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La OTAN XXI, modo de uso Por Claudio Uriarte |
 Muchas
gracias y congratulaciones por haber adquirido este formidable aparato para la defensa
(perdón, para la “gestión de crisis”) del siglo XXI, la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, completa con los últimos avances en misiles guiados por
láser y bombarderos inteligentes. Usted se agrega a una lista de ya felices y orgullosos
poseedores, los más recientes de los cuales son Polonia, Hungría y la República Checa.
Para su mejor uso, se aconseja seguir escrupulosamente estas instrucciones básicas:1) Jamás dispare un solo tiro. Si lo hace, cualquier potencia sudeuropea de segundo orden (como Yugoslavia) podrá sostenerse firmemente contra sus bombardeos, que entonces serán ridiculizados. Recuerde que la Guerra Fría se ganó sin disparar un solo tiro (y tal vez por eso mismo). 2) Si a pesar de todo se ve obligado a disparar, hágalo con misiles de crucero –disparados desde barcos bien lejos de la zona de conflicto– o con bombas lanzadas desde bombarderos a gran altura. Militarmente no conseguirá nada, pero al menos se dará el gusto de destruir muchísimos puentes, ministerios, televisoras, residencias de dictadores, depósitos de combustible y cuarteles vacíos. En la reconstrucción de posguerra, podrá ofrecerle al país atacado un crédito. Un crédito–puente, claro. 3) Nunca, pero nunca, comprometa tropas de tierra, ni pilotos dispuestos a volar a baja altura. Recuerde que en esta cruzada por los derechos humanos europeos la vida de un solo soldado o aviador de la Alianza vale infinitamente más que el destino de aquellos a los que se busca proteger (o, para el caso, de aquellos que viven cerca de los enemigos que se busca destruir), que, al fin y al cabo, son apenas musulmanes, o eslavos. 4) En caso de duda sobre la eficacia de los bombardeos, duplique o quintuplique su intensidad. El resultado no es seguro, pero, por ahí, algo pasa. Si no es así, échele la culpa al mal tiempo. 5) En caso de tener que tomar alguna decisión crucial, no se preocupe: siempre puede postergarla creando un comité responsable de compatibilizar las opiniones de sus 19 miembros, incluyendo a Islandia. No se olvide de consultar también a sus futuros socios. 6) Y si pese a todo fracasa, consuélese. Usted es parte de un ejército ultramoderno, hecho para librar las guerras del siglo XXI, con enemigos del siglo XXI. El serbio es un ejército viejo, lleno de trucos que usted ya ha olvidado, y con razón. Ordene un alto el fuego, llame a Rusia para que le saque las papas del ídem, y proclámese el vencedor moral.
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