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Por Carlos Stroker Para River fue un premio inmerecido, para Ferro un castigo injusto. El equipo de Ramón Díaz, teniendo en cuenta que jugaba antes del líder del certamen, Boca, debía buscar los tres puntos para mantener la ilusión de acercarse al tope de la tabla. El conjunto de Saccardi necesitaba irremediablemente romper ese record adverso de no poder marcar un gol y no ganar en tanto tiempo. La 10ª fecha estaba en movimiento y ambos tenían la posibilidad de mostrar cosas que hasta el momento no habían mostrado. Ferro marcó, y a tal punto se entusiasmó, que convirtió dos goles. Atrás quedó el record histórico de no meter una pelota en el arco a lo largo de 875 minutos. River no logró reflejar el fútbol que tantas veces lo caracterizó. Sólo puso pasión y presión, y con eso, en el último minuto del descuento, alcanzó la igualdad. Fue un encuentro emotivo, de ida y vuelta, sobre todo en el segundo tiempo, pero con pocas ráfagas de buen juego. Esos momentos de fútbol corto, de buenos pases, de sorpresa, estuvieron en los pies del equipo local. Claro que River también podía hacerlo, aunque dependía básicamente de sus dos chicos, de Alvarez y Saviola y cuando ellos no tenían contacto con el balón, River se esfumaba.La desesperación de buscar el gol no le permitió a Ferro llegar al arco en el primer tiempo. Hacía bien las cosas hasta llegar hasta el área de Bonano, pero la ansiedad jugaba en contra. Sólo algunos disparos aislados inquietaban al arquero de River. Bonano respondía, aunque sus compañeros no encontraban el camino para marcar. En el segundo cambió, porque River encontró el gol y Ferro reaccionó. A los 11, Alvarez puso el 1-0 tras recibir la pelota luego de que un disparo de Saviola pegara en el palo. Siete minutos más tarde Chaparro rompió la mala racha y puso el empate, tras una falla defensiva de River. La gente de Ferro se desahogó. Gritó, festejó, se abrazó. Pero más lo hizo cuando Mandra, tres minutos después, aumentó la cifra. Bonano había rechazado dos veces, en la tercera no llegó, Mandra aplicó un frentazo abajo y Ferro se creyó en la gloria. River salió sin ideas buscar la igualdad; el local retrocedió con temor en el campo. Ese fue su error, ya que River ofreció espacios para que aumentara la cifra. El partido, dirigido por Claudio Martín, llegaba a su fin. Se habían cumplido los tres minutos adicionales. Saccardi mete un cambio. El juez descuenta un minuto más. Llega el empate Saviola aprovecha un rebote en Herrera, el festejo millonario, la queja de Ferro. La polémica. Ferro mereció algo más, River, un poco menos.
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