 Escribo unas líneas para John Brown en el reverso de una postal
del PerroFernando, héroe chaqueño, cuando suena el teléfono. –Cómo encontró todo
–me dispara con voz amistosa mi ahora ex vecino de Tallahassee.–Bueno, sin
entrar en detalles por aquí todo está igual.–¿Y eso ahí es bueno o malo?
–Nunca se sabe. ¿Y usted cómo anda?–Siguiendo la campaña de los Patriots. Y
viendo cómo acabamos con esebastardo. ¿Vio cómo lo dejamos sin televisión? ¿Y qué me
dice que ahora está en guerra también contra Albania?–Esa guerra se parece cada vez
más a Vietnam. Los Estados Unidos y la OTAN van a usar a Albania como usaron al régimen
de Saigón. Armarán a los kosovares hasta los dientes, para que ellos hagan el trabajo
sucio y entonces la matanza sea entre albaneses y serbios. Lo cual es sencillamente
asqueroso, John. Si todas las guerras son inmorales por definición, en tanto abolición
del diálogo, las posibilidades tecnológicas actuales permiten ver que esta guerra es de
las más repugnantes de la Historia. Por lo menos, la más cínica. –¿Pero usted se
olvida de que en Belgrado sigue gobernando Milosevic? ¿Por qué no se deja de criticar y
ofrece una salida, eh? Pero no una frase; una salida.–Mientras más hostigan a
Milosevic, más lo fortalecen. Para los yugoslavos esta guerra es una causa nacional.
También cuando los norteamericanos invadieron Veracruz en 1914, todo el pueblo mexicano
se unió en contra aunque estaban en plena revolución.–No me venga con historias del
pasado y diga cuál es la opción. –No la tengo, John. Me encantaría, pero no la
tengo. Pero no tenerla no inhabilita mi pensamiento ni que me pase los días procurando
ver esta guerra con ecuanimidad y equilibrio.–Pero usted tampoco es parejo. ¿Acaso
no defiende la lucha de los pueblos sojuzgados por el así llamado
“imperialismo”? ¿No denuncia en su diario, a cada rato, las injusticias que las
naciones poderosas cometen contra las débiles? ¿Acaso no simpatiza con la guerrilla
zapatista, por ejemplo?–No sé adónde quiere ir, pero digamos que en general es
así...–¿Entonces puede explicarme por qué se muestra tan sensible con
lospaneslavistas yugoslavos pero no dice una sola palabra sobre el Ejército de
Liberación Kosovar? ¿Por qué para usted la causa de los mexicanos es más justa que la
de los kosovares albaneses? –La gran diferencia radica en que Kosovo no es un país,
sino una provincia. Es como si mañana los cubanos de Miami, o los mexicanos de
California, siendo mayorías étnicas con su religión y sus costumbres, deciden
independizarse de los Estados Unidos... Y cuando ustedes no los dejan y los reprimen,
ellos inventan el Ejército de Liberación CubanoMiamés, o las Fuerzas Armadas de
Liberación Chicana.–Esas suposiciones, aparte de imposibles, son de mal gusto.
–¿Imposibles? Al paso que vamos yo no estaría tan seguro. Pero además la causa de
los mexicanos es más justa que la de los kosovares albaneses porque sus demandas son de
justicia social, que todo México exige, y porque no se plantean secesión nacional
alguna. –¿O sea que mientras los guerrilleros mexicanos son los campeones
deInternet, los de Kosovo son para usted unos pobres diablos que merecen ser aplastados
por los tanques serbios?–De ninguna manera. Los que todo el tiempo hablan de
diferencias étnicas son ustedes, y con ello en lugar de superarlas lo que hacen es
subrayarlas. Pero permítame recordarle que los que están bombardeando y destrozando
todo, son ustedes. Con la excusa de “defender” kosovares, contribuyeron a
“limpiar” el territorio de Kosovo y provocaron innumerables bajas “por
error”. Su supuesto “humanismo” ha sido siempre selectivo, pero esta vez se
les fue la mano: ¿Por qué “ayudan” ahora a los kosovares si impidieron que la
ONU interviniera en el genocidio de Rwanda en 1994? Ahora mismo hay una tremenda guerra en
Sierra Leona, donde la matanza destruye diariamente poblaciones. Y hay once millonesde
mujeres y niños sometidos por los feroces talibanes en Afganistán. ¿Por qué no son
“humanitarios” allí? –¿Qué está sugiriendo?–Que la guerra en los
Balcanes sólo se explica por razones pura yasquerosamente geoestratégicas. Primero van a
destruir Yugoslavia y después la van a reconstruir con una especie de “Plan
Marshall” que les garantizará el control militar absoluto de toda la región
balcánica.–Muchos que piensan como usted, hace años aprobaban la represión
soviética en Checoslovaquia y en Hungría. –Es cierto. Y todavía hay muchos que
condenan la acción norteamericana y de la OTAN como un modo infantil de volver a las
viejas seguridades de la Guerra Fría. Pero el asunto no es ver quién coincide con
quién.–¿Y cuál es, entonces?–Que si ya estamos en plena Tercera Guerra
Mundial, su país, John, que en las dos primeras estuvo del lado correcto, ahora está
equivocándose por la ciega prepotencia de sus halcones. No les vaya a pasar lo que le
pasó a Alemania dos veces, y al Japón imperial. Tuvo razón George Orwell con su visión
del fascismo en el mundo occidental. Sólo le erró en la fecha: debió titular 1999 en
vez de 1984. –No me venga con literatura. Eso suena moralista. –Y lo es. Y no
tiene nada de malo cuando el silencio es lo que más resuena. Casi no hay discusiones,
asambleas, protestas, manifestaciones... ¿Qué han hecho con los jóvenes, John? ¿Qué
han hecho para que sean tan políticamente correctos que parecen ancianos conservadores a
los veinte años? ¿Cómo los hicieron olvidar de Vietnam y de hacer el amor con
alegría?–Parece un jipi, ahora.–Salúdeme a su perrito, ¿quiere?
|
