relación a
febrero, más del 1 por ciento. Sobre esta base, en FIEL estiman que la industria sufrirá
una contracción a lo largo del año superior al 6 por ciento. Es decir, anticipan un
escenario similar al causado por el efecto Tequila durante 1995.
Según los datos oficiales, los sectores que más disminuyeron su actividad en marzo
fueron: automotor (-52%); siderúrgico (-16%) y aluminio (-13%). En tanto, el consumo
industrial de energía eléctrica fue un 8,4 por ciento menor que el año pasado.
En cambio, incrementaron su producción lácteos (19%), aceites (17%), cerveza (14%),
carnes y cigarrillos (12%). También aumentaron los despachos de cemento (2%), aunque
todavía no hay otros datos concluyentes que indiquen que la construcción se esté
reactivando.
Guadagni dijo que gran parte de las compras provenientes de Brasil (el 84 por ciento) se
contrajeron en el primer trimestre del año nada menos que un 55 por ciento. Sin embargo,
reconoció aumentos espectaculares en las importaciones de un selecto grupo de productos:
tomates frescos y refrigerados (2873%); niveladoras (237%); calzado (221%); pañales
(132%); tabaco (98%); jabón de tocador (84%) y ropa de cama (74%), entre otros. En muchos
casos, estos abruptos saltos en las compras responden a las propias estrategias de las
multinacionales situadas en uno y otro país, que deciden aprovisionarse donde les resulta
más barato.
Claves * FIEL, la consultora más respetada en la medición de la actividad
económica, anunciará hoy una caída de la producción industrial en marzo de entre el 12
y 13 por ciento.
* Semejante derrumbe en la industria contradice el discurso oficial, que asegura que
la recuperación ya comenzó en el segundo trimestre del año.
* Guadagni reconoció ayer una baja de la actividad industrial menor: 10 por ciento.
* Los economistas discuten si ya ven o no una luz al final del túnel de la
recesión. |
DEBATE DE ECONOMISTAS: ¿YA TERMINO LA CAIDA?
Buscando la luz al final del túnel
Por David Cufré
La pregunta es cuándo y
cómo se saldrá de la recesión. Los economistas no se ponen de acuerdo. Para algunos, el
ingreso de capitales, el aumento del crédito y la mejoría de Brasil prenuncian un
rápido final para la crisis. Otros, en cambio, sostienen que la dificultad para exportar
a Brasil, el aumento de las importaciones desde ese país y el escaso acceso al
financiamiento de las pymes indican que se sigue en recesión. A continuación, el debate.
Mercedes Marcó
del Pont, economista del estudio FIDE.
La economía no saldrá de la recesión como lo hizo después del Tequila. Las
condiciones externas que dinamizaron la actividad en 1996 hoy no existen. En ese momento,
Brasil tenía un tipo de cambio sobrevaluado y atravesaba un período expansivo, por lo
que Argentina pudo colocar en ese mercado los productos que no consumía. Ahora, Brasil no
sólo frenó sus importaciones, sino que además está siendo agresivo con sus
exportaciones. En los próximos meses se verá el desplazamiento de producción local por
importaciones brasileñas. Por eso no habrá un salto de la economía como en el 96.
Estamos en un piso, pero es un piso de piedra. Por otra parte, la expectativa de
evolución de los precios internacionales de los commodities no es favorable.
Miguel Bein, de
la consultora Machinea-Bein.
El indicador clave que anticipa el cambio de tendencia económica y la salida de la
recesión es la baja del riesgo país. Antes de la crisis rusa, de agosto de 1998, el
Gobierno pagaba una sobretasa en sus colocaciones de deuda del 4 por ciento con respecto a
los bonos estadounidenses. En el momento de mayor tensión de esa crisis, el riesgo país
saltó al 14 por ciento. Ahora retrocedió a 5 puntos. Además, estamos viendo una
avalancha de capitales externos. Cuando los fondos se van ningún economista duda de que
se ingresa en un período recesivo, pero cuando vuelven muchos dudan de que se saldrá de
la recesión. Yo no, aplico el modelo coherentemente. Por otra parte, los bancos tienen un
colchón de liquidez que van a empezar a prestar de nuevo. Para ellos ya no es negocio
invertir en bonos. Otro factor que permitirá una salida rápida de la recesión es que
Brasil se alejó del desastre: logró renovar su deuda y las tasas de interés bajaron del
45 al 34 por ciento. En la comparación mensual desestacionalizada, abril será mejor mes
que marzo; mayo que abril, y así sucesivamente.
Raúl Ochoa,
asesor del bloque justicialista de Diputados.
La economía real está lejos de superar la recesión. Probablemente se detuvo la
caída, pero no habrá salidas bruscas hacia arriba. Estamos en una meseta, pero en un
nivel de actividad muy bajo, y con escasas chances de recuperación rápida. Los sectores
que dependen de sus exportaciones a Brasil seguirán afectados por el problema de pérdida
de competitividad, producto de la devaluación del real. Es facilista creer que esta
situación se supera por el ingreso de capitales. La economía real se maneja en función
de la disponibilidad del crédito.
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