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Por Mariana Carabajal "Fue un vuelo mal parido. Salió tarde, llegó mal y el final fue desastroso", describió a Página/12 uno de los pasajeros de Austral que sobrevivió al accidente del micro que los trasladaba desde el aeropuerto de San Juan a San Luis, adonde el avión no había podido aterrizar por cuestiones climáticas. El ómnibus volcó 5 kilómetros antes de ingresar al territorio puntano por causas que todavía no pudieron determinarse, en medio de lluvias y neblina, y dejó un saldo de 5 muertos y 25 heridos, uno de ellos de gravedad. Entre los fallecidos hay un custodio del gobernador de San Luis y un funcionario de su gobierno. La nómina de heridos también incluye integrantes del gabinete de Adolfo Rodríguez Saa, al intendente de Villa Mercedes, la segunda ciudad de la provincia, y un gremialista de la UOCRA. El viaje en micro fue contratado por Austral. "La empresa va a asumir la responsabilidades que le correspondan", anunció a este diario el gerente de Relaciones Públicas de Austral, Santiago García Rúa, sin dar más precisiones al respecto. El accidente se produjo alrededor de la 0.05 de ayer, en una zona desértica y solitaria de la ruta 147, en el paraje Las Trancas, a 160 kilómetros de la ciudad de San Juan y 155 de la capital puntana. El ómnibus pertenecía a la empresa 20 de Junio, de la capital sanjuanina. "Venía dormitando, como la mayoría de los pasajeros, y me desperté al ver que el ómnibus derrapaba. El chofer perdió el control, se fue para un lado de la banquina y el vehículo quedó mirando para el lado contrario al que íbamos; después dio como tres vueltas. Hubo personas, como yo y mi mujer, que salimos despedidas antes de que se aplastara el techo. Otras salieron para el otro lado, hacia el que giraba el vehículo, y quedaron muy mal", relató a este diario José González Riollo, de 50 años, subsecretario de Vivienda de San Luis, quien sufrió golpes en distintas partes del cuerpo pero sin gravedad, al igual que su esposa, Silvia Correche, de 39 años, que terminó con algunos traumatismos en sus piernas (ver aparte). Los muertos fueron identificados como Augusto Pertchanker (58), director de la Caja Social de San Luis; Arnaldo Barroso (45), policía de la custodia de Rodríguez Saa; Silvia Ramona del Carmen Azeta (50), empresaria puntana; Alejandra Judith Ramírez, profesora universitaria y empleada del gobierno de San Luis, y Horacio Refogo (40), domiciliado en Rafael Castillo, partido bonaerense de La Matanza. Se encontraba en grave estado Norma Bazán, secretaria gremial de SADOP (docentes privados) de San Luis, quien permanecía internada en terapia intensiva, en el Hospital Rawson de San Juan. Todavía no se sabe si el accidente se produjo por una falla humana o técnica. En el caso tomó intervención la jueza de instrucción en lo penal de San Juan, Lucero de Kolker. Ayer la magistrada no pudo tomarle declaración al chofer del micro, Miguel Angel Alvarez (38), debido a que se encontraba internado en el Instituto de Traumatología de la capital sanjuanina, con traumatismos en el tórax. No obstante, se descartó que el vehículo haya chocado contra otro rodado. "Una de las posibilidades es que la lluvia caída en la zona haya motivado el accidente y que por esa razón el chofer haya perdido maniobrabilidad", señaló el oficial principal de la policía sanjuanina Carlos Reynoso. Algunos pasajeros, como el sindicalista de UOCRA Marcos Sosa, dijeron que el siniestro se produjo cuando el micro embistió a un animal, pero la policía confirmó oficialmente que no apareció en la zona ningún animal muerto. "El conductor podría haber intentado esquivar, sin llegar a agarrarlos, caballos o burros sueltos", dijo a este diario el asesor gerente de la empresa 20 de Junio, Evaristo Ale. "Se le habría corrido un poco el micro de la ruta y como ahí la banquina no es pareja, el vuelco se habría producido al entrar en una hondonada", dijo Ale, a modo de hipótesis. Según la versión del ministro de Gobierno de San Luis, Héctor Torino, el conductor "se habría comido una curva al ir a una velocidad muy alta". Ale desechó esta posibilidad al señalar que Alvarez es "un chofer experimentado, que conocía la ruta y no podía conducir a más de 90 kilómetros, porque el micro tiene un controlador de velocidad, que si la supera enciende una chicharra y una luz". El directivo de la empresa de transporte indicó que se trató del primer accidente de ese conductor y precisó que Austral suele contratarlos habitualmente para llevar pasajeros cuando sus aviones no pueden aterrizar en los aeropuertos de San Rafael o San Luis y son derivados a San Juan.
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