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Con el atardecer, el megaoperativo ordenado por el juez platense César Melazo cayó sobre la Jefatura Departamental de esa ciudad y cinco comisarías. Cuarenta personas, divididas en seis grupos y montadas en 12 vehículos, buscaban pruebas de que en esas seccionales se habían ocultado denuncias de vecinos, supuestamente con el fin de bajar las estadísticas sobre delitos cometidos en la provincia. Los esperaba una sorpresa: el jefe de la Departamental envió una circular informando a todas las seccionales que estaba siendo allanado. Aun así, el operativo pudo ser llevado a cabo hasta el final en la madrugada de ayer. Si bien hasta ahora se confirmó que nueve denuncias no fueron remitidas a la Justicia, el fiscal Arguero aseguró que en principio la maniobra (global) habría sido comprobada. Las versiones hablan de unas mil denuncias ignoradas, pero para el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, la cantidad de casos está siendo sobredimensionada. Desde la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados bonaerense se hizo un pedido de informes a Arslanian con el fin de que esclarezca la situación. La causa se inició a partir de una denuncia anónima presentada en el juzgado del juez César Melazo que, ante la gravedad de los hechos, derivó a la Unidad Funcional de Investigaciones Complejas de La Plata, relató a Página/12 el fiscal Carlos Arguero. Según la denuncia, en algunas seccionales dependientes de la Jefatura se degollaban denuncias, lo que significa no darles el trámite correcto, que implica que en menos de 24 horas sean presentadas a las autoridades judiciales competentes.En la presentación anónima se señalaba que en distintas seccionales y en la Jefatura Departamental de La Plata se llevaba a cabo un sistema de registro paralelo de denuncias, a los fines de bajar los índices de los delitos, informó Arguero. Existiría dijo un registro donde se dejaría constancia de las denuncias recibidas y otro de aquellas que nunca iban a ingresar al circuito procesal. Las seccionales señaladas eran la 3ª, la 8ª y la 9ª de La Plata, la 1ª de la jurisdicción de Ensenada, y la 4ª de Villa Argüello, de la localidad de Berisso, todas dependientes de la Departamental. Sospechamos que había un circuito determinado de denuncias que no llegaban a destino comenta Arguero, estuvimos en los domicilios de cada uno de los particulares mencionados y éstos corroboraron sus firmas y la denuncia. En total se comprobaron nueve casos de víctimas de delitos comunes (robos, lesiones, amenazas), principalmente de barrios humildes de Berisso y Ensenada, que al querer hacer seguimiento de su propia denuncia se habían encontrado con que no existía.El martes a las 19.30, por orden del juez César Melazo, del Juzgado de Garantías Nº 2 de La Plata, se iniciaron seis allanamientos simultáneos en las seccionales involucradas, donde participaron fiscales, policías y peritos contables. Allí se secuestraron actas de denuncias y carpetas de informes para poder cotejar la información con los datos que tiene la Justicia. El fiscal informó que si bien todavía falta analizar esa información, se habría confirmado la maniobra. Además, señaló, se encontraron denuncias rotas y sin firmas. En la Jefatura Departamental, donde participó personalmente Arguero, se secuestró el soporte informático con información estadística que contiene la información de todas las seccionales dependientes.Aproximadamente a las dos horas de iniciado el procedimiento hubo un inconveniente muy grave relató en diálogo con Página/12 el juez Melazo-. Francisco Visky, jefe de la Departamental, envió un despacho radial informando a todas las comisarías dependientes que lo estaban allanando. El radiograma, que según Arguero podría constituir una falta grave, fue secuestrado inmediatamente y formará parte de la causa. A pesar de lo cual, el allanamiento siguió su curso normal y terminó entre las 4 y las 5 de la mañana de ayer. El paso siguiente será cruzar toda la información obtenida con las estadísticas de la Justicia y establecer cuál es la magnitud de denunciasque no fueron registradas. Aunque Arguero adelantó que los casos podrían ser muchísimos. Por su parte, voceros del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense afirmaron que de ninguna manera los hechos tendrían la dimensión que se les está dando. De todas formas, agregaron: Si la Justicia comprueba que hay irregularidades no habrá problemas en separar de su cargo al personal involucrado. Además, desmintieron categóricamente que estas irregularidades estuvieran previstas para bajar el índice del delito. El ministerio afirmó un vocero hace controles regulares para chequear la información girada por las comisarías y no había surgido nada que permitiera admitir un delito de la magnitud del que se está anunciando.
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