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Por Carlos Stroker  Ramón Díaz
está preocupado a causa a la cantidad de partidos que River debe jugar en los próximos
veinte días: un cotejo cada tres jornadas para hacer frente al torneo local y la Copa
Libertadores. Por eso, el sábado pasado, en una reunión realizada en la concentración,
habló con el presidente del club, David Pintado y le pidió que solicite la postergación
del encuentro ante Boca, que debe disputarse el 9 de mayo próximo. Es que el miércoles
anterior y el miércoles posterior al clásico, el conjunto millonario debe medirse con
Vélez por la Copa Libertadores. El riojano quiere pelear ambos torneos y ante la AFA
River argumentará que “representa al país”. En realidad, aquellos dirigentes
que conocen al director técnico ya escucharon que al riojano le gustaría postergar todos
los partidos del Clausura. La idea surgió cuando un dirigente leyó esta semana en el diario que Boca solicitó la postergación de su partido por la segunda fecha del próximo Apertura ‘99, ya que debe cumplir con un compromiso internacional, jugando el torneo Teresa Herrera en España. “Nosotros también podemos pedir la postergación del partido con Boca”, pensó y dijo Ramón Díaz cuando habló con Pintado el sábado pasado. Si bien Pintado escuchó el reclamo del entrenador, es muy difícil que haga la gestión esta semana en la AFA ante su amigo Julio Grondona. Sólo lo hará si la AFA acepta el pedido de Boca de postergar su partido. “Si hacen eso, nos tenemos que ir de la AFA”, argumentó ante Líbero la misma fuente. El calendario de River hace que el entrenador piense más en la recuperación de los jugadores lesionados que en hacer frente a los compromisos que tiene por delante. En realidad, Díaz sabe que para poder pelear en el Clausura y en la Copa Libertadores debe tener a los mejores jugadores del plantel en óptimas condiciones físicas y eso no está ocurriendo. River, además, no juega bien y desde hace varios partidos termina jugando de manera muy mezquina. “Hacemos un gol y pedimos la hora”, subrayó a Líbero un importante dirigente del club. Y no se equivoca. Ya contra la Liga Universitaria de Quito, en Ecuador, terminó jugando con dos línea de cuatro. Allí logró el pasaporte a los cuartos de final gracias a los penales (terminó 1-0 abajo en los 90 minutos) con Lombardi, Sarabia, Ramos, Berizzo, Placente (en defensa) y Netto, Gancedo, Astrada y Sorín (en el medio), más Pizzi de punta. Frente a Unión terminó jugando de manera muy similar a lo que hizo en Ecuador. Armó la línea de cuatro con Hernán Díaz, Ramos, Sarabia, Sorín; y en el medio terminaron jugando Astrada, Gancedo, Placente y Gómez. Quedaron arriba Angel y Saviola, aunque el juvenil ocupó el lugar de enganche. Díaz quiere que los lesionados, que son varios, se recuperen para tenerlos a todos a disposición. Sabe que por ahora no puede contar con Pablo Aimar, Marcelo Escudero y Marcelo Gallardo, lesionados y sin poder actuar. Además tiene a varios en recuperación, como Saviola, Berizzo, Berti o Pizzi, que por recomendación médica sólo podrían jugar una vez por semana. Los jugadores tienen fuertes golpes o fatiga muscular y los compromisos hacen que listas no puedan recuperarse como el cuerpo técnico y médico quieren. Pero los problemas físicos no pueden ser excusa a la hora de discutir un estilo de juego. River no está jugando bien y frente a Unión lo volvió a demostrar. Luego del gol que convirtió Angel ayer en el Monumental y que le dio los tres puntos, el equipo retrocedió y terminó sufriendo. Díaz sabe que se vienen momentos importantes y que depende de los resultados para pelear en los dos frentes. El miércoles juega frente a Ferro en Caballito y el domingo recibe a Gimnasia de Jujuy. Una semana después, según el fixture debe enfrentarse con Boca. Luego viene Vélez por la Copa Libertadores. A Díaz le gustaría postergar el partido. Eso sí, más allá de las postergaciones o no, River deberá modificar su actitud de juego, ya que si elimina a Vélez, tendrá que seguir jugando cada tres días y en semifinales de la Copa deberá medirse nada menos que ante el Corinthians o el Palmeiras, ambos de Brasil. Y si quiere pelear el título en la Argentina, también.
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