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DUDAS
Por Juan Gelman

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t.gif (862 bytes) El 17 de noviembre de 1977, el entonces capitán de caballería Eduardo Rodolfo Cabanillas prestó declaración ante el juez de instrucción militar José Herman Llera en calidad de testigo y en relación con un secuestro extorsivo perpetrado por la banda de Aníbal Gordon. En la página 146 del sumario (417 0035/1) se asienta que el declarante “previa citación hecha en forma y advertido de la obligación que tiene de decir verdad y las penas impuestas a los que faltaren a ella, determinadas por los artículos doscientos setenta y cinco y doscientos setenta y seis del Código Penal de la Nación Argentina, que le fueron leídos por el Secretario, prestó Juramento de Ley, conforme a lo establecido por el artículo doscientos sesenta y siete del Código de Justicia Militar (L.M. 14.O29) diciendo ‘sí juro decir verdad en todo lo que supiere y me fuere preguntado’”. Y preguntado “qué actividad desempeñaba mientras prestó servicios en la SIDE”, respondió que “se desempeñó como segundo jefe de la OT dieciocho, realizando Actividades Especiales de Inteligencia ordenadas por la SIDE”. La OT18 fue Automotores Orletti.
El viernes 23 de abril de 1999, el teniente general Balza reiteró en conferencia de prensa que: “El general Cabanillas me dijo que nunca había estado en Orletti” y que: “El me dijo que no estuvo, que no presenció ningún acto delictivo, que no tiene conocimiento de lo que sucedió con el hijo de Gelman, de su nuera y de su nieto”. Claro que no lo dijo bajo juramento. “No puedo dudar de mis subordinados”, señaló además el teniente general Balza y tiene perfecto derecho a no dudar del general Cabanillas. ¿Habrá que dudar entonces del capitán Cabanillas?
Mi hijo y mi nuera embarazada de 7 meses fueron secuestrados y llevados a Orletti cuando el capitán Cabanillas era su segundo jefe en la cadena de mandos militares de la SIDE, a órdenes del capitán Calmon, que dependía de la OT1 comandada por el teniente coronel Visuara, a su vez dependiente de la Dirección III, a cargo entonce del coronel Carlos A. Michel. El jefe de la Dirección Interior de la SIDE era el coronel Carlos Alberto Tepedino, el subsecretario de Inteligencia de Estado “A” el coronel Roberto Oscar Terrile y el secretario de Inteligencia de Estado el general Otto Carlos Paladino. Lo cual se desprende de otras declaraciones incluidas en dicho sumario, en especial la del teniente coronel Juan Ramón Nieto Moreno, jefe del Departamento de Contrainteligencia. Quien explica que Aníbal Gordon “era el ejecutor de los blancos operacionales que, surgido de la labor de Inteligencia Contrasubversiva que efectuaba el Departamento de Contrainteligencia, eran girados al Departamento Operaciones Tácticas I, a través de las Direcciones II y III de la SIDE”. Precisa que Gordon hacía las veces “de Jefe del Grupo no orgánico que junto con el personal orgánico integraba la Base OT 18”, la cual “efectuaba la actividad operacional antisubversiva de SIDE”. Pero el general Cabanillas dice que nunca estuvo en Orletti, que no presenció ningún acto delictivo ni sabe qué pasó con mi hijo, mi nuera y su bebé. Y el teniente general Balza no puede dudar de sus subordinados.
El juez de instrucción militar hace particular hincapié en una cena que se llevó a cabo a fines de diciembre de 1976 en Los Años Locos, un carrito de la Costanera. El capitán Cabanillas “recuerda se hallaban presentes el señor General Paladino, jefe de la SIDE; el Teniente Coronel Visuara, el Teniente Coronel Nieto Moreno, Jefe del servicio de Contrainteligencia; el mayor Calmon, de la OT dieciocho; Oficiales del Ejército Uruguayo y Chileno que estaban ‘en comisión’ en la SIDE; y además personal civil contratado y orgánico de la SIDE que cumplían tareas en la OT dieciocho”. Es decir, el personal que en Automotores Orletti, “cerrado” un mes antes, eslabonaba la Operación Cóndor. “La mayoría de ellos concurrieron con sus respectivas señoras esposas”, agrega el capitán Cabanillas. Pero el general Cabanillas dice que nunca estuvo en Orletti, que no presenció ningún acto delictivo, etc. Y el teniente general Balza no puede dudar de sus subordinados.
A la reunión asistió el mayor de artillería Alberto Juan Hubert, del Comando de la IVta. Brigada de Infantería Aerotransportada con asiento en Córdoba, protagonista mayor del sumario, procesado por “Participación criminal en extorsión” y “encubrimiento” por su presunto involucramiento en el secuestro llevado a cabo por Gordon y su banda. En la cena “se hallaba presente también el Mayor Hubert, como invitado del deponente, acompañado de su señora esposa”, relata el capitán Cabanillas. Recuerda que Aníbal Gordon organizó el encuentro, que éste “usaba como nombres de guerra ‘Aníbal Silva’ o ‘Aníbal Ezcurra’, aun cuando crea tenía otros. Que como personal contratado de la SIDE cumplía actividades especiales en la OT dieciocho, siendo su jefe directo el Mayor Calmon”. Indica luego que “las personas de referencia estaban a órdenes del deponente y de Calmon, con dependencia directa del Teniente Coronel Visuara, cumpliendo el mismo tipo de tareas”. “Las personas de referencia” por las que pregunta el juez militar actuaban en la OT18 y “el tipo de tareas” ya se sabe. Pero el general Cabanillas dice que no estuvo en Orletti, etc. Y el teniente general Balza no puede dudar de sus subordinados.
El jefe del Ejército señaló que el Arma “no va a poder reconstruir el pasado”. El pasado argentino se está reconstruyendo pedacito a pedacito gracias al empeño de los organismos de derechos humanos. En este caso en particular –y sin duda en muchos otros– hay suficientes documentos y actores con vida que permitirían cumplir esa tarea. Por ejemplo, el general Cabanillas. Pero el general Cabanillas dice que etc. Y el teniente general Balza no puede dudar de sus subordinados.

 

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