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POLEMICA POR LA ALICUOTA DE LA MEDICINA PREPAGA
Roque no quiere medio IVA

Si el Congreso insiste en la tasa del 10,5 por ciento, “habrá más recortes al Presupuesto”,   advirtió Economía. Hay $ 250 millones en juego.

Roque Fernández, ministro de Economía, a todo o nada.
Si no le aprueban el IVA al 21 por ciento, toma la tijera.

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t.gif (862 bytes)  “Si los diputados insisten con una alícuota del IVA del 10,5 por ciento a la medicina prepaga –en vez del 21 por ciento propuesto por el Gobierno-, estaremos obligados a hacer algunos ajustes presupuestarios.” La advertencia, pronunciada ayer por el subsecretario de Política Tributaria, Guillermo Rodríguez Usé, ya está puesta en números: Economía planea adicionar 250 millones de pesos al recorte de gastos ya anunciado de 1000 millones para este año, en caso de que el Congreso concrete esta misma tarde el anunciado rechazo al veto presidencial sobre algunos puntos de la reforma tributaria.
La determinación del bloque justicialista de la Cámara baja de insistir con el IVA diferencial para la medicina prepaga fue puesta de manifiesto por el propio titular de la bancada, Humberto Roggero, al jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, durante un encuentro que ayer mantuvieron en la Casa Rosada. “Con el IVA del 21 por ciento estamos en el peor de los escenarios ya que el Estado no puede recaudar nada. Los fallos judiciales en contra de la decisión del Ejecutivo traban el cobro y crean una situación de inseguridad jurídica. Al menos, si la tasa queda en el 10,5 por ciento, la DGI podrá cobrar la mitad del dinero”, fundamentó Roggero frente al ministro coordinador. Según los cálculos del legislador, de esta manera Economía podría juntar 150 millones de pesos anuales en vez de los 300 millones proyectados.
Sin embargo, la cuenta que sacó Roque Fernández difiere de una manera rotunda con la realizada por los parlamentarios. Rodríguez Usé aclaró que con un IVA al 10,5 por ciento, apenas podría recaudarse “entre 30 y 45 millones de pesos” –entre 10 y 15 por ciento del total previsto con una alícuota del 21 por ciento–, debido a que las compañías “tienen crédito fiscal como para compensar entre siete u ocho puntos” del IVA que deben ingresar al fisco como saldo final. En principio, Carlos Silvani, el titular de la AFIP, se había mostrado predispuesto a dejar un IVA del diez y medio, ansioso por empezar a cobrar el impuesto y destrabar su aplicación. Pero esa iniciativa chocó con la férrea posición mostrada por el ministro de Economía.
“Los números ya se habían acordado con el FMI. Y si hay cambios, y la alícuota queda en el 10,5 por ciento, habrá que reconsiderar las cosas; nos obligará a hacer algunos ajustes presupuestarios”, sentenció Rodríguez Usé. De esta manera, el funcionario adelantó que para Economía es vital contar con los 300 millones que generaría la aplicación del IVA para las prepagas para poder cumplir con la meta de déficit fiscal –de 4950 millones de dólares– pactada con el FMI para este año. Y que si existe un desvío, habrá que podar gastos que ya estaban asignados.
Con la rotunda negativa de los legisladores de dejar pasar los cambios introducidos por Carlos Menem a la reforma tributaria sancionada en diciembre del ‘98, ahora todas las fichas de Economía están puestas en la Corte Suprema. El deseo de Roque es que el máximo tribunal revoque los 150 fallos de primera y los otros 40 en segunda instancia judicial que se pronunciaron en contra de incluir el IVA en la medicina.
Sin embargo, el quórum para que Diputados dé marcha atrás esta tarde con la propuesta de la Casa Rosada y vuelva a imponer un IVA diferencial a la medicina prepaga parece garantizado, ya que la Alianza anticipó que votará en ese sentido. “Nos pusimos de acuerdo con los peronistas para rechazar los vetos”, adelantó el aliancista José Gabriel Dumón.
La pulseada entre Diputados y Economía no se limita a la medicina privada. Los legisladores insistirán además con el rechazo a la extensión del IVA sobre las radios de baja frecuencia y a la publicidad en las revistas pequeñas y medianas; todas ellas, variantes que el Gobierno impuso en la ley de reforma impositiva. Aunque la palabra final la tendrá el Senado, dentro de siete días, cuando le toque el turno de revisar los vetos de Carlos Menem.

 


 

REUNION CLAVE DE DIPUTADOS DEL PJ
Para vaciar cajones

t.gif (862 bytes) La Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados tiene hoy una agenda cargada. A instancias del oficialismo, los legisladores prevén dar despacho a un proyecto de ley para insistir con la aplicación de una alícuota diferencial para las prepagas (ver aparte) y los pequeños medios de comunicación. En el mismo cónclave, es factible que dictaminen a favor de un proyecto impulsado por el PJ para anular las leyes secretas, que, entre otras atribuciones, le permiten al Poder Ejecutivo hacer compras del exterior libres de impuestos.
El rechazo al veto del Ejecutivo sobre el artículo del Presupuesto que pretendió imponer una alícuota del 10,5 por ciento a las empresas de medicina prepaga no sólo tiene respaldo político dentro del Parlamento sino que fue acordado en la última reunión de gabinete nacional. Entonces, Jorge Rodríguez hizo un guiño al titular de bancada, Humberto Roggero, para que la Cámara insista con su idea de favorecer a aquella actividad. Economía se resiste a esa iniciativa.
También hay principio de acuerdo sobre el proyecto de ley impulsado por el justicialista Eduardo Caamaño para derogar todas las leyes secretas, que habilitan al Gobierno a realizar operaciones con franquicias impositivas. En virtud de este tipo de normas, el Gobierno puede, por ejemplo, comprar armas al exterior sin tributar un solo impuesto para nacionalizarlas; haciendo uso de esa prerrogativa es que se importaron coches para equipar las fuerzas de seguridad, privando al fisco de la correspondiente recaudación.
“Así, Fabricaciones Nacionales no tiene cómo competir”, justificaba ayer ante este diario el titular de la Comisión de Presupuesto, el santafesino Oscar Lamberto, quien sostiene que la propuesta derogación será una manera de “proteger la industria nacional” (incluyendo en el amparo a las automotrices).
Los diputados de esa comisión también analizarán la prórroga del Impuesto a las Ganancias, que vence en marzo del 2000. Como es habitual, Economía solicita una extensión del gravamen por diez años, algo que el Congreso año a año resiste y acota a sólo doce meses. Convalidar el plazo del Ejecutivo equivaldría a prolongar por una década la cuestionada vigencia del Fondo del Conurbano Bonaerense, que se nutre con la recaudación de este tributo.

 

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