 La OTAN
realizó ayer una partición de facto de Yugoslavia. Los aviones de la Alianza lograron
destruir en la ciudad de Novi Sad el último puente yugoslavo sobre el Danubio que seguía
en pie, dejando virtualmente aislada la provincia norteña de Voivodina del resto del
país. Fuentes de la OTAN afirmaron que durante esta semana planean intensificar sus
bombardeos contra las tropas serbias en Kosovo, y que entrarán en acción los
helicópteros Apache. “Será una pesadilla para los batallones serbios”,
aseguró un funcionario. Hasta el momento, las autoridades yugoslavas concuerdan con que
los bombardeos de la OTAN han provocado una pesadilla sangrienta, con 500 civiles muertos,
4500 heridos, y daños por decenas de miles de millones de dólares. Según el Alto
Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), los serbios utilizan a decenas de
albano-kosovares como escudos humanos en un depósito de municiones en Kosovo.
La OTAN logró una de las quimeras en su campaña de destrucción de la infraestructura
contra las líneas de abastecimiento del ejército serbio en Kosovo: la destrucción de
toda comunicación vial yugoslava a través del Danubio. El foco de los ataques fue
siempre la ciudad de Novi Sad, que forma un cuello de botella por donde las principales
carreteras y ferrocarriles cruzaban el río. Los restantes puentes habían sido destruidos
el 1º y el 3 de abril, y ayer la OTAN completó su operación. También eliminaron un
puente sobre el río Sava en Belgrado.
Además de complicar todo tipo de tráfico en Yugoslavia al seccionar prácticamente al
país en dos partes, la destrucción de los puentes también cuadra con la estrategia de
la OTAN de cortar el suministro de petróleo a Yugoslavia. La importante refinería de
Pancevo quedó ayer del lado equivocado –en relación a Kosovo– del río
Danubio, dificultando así el transporte de combustible desde allí hacia las fuerzas
militares en la provincia. La otra refinería del país, en la misma Novi Sad, fue
fuertemente incendiada ayer por la OTAN.
Sin embargo, durante esta semana la principal meta de la OTAN no serán objetivos
relacionados con el petróleo, sino el ejército serbio en Kosovo. El Pentágono envió
ayer 30 aviones de abastecimiento de refuerzo, y ayer terminaron de llegar a sus bases en
Albania los 24 helicópteros antitanque Apache, que entrarán en acción esta semana. Los
Apache operan muy efectivamente de noche, y el mal tiempo no afecta su operación, por lo
que los ataques se harán constantes. “Las unidades serbias en Kosovo –afirmó
una fuente anónima de la OTAN– deberán estar en movimiento sin cesar para no ser
destruidas.”
La respuesta de las autoridades del ejército yugoslavo sigue siendo desafiante.
“Estamos determinados a proseguir en esta guerra que nos ha sido impuesta”,
declaró en un mensaje público el jefe del Estado Mayor Dragoljub Ojdani. Los ataques de
la OTAN sólo podrían ser dificultados por las revelaciones del uso por parte de los
serbios de “escudos humanos” en objetivos clave en la provincia. “El
segundo y último piso de un depósito de municiones está lleno de mujeres y niños
separados de sus padres y maridos, quienes pudieron viajar a Albania”, declaró un
funcionario de la ACNUR refiriéndose a las medidas serbias para defender su baluarte de
Kosovo.
El Apache está que arde
La OTAN elogió repetidamente los 24 helicópteros norteamericanos Apache enviados a
Albania para participar de la ofensiva contra Yugoslavia como la última palabra en
tecnología antitanques. Cada uno es una inversión multimillonaria en dólares, están
armados con cañones y misiles de gran poder, y vuelan equipados con la última
tecnología para evadir detección. Pero su llegada ayer a la capital albanesa de Tirana
fue menos que auspiciosa: uno de ellos se estrelló contra la pista, según tuvo que
reconocer el Pentágono. Los pilotos fueron rescatados sanos y salvos de los escombros, y
el helicóptero ardió en llamas pocos minutos después. Nadie supo decir con certeza
cuáles fueron las causas de la caída, pero el coronel Richard Bridges del Pentágono
pudo asegurar con orgullo que “no fue derribado por fuego hostil”. Otro Apache
nunca pudo llegar a Albania, a causa de “problemas técnicos”, y permanece en
Italia. |
ESCALADA EN EL GUERRA DEL PETROLEO CONTRA SERBIA
Con el mazo dando y a Rusia rogando
La Unión Europea (UE)
se reunió ayer para intensificar las sanciones contra Yugoslavia, aunque no deja de
confiar en Rusia como mediador para llegar a un cese del fuego. Los 15 países europeos
habían decretado el viernes pasado un embargo petrolero, y ayer sus cancilleres, reunidos
en Luxemburgo, llegaron a un acuerdo para aplicar nuevas medidas: embargo aéreo,
prohibición de conceder visas y congelamiento de fondos en Europa para cualquier
personaje cercano al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y prohibición para las
empresas europeas de invertir o exportar bienes a Yugoslavia. Además, aprobaron el envío
de casi 300 millones de dólares en ayuda a los refugiados kosovares y un proyecto para ir
hacia “una asociación” de la Unión con Albania y Macedonia por “su
contribución a la seguridad y la estabilidad de los Balcanes”. La OTAN anunció ayer
que no impedirá la entrada de buques petroleros rusos a la costa yugoslava.
Moscú será por estos días el centro de todas las negociaciones. El vicesecretario de
Estado norteamericano, Strobe Talbott, se reunirá hoy allí con el enviado especial ruso
para Yugoslavia, Viktor Chernomyrdin, con quien discutirá qué puntos en común se pueden
encontrar entre la posición yugoslava y la de la OTAN. Mañana será el secretario
general de la ONU, Kofi Annan, el que aterrizará en la capital rusa para negociar con el
principal país aliado de los serbios. Ese mismo día también llegará el canciller
griego, George Papandreou. La embajada canadiense en Moscú informó que el canciller de
ese país, Lloyd Axworthy, estará en Rusia el jueves.
A esta invasión de diplomáticos en Moscú hay que sumarle la de llamados telefónicos:
el del domingo del presidente norteamericano Bill Clinton y el de ayer de su par francés,
Jacques Chirac. Ambos dirigieron al líder ruso Boris Yeltsin un mensaje claro:
“Rusia tiene que desempeñar un papel más importante en la resolución del
conflicto” y para ello debe “incrementar la presión sobre las autoridades de
Belgrado”, según la portavoz presidencial francesa, Catherine Colonna.
Todos estos movimientos pueden dar lugar a interpretaciones optimistas sobre el éxito de
la diplomacia, pero el principal punto de fricción sigue siendo el mismo: Milosevic
acepta todas las exigencias de la OTAN menos el despliegue de fuerzas aliadas para
verificar el regreso de los refugiados de Kosovo y el cumplimiento de la autonomía para
esta provincia dentro de Yugoslavia. Un emisario de Milosevic transmitió ayer al líder
libio, Muamar el Kadafi, una “iniciativa” en la que se acepta “la creación
de una fuerza para el mantenimiento de la paz” que opere en Yugoslavia, siempre y
cuando se excluya de sus integrantes a los miembros de la OTAN. Esto mismo propuso
Milosevic a Chernomyrdin en una reunión realizada la semana pasada, sin ninguna respuesta
positiva por parte de los aliados.
Mientras tanto, el gobierno yugoslavo reaccionó ante el embargo petrolero europeo
remarcando sus lazos con Rusia. “El canciller ruso Igor Ivanov afirmó claramente que
Rusia no aceptará ese embargo”, dijo el embajador yugoslavo en Moscú, Borislav
Milosevic, hermano del líder serbio. Rusia es el principal proveedor de crudo de
Yugoslavia.
La OTAN y su serbio bueno
Vuk Draskovic elevó el tono de las críticas hacia Slobodan Milosevic y los voceros de la
OTAN, ávidos de éxitos que no llegan, salieron rápidamente a decir que los ataques
aliados “están provocando grietas en el régimen de Belgrado”. El
vicepresidente yugoslavo, líder del partido opositor al Partido Socialista del
presidente, había aceptado el domingo el despliegue de una fuerza de paz en Yugoslavia
que incluya a países de la OTAN, algo que Milosevic rechaza. “Tenemos derecho a no
desear que los países de la OTAN participen en una misión de establecer la paz en
Kosovo, pero nuestro deber es respetar toda resolución del Consejo de Seguridad de la ONU
y si ésta dice que la misión debe estar formada por fuerzas aliadas, debemos
aceptarlo”, había dicho Draskovic, quien criticó a Milosevic por no darse cuenta de
que toda la comunidad internacional está en contra de Belgrado. Claro que Draskovic
también disparó contra la OTAN por la utilización de blancos civiles para derrotar a
Milosevic. “Es como la condena a muerte de los ayatolas iraníes contra el escritor
Salman Rushdie porque no les gustaba lo que escribía”, señaló.
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