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Hay pruebas de una transacción de oro nazi al Banco Central

Una carta de Bramuglia, canciller dePerón, se refiere en forma concreta aldepósito de oro nazi en la banca argentina.

Lingotes: En el Banco Central el movimiento de oro no está registrado, aunque existe un contingente de 35 lingotes sin identificar.

Alrededor de 150 criminales de guerra nazis ingresaron en el país.
No está clara la envergadura del ingreso del oro del nazismo.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes) La Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades Nazis (CEANA) cobró protagonismo internacional en los últimos días. En el prestigioso diario londinense Financial Times, el coordinador académico de la CEANA, Ignacio Klich, confirmó que se encontró en Suiza una carta del canciller de Juan Domingo Perón, Juan Bramuglia, en la que se hace referencia a una transacción concreta de oro nazi hacia el Banco Central argentino. Es la primera prueba real de la llegada al país de oro proveniente, en última instancia, del robo a los países y las personas víctimas del genocidio nazi. Al mismo tiempo, en un congreso realizado en Israel, Klich y el titular de la CEANA, Manuel Mora y Araujo, ratificaron que “al menos unos 150 criminales de guerra nazis llegaron a la Argentina en la posguerra”.Inicialmente, la CEANA se inclinó a minimizar la llegada a la Argentina de jerarcas nazis así como la transferencia de oro e inversiones realizadas por hombres del Tercer Reich. Ahora, poco a poco, van apareciendo algunos datos de importancia aunque todavía –en el aspecto de las transferencias económicas– no aparecen grandes operaciones. La carta del canciller de Perón, Juan Bramuglia, deja constancia de un pedido a la embajada suiza en Buenos Aires de que deposite el oro, proveniente de la Alemania nazi, en el Banco Central de la República Argentina. En aquel entonces, 1944, Suiza representaba los intereses alemanes en la Argentina. La carta no dice cuánto oro se depositó ni aclara si se trataba de lingotes o monedas. En el Banco Central ese movimiento no aparece registrado, aunque existe, sin identificar, un depósito de 35 lingotes de oro que podrían tener relación con los mencionados en la carta de Bramuglia. En síntesis, no está clara la envergadura del movimiento de oro nazi que llegó a la Argentina, pero por primera vez –sostiene Klich– hay prueba documental de que hubo una transacción. De todas maneras, todo indica que los mayores movimientos debieron darse en el terreno de las transferencias bancarias, es decir que los jerarcas nazis sacaron sus riquezas a través de cuentas que tenían en Suiza u otros países.Respecto de los 150 criminales de guerra, Klich sostuvo en Tel Aviv que “esa cifra abarca sólo a los que están fuera de toda duda, por un lado, y no se trata de simples nazis sino de criminales de guerra pasibles de ser juzgados por tribunales de guerra como los de Nuremberg”. En este terreno, la polémica se centra en si el desembarco contó o no con la complacencia del jefe del Estado, Perón. “Las autoridades argentinas tenían conocimiento del ingreso de los hombres venidos de la Alemania nazi” –sostuvo Klich–, aunque no termina de quedar claro si la CEANA opina que Perón creyó que se trataba de “cerebros”, técnicos, y no de criminales de guerra. La teoría, en ese caso, es que el gobierno peronista de entonces recibió criminales de guerra sin saberlo. Quienes sustentan una posición contraria dicen que todo el andamiaje de Migraciones fue puesto, adrede, en manos de alemanes reconocidos simpatizantes nazis.La última polémica es la referida a la cantidad. Klich sostiene que se trata, al menos de 150, de los cuales –según lo investigado hasta ahora–, la mayoría son de origen francés o belga. Lo más probable es que la propia CEANA empiece a encontrar más nombres de criminales llegados de Alemania y Austria.

 


 

BAGNASCO DECIDIRA SOBRE LA CAUSA
Otro destino para Evelyn

Por Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) El juez Adolfo Bagnasco deberá decidir en los próximos días el destino de la causa sobre la apropiación de Evelyn Vázquez, la presunta hija de los desaparecidos Susana Pegoraro y Rubén Bauer. El defensor oficial Luis Cayuela –que representa al apropiador de la joven, el suboficial retirado Policarpo Vázquez– había recusado a la jueza María Servini de Cubría, y como para este caso rige el antiguo código de procedimientos otro magistrado debe resolver la situación. Por sorteo le tocó al juzgado federal número 7 que ocupa Bagnasco. Cayuela pidió que la jueza se aparte de la causa por “enemistad manifiesta” y “violencia moral”. El defensor argumentó que Servini lo había tratado mal, que había intentado forzar a Evelyn a hacerse el análisis genético y que mantenía contactos con el jefe de la Armada, almirante Carlos Marrón. Servini lo desmintió. Y las Abuelas de Plaza de Mayo lo acusaron de “entorpecer la investigación”. Por otra parte, el defensor apeló la orden que había dado Servini para que Evelyn se realice “compulsivamente” el examen de ADN que permitiría establecer su verdadera identidad. El propio Vázquez y su esposa reconocieron que la chica no es su hija y que la “recibieron” de otro marino. Bagnasco puede rechazar “in limine” el recurso planteado por Cayuela y la Cámara Federal decidiría a qué juez entregar la causa. Antes de resolver podría solicitar el testimonio de las partes involucradas (la jueza y el defensor), pero no debe demorar más que un par de semanas. La abogada que representa a las Abuelas de Plaza de Mayo querellantes, Alcira Ríos, consideró ante Página/12 que “corresponde que Bagnasco no haga lugar a la recusación, desde el punto de vista técnico”. La letrada cree que “la mano de la Marina está detrás de todo esto”. Sin embargo, el juez podría aceptarla y quedarse con el expediente. Servini había agregado este caso al de Javier Vildoza pero ante la recusación volvió a separarlo. Si otro magistrado tuviera que seguir interviniendo sólo lo haría en relación al caso Vázquez. En la causa Vildoza está procesado el ex almirante Emilio Massera como autor mediato de la apropiación del hijo de Cecilia Viñas y Hugo Penino.

 

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