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LA ACTUALIDAD SEGUN OTROS DIARIOS DEL MUNDO

 

Milosevic no se rinde

Después de más de cuatro semanas de bombardeos de la OTAN, el régimen del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic sigue resistiendo. No ha dado señales de aceptar el pedido de la OTAN de una fuerza internacional en la provincia yugoslava de Kosovo, donde vivía una mayoría de albaneses étnicos sometida a la depuración étnica por los serbios.

The New York Times

El bombardeo desde 4500 metros contra Yugoslavia es la única estrategia militar que los 19 miembros de la OTAN, el Congreso norteamericano y los rusos pueden aceptar como tolerable en este momento. Aunque haya muchos inconvenientes obvios, este método tiene una gran virtud: su capacidad de sostenerlo. La OTAN puede continuar con esta suerte de guerra aérea por un largo tiempo. Los yugoslavos necesitan tener esto en mente. (...) Démosle una oportunidad a la guerra. Veamos cuántos meses de bombardeo necesitamos antes de optar por semanas de invasión terrestre, donde, si ganamos, deberemos ocupar los Balcanes durante años. Hagamos de Kosovo el Vietnam de Milosevic, no el nuestro.(Thomas L. Friedman)

Republika

Milosevic parece esperar que la pérdida de Kosovo salvará su honor y lo mantendrá en el poder, pero antes de enviar a los hijos de otras personas a pelear contra el mundo entero debería acordarse que es difícil ocultar su culpa. El busca que el parlamento y el pueblo asuman la responsabilidad por todo lo que perdió y todo lo que hizo y no hizo en la crisis. Y ahora se supone que nosotros debemos lanzar el grito de guerra, y enviar a los jóvenes a luchar por esta guerra que ya se ha perdido. Una guerra cuyo único propósito es mantener en el poder a aquellos que requieren ruinas, bombas, y víctimas para ocultar su responsabilidad.
(Milena Andric, representante del Parlamento Serbio)

The Independent

Los objetivos de la OTAN en sus ataques de la semana pasada contra un canal de televisión y la residencia oficial de Milosevic no son convincentes. Se argumenta que el simbolismo de estos objetivos terminará por destruir la voluntad de lucha del gobierno serbio, pero este mismo simbolismo podría reforzar el sentimiento serbio de que la OTAN está en guerra contra su nación. La OTAN debería estar segura que los ataques lograrán su propósito. Faltando esto debería limitarse a objetivos militares. Pero los últimos ataques indican que la OTAN no puede encontrar suficientes blancos militares que puedan ser bombardeados desde el aire. Esto que sólo refuerza el argumento a favor de la intervención de tropas de tierra. (Editorial)


La OTAN de fiesta en Washington

Ayer concluyó en Washington la reunión cumbre con la alianza militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte que celebró sus 50 años de una existencia pacífica interrumpida sólo por la actual ofensiva contra Serbia. La celebración reunió a los 19 integrantes de la Alianza y a 9 aspirantes, y sirvió para replantear sus objetivos en el próximo milenio.

Die Welt

Lo nuevo en la OTAN es algo viejo. En el umbral del siglo XXI la Alianza más exitosa de la historia se encuentra de vuelta a sus fuentes: unir estrechamente los propósitos militares con los políticos, aun cuando eso alberga riesgos. Las oportunidades de una unión de este tipo son grandes: la OTAN ya arrojó una red de ofertas y de lazos de cooperación hacia el Este, que llegaron hasta el Oriente. ¿Por qué no intentar algún día algo semejante con Irak, que ya tiene límites directos con la OTAN? La Alianza debe permanecer militar, y devenir política. Tal como sus padres lo desearon inicialmente.(Nikolaus Blome)

The Washington Post

La OTAN no fue concebida para convertirse en el policía del mundo. Los líderes políticos en Europa y América tendrían una enorme tarea si tuvieran que persuadir a la Alianza para intervenir en situaciones que implican las más terribles violaciones de derechos humanos –por ejemplo, en Timor Oriental, en Birmania, en el Tibet, en el Congo–. Esto debe ser tenido en cuenta cuando Estados Unidos urge a sus aliados europeos a embarcarse en nuevas iniciativas para combatir las armas de destrucción masiva, el terrorismo o estados como Libia o Irak. Para empezar, la OTAN debe triunfar en su actual rol como organización de seguridad europea: una que considere que la limpieza étnica es intolerable.(James Chace)

Libération

La OTAN fracasó en su examen de ingreso al siglo XXI. Error de método, error de organización, error de pronósticos (incluso meteorológicos), falta de determinación, coraje insuficiente, grave subestimación del adversario. La otra razón para una buena dosis de modestia en la celebración de Washington es la capacidad que reveló Milosevic para manifestarse en el frente donde menos se lo espera. Todos los golpes son posibles de parte de este táctico notable: nuevo flujo de refugiados, golpe de Estado en Montenegro –último oasis de libertad vigilada en Yugoslavia–, desestabilización de Macedonia, provocaciones militares en Albania. Todo, sin excluir alguna iniciativa diplomática de pura fachada, siempre susceptible de sembrar la confusión, aprove-chando para eso la mediación del ruso Victor Chernomyrdin.
(Editorial, por Jacques Amalric)


Kosovo, el debate sin fin

Desde el comienzo de la operación Fuerza Aliada, los intelectuales europeos iniciaron un debate que dista de estar resuelto entre quienes denuncian los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia y quienes los consideran un mal necesario para poner fin al supremacismo étnico de los serbios que provocó lo que la ONU llamó el “genocidio” de los kosovares.

La República

Yo también me siento albanés. Muchos actores serbios me escribieron: “¿Qué hicimos para que nos bombardeen?”, me preguntan. A mí no me hicieron nada, pero el régimen yugoslavo masacra a sus conciudadanos, a un gran grupo de sus conciudadanos. Y lo que el régimen hace con los albaneses es como si me lo hiciera a mí. Es un principio de solidaridad humana que supera la frontera de los estados, de las regiones. No creo que con Milosevic, hoy, se pueda pactar la paz, o asegurar una convivencia civil entre todas las etnias de la región. Milosevic tiene las manos demasiado manchadas en sangre para volverse confiable.
(Vaclav Havel, dramaturgo, presidente de la República Checa)

Le Monde

La desastrosa intervención en Serbia tiene una ventaja: nos obliga a reflexionar sobre el porvenir inmediato del planeta. La guerra de la OTAN con Yugoslavia no tiene nada que ver con la justicia internacional. La monstruosa explosión regional que desencadenó de manera consciente (a menos que consideremos que los estrategas norteamericanos son unos imbéciles) corresponde a dos objetivos perfectamente claros –salvo para los políticos que ignoran el amor inconsciente que tienen por la servidumbre voluntaria–: fracturar a Europa, obstaculizar el camino a la democracia mundial que emerge lentamente.
(Denis Duclos, sociólogo)

The Guardian

“Querría ser, a veces, un monje de la Iglesia Ortodoxa Serbia que lucha por Kosovo. No hay un pueblo de Europa en este siglo que haya tenido que soportar lo que los serbios soportaron por cinco, ocho años. No hay categorías para esto. Hay categorías y conceptos para los judíos. Uno puede hablar de esto. Pero con los serbios, es una tragedia sin razón, un escándalo”, dijo el escritor austríaco Peter Handke. El escritor austríaco después pidió disculpas por el “lapsus” de comparar el destino de Serbia con el de los judíos durante el Holocausto. Para Su-san Sontag, que pasó varios me-ses en Sarajevo durante el sitio, Handke “está acabado” en Nueva York. El intelectual parisino Alain Finkielkraut dijo que Handke se había convertido en un “monstruo ideológico”. Y el filósofo esloveno Slavoj Zizek es-cribió que la glorificación de los serbios es “cinismo”.

 

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