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ESTUDIAN EXTENDER A OTROS BARRIOS EL PLAN PILOTO DE SAAVEDRA
Vecinos para vigilar las calles

El comisario dice que disminuyeron las denuncias y los vecinos se  sienten más seguros. Así se analizó el plan de Saavedra.

Mariano Ciafardini (derecha), director de Política Criminal, junto a legisladores porteños.
La Junta de Seguridad de la Legislatura se reunió con el funcionario a analizar la experiencia.

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Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) El plan piloto para la prevención del delito en el barrio de Saavedra podría extenderse en poco tiempo a toda la ciudad de Buenos Aires, si el gobierno porteño tiene la voluntad política de impulsar la iniciativa. A esa conclusión llegaron el director de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Mariano Ciafardini, y el titular de la Junta de Seguridad de la Legislatura, el diputado Roque Bellomo, en diálogo con Página/12. Después de exponer ante los legisladores los detalles del plan, Ciafardini concluyó: “Aún no se puede hablar de balance, pero lo cierto que los vecinos que participan del programa tienen una mayor sensación de seguridad; y el comisario de la seccional 49 asegura que desde que se implementa el plan, ha disminuido la cantidad de denuncias de delitos”.
El plan piloto en Saavedra se lleva a cabo merced a un convenio entre el Ministerio de Justicia de la Nación y el Gobierno de la Ciudad. Consiste en gestionar con los vecinos del barrio estrategias de prevención del delito, tomando el modelo aplicado en ciudades de Canadá, Estados Unidos y en algunos países europeos.
“Que los vecinos discutan si es necesario reformar el Código Penal o bajar la edad de imputabilidad, no conduce a nada. Lo que sí pueden debatir son medidas concretas de prevención para el barrio”, afirmó Ciafardini. Según explicó el funcionario, el trabajo con los vecinos incluye dos planos:
* Restar oportunidades para que se cometan delitos (reforzar la vigilancia en las zonas vulnerables, mejorar la iluminación o cambiar las paradas de colectivo a sectores más seguros).
* Asistir con planes de desarrollo social a los sectores más vulnerables. Especialmente, a los jóvenes en situación de riesgo de constituirse en mano de obra para la delincuencia.
“La idea es que los vecinos contribuyan a elaborar un diagnóstico, un paneo de los delitos y modalidades en cada barrio. Después hacen propuestas y, finalmente, ejercen el control”, argumentó el funcionario.
El plan se lleva a cabo más intensamente en unas 100 manzanas de
Saavedra. El área incluye familias de nivel medio y sectores más necesitados. “Lo ideal es que participen todos los sectores, aunque lo hagan en reuniones por separado, porque cada uno tiene sus intereses”, sostuvo Ciafardini.
En esas cien manzanas, los vecinos hicieron cadenas telefónicas para consultarse o alertar ante la presencia de extraños en el barrio; propusieron la mejor iluminación de calles, y un sector administra 16 puestos laborales del Plan Trabajar –que se duplicarán este año–, mediante el que jóvenes desocupados reconstruyen los desagües pluviales del Barrio Mitre, un sector carenciado enclavado en Saavedra.
También se propuso la creación de un predio para practicar actividades deportivas. En virtud de las propuestas de los vecinos, además, el titular de la comisaría 49ª rediseñó la vigilancia del barrio. “La idea de los bicipolicías surgió de estas reuniones, no como reemplazo de los patrulleros sino para ampliar el margen de maniobra del vigilante de la esquina. Por primera vez se implementó en Parque Sarmiento”, precisó Ciafardini.
“El programa puede contribuir a disuadir, va a ayudar a bajar el nivel de hechos delictivos ocasionales en el barrio. Pero no va a disminuir la tasa de asaltos a bancos, los delitos cometidos por bandas organizadas”, aclaró el director de Política Criminal.
–¿En qué plazo es posible extender este plan al resto de la ciudad?
–Depende de la decisión política del Gobierno de la Ciudad. El plan debe ser implementado por los municipios, pero por las características de Buenos Aires, que por sus dimensiones se parece a una provincia, debería ser instrumentado por los centros de Gestión y Participación. Hacen falta unos meses más para que el plan se consolide en una zona más amplia. Costómucho organizar el barrio, pero porque se trataba de la primera vez. Además, se está capacitando gente que está en condiciones de trasladar la experiencia a otros lugares. Con apoyo y decisión política, el programa puede expandirse rápidamente.
Ante la misma pregunta, el diputado Roque Bellomo (Alianza), presidente de la Junta de Seguridad, manifestó el apoyo al plan y coincidió en que su propagación a otros barrios de la ciudad “depende de una decisión política del gobierno porteño”. De todas formas, comprometió el apoyo de la Legislatura, en especial de la junta que preside. “Los legisladores y sus asesores nos comprometimos a tomar contacto con los vecinos de Saavedra, con el fin de reeditar la experiencia en otros lugares.” Por lo pronto, el plan ya fue declarado “de interés general”, mediante una ley sancionada por la Legislatura.

 


 

UN MUERTO Y TRES HERIDOS
La Matanza a tiro limpio

t.gif (862 bytes) Un feroz tiroteo se desató ayer en Rafael Calzada, La Matanza, cuando cuatro hombres intentaban asaltar un camión. Las balas llovieron literalmente: un ladrón cayó muerto y otro resultó herido, al igual que un policía y una pasajera de un colectivo. La espectacular persecución incluyó desde un auto secuestrado a punta de pistola a un choque múltiple e incluso un policía atropellado en medio de la confusión por un patrullero.
Todo empezó cuando un móvil del Comando de Patrullas vio a los ocupantes de un Duna en un aparente intento de robo. Les dieron la voz de alto, pero según la versión policial allí se inició el intercambio de disparos. Un suboficial que se encontraba de franco y viajaba en un colectivo de la línea 378 vio todo y bajó para intervenir. Su participación habría salvado la vida a un compañero, que poco antes había trastabillado con su ametralladora en la mano e iba a ser rematado por uno de los asaltantes. Pero resultó herido y ayer fue operado en el Hospital Churruca.
La mayoría de los 30 pasajeros del colectivo se consideró con suerte, visto lo que vino después. La lluvia de balas le tocó sólo a una de las pasajeras del 378: una mujer de 35 años que recibió heridas en una pierna, aunque no de gravedad. Al mismo tiempo era herido uno de los ladrones y otro detenido ileso.
Los otros dos, en cambio, lograron escapar: interceptaron un auto Fiat Tempra, obligaron al conductor a bajar a punta de pistola y siguieron la fuga hacia el sudoeste. La persecución continuó a lo largo de varios kilómetros por las calles de Rafael Castillo, Gregorio de Laferrere y por la Ruta 212. A esa altura se habían sumado varios móviles del Comando de Patrullas y las comisarías de la zona. Finalmente el Tempra realizó una mala maniobra que lo llevó a estrellarse con un camión frigorífico de la empresa General Las Heras y después contra un poste de luz. La policía sostuvo que, aún después del choque siguió el tiroteo y como consecuencia uno de los ladrones murió y su compañero fue detenido. Otro policía resultó herido, pero éste embestido por las propias patrullas policiales en medio de la confusión generalizada.

 

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