La OTAN
logró poner fuera de acción el que ahora parece el objetivo primario de sus bombardeos:
los medios estatales yugoslavos del régimen del presidente Slobodan Milosevic. Las
autoridades serbias afirmaron ayer que una violenta serie de ataques contra estaciones
repetidoras cerca de Belgrado y en la frontera con Bosnia dejó a la mayor parte del país
sin acceso a la televisión estatal, cuya sede en la capital yugoslava ya había sido
bombardeada el viernes. La OTAN obtuvo además un margen de acción más amplio cuando
Eslovenia siguió a Rumania en concederle a la OTAN el derecho de usar su espacio aéreo
para realizar sus ataques. Hungría, flamante miembro de la OTAN, dio vía libre para usar
sus bases aéreas. Alemania y Gran Bretaña anunciaron que enviarán 4000 tropas
suplementarias a Macedonia. El bloqueo petrolero contra Yugoslavia debería implementarse
la semana próxima, según fuentes de la Alianza. El secretario general de la OTAN, Javier
Solana, afirmó que los barcos rusos no serán exceptuados. Moscú había calificado al
embargo de ilegal.
En lo que un oficial británico describió al diario The Guardian como el día más
agitado hasta el momento, los aviones de la OTAN cumplieron la promesa de sus
líderes políticos en Washington de intensificar los ataques. Los bombardeos
se centraron en los medios oficiales del gobierno serbio. Una serie de ataques contra
puntos clave de la cadena de comunicaciones yugoslava logró interrumpir todas las
transmisiones de la televisión estatal serbia. La radio se vio forzada a usar canales
privados para seguir en el aire. La agencia yugoslava Tanjug, que difundió la
información sobre los daños, también fue atacada ayer. La OTAN considera que estos
medios están integrados en el sistema de mando y control militar yugoslavo, por lo que
son objetivos legítimos.
Los ataques seguirán incrementándose, ya que la OTAN obtuvo el uso del
espacio aéreo de la mayoría de los vecinos de Yugoslavia. El jueves el Parlamento de
Rumania aprobó darle el derecho a la OTAN de realizar operaciones sobre su territorio, y
ayer Eslovenia imitó la medida. Junto con el espacio aéreo sobre Bosnia, el vuelco de
Eslovenia termina de abrir el norte de Yugoslavia a los aviones de la OTAN. El vocero de
la Alianza Jamie Shea declaró ayer que ahora les es posible penetrar el espacio
aéreo yugoslavo desde distintos lados, lo que le hará muy difícil a las defensas
aéreas yugoslavas estimar cuándo y desde qué dirección estamos llegando. Los
únicos países que aún no forman parte del cerco en torno a Yugoslavia son Bulgaria,
cuyo parlamento decidirá hoy esta cuestión, y Grecia.
El dispositivo militar terrestre occidental cerca de la zona de guerra sigue aumentando.
Autoridades de la OTAN anunciaron que 4000 soldados alemanes y británicos están en
camino hacia Macedonia a través de Grecia. Sumados a los 5300 hombres que
Estados Unidos planea enviar a la región, la fuerza total de la OTAN será de 56.000
tropas, más de un cuarto de los 200.000 que se estima informalmente hacen falta para
montar una invasión terrestre. Shea subrayó que este despliegue había sido decidido
antes de que comenzaran los ataques aéreos el 24 de marzo, y que su propósito era
integrar una fuerza internacional de paz para la región.
FIN DEL 5O CUMPLEAÑOS DE LA OTAN
Regalos para todos
Debemos vencer en
Kosovo. Con estas palabras, el presidente norteamericano Bill Clinton dio fin ayer
en Washington a la celebración del cumpleaños número 50 de la OTAN, donde concurrieron
los 19 jefes de gobierno de los países miembros. El principal acuerdo común fue el
compromiso de preservar la seguridad de los países vecinos a Yugoslavia y promover un
programa de ayuda económica y cooperación política en los Balcanes. La campaña aérea
continuará hasta que Belgrado acepte los términos de la OTAN, que mantiene abierta la
opción de intervenir con tropas terrestres. Clinton conversó ayer una hora y media por
teléfono con su colega ruso Boris Yelstin. La vía rusa de mediación será puesta a
prueba por el vicesecretario de Estado norteamericano Strobe Talbott, quien partió ayer
hacia Moscú para encontrarse con el enviado ruso a Belgrado, Viktor Chernomydin.
Al final del cumpleaños de la OTAN surgió accidentalmente la posibilidad de una guerra
nuclear: Clinton se había olvidado la valija con los códigos de los misiles nucleares
norteamericanos en el salón de encuentros, y tuvo que mandar un asistente a recuperarla.
La cumbre atlantista no resultó en ningún cambio radical en el plano militar. Los jefes
de gobierno acordaron mantener por el momento la actual estrategia de ataques contra
Yugoslavia hasta que el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic acepte las condiciones de
la OTAN. No se tomó ninguna decisión sobre el empleo de tropas de tierra para resolver
el conflicto, pero los líderes políticos de la OTAN acordaron mantener abierta esa
opción. El premier ruso Yevgueni Primakov advirtió que reconsideraría sus
relaciones con los países de la OTAN si deciden enviar tropas de tierra.
El principal logro de la cumbre fue forjar un Plan de Acción de Solidaridad
Política de apoyo a los países fronterizos con Yugoslavia. Políticamente, el
acuerdo brindará a la región una cooperación más estrecha con la Unión Europea (UE),
a través de la Asociación para la Paz de la OTAN. La Organización para la Seguridad y
Cooperación en Europa (OSCE) se ocupará de promover la democracia y el buen
gobierno. El aspecto económico del paquete incluirá una combinación de medidas de
alivio de deuda y de ayuda directa para compensar las pérdidas comerciales resultantes
del conflicto. La seguridad de estos países contra agresiones yugoslavas fue garantizada.
Decimos sin ambigüedad que si Serbia desafía a sus vecinos como resultado de la
permanencia de la OTAN nosotros responderemos, proclamó claramente Clinton.
Las medidas anunciadas fueron bien recibidas por sus beneficiaros. El portavoz de la OTAN,
Jamie Shea, dijo que los siete países Albania, Macedonia, Rumania, Bulgaria,
Eslovenia, Bosnia y Croacia dejaron en claro que querían que la OTAN ganara la
guerra. A pesar de los intensos problemas políticos y económicos que el conflicto les ha
creado.
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