Por Maximiliano Montenegro
Con la máxima reserva,
el Banco Mundial realizó por primera vez una estimación de la pobreza en Argentina a
nivel nacional, para mejorar así los cálculos oficiales, que sólo contemplan el área
metropolitana de Capital y Gran Buenos Aires. Los datos son impresionantes: más del 36
por ciento de la población, 13,4 millones de personas, se encuentra bajo la línea de
pobreza. En tanto que el 8,6 por ciento, 3,2 millones de personas, viven en la indigencia.
En las regiones del noroeste, nordeste y Cuyo la pobreza supera al 50 por ciento de la
población y la indigencia roza el 20 por ciento. Para salvar la imagen de Menem en sus
últimos meses de gobierno y no influir en la campaña electoral, el estudio se efectuó
con la condición de ser difundido después de las elecciones de octubre. Página/12
publica aquí, en exclusiva, el mapa de la pobreza que dejará Menem a su sucesor.
No son los datos de una consultora privada, ni de ninguna fundación vinculada a la
oposición. El Banco Mundial encaró el segundo estudio de la década sobre la pobreza en
Argentina (Argentina Poverty Assessments). El primero había relevado la
situación hasta 1993. La segunda evaluación, aún inédita, provee un exhaustivo
diagnóstico a 1998. También incluye una innovación mayor respecto de las estadísticas
que publica el Ministerio de Economía en base a las encuestas del INdEC: por primera vez,
efectúa una medición de la pobreza en todo el país. Uno de los más serios
problemas con la actual medición de la pobreza es que sólo está disponible para el
área metropolitana de Capital y Gran Buenos Aires, explica el estudio del Banco
Mundial. La nueva medición, de carácter nacional, fue elaborada con información
provista por organismos oficiales. Y es más exacta que la existente hasta hoy, ya que
contempla los cambios de los últimos años en las pautas de consumo de los argentinos
(ver aparte).
Página/12 accedió al informe que resume los resultados. Su título es Poverty and
Income Distribution in Argentina, Patterns and Changes, lleva la firma del
economista Haeduck Lee, miembro del equipo que trabaja en el tema, y está fechado el 23
de marzo de 1999 (ver facsímil).
Los resultados para 1997/98 son los siguientes:
* El 36,1 por ciento de los argentinos no alcanza a comprar a fin de mes una canasta
básica de bienes y servicios, la llamada línea de pobreza. Ello significa que 13.357.000
argentinos son hoy pobres por ingresos. Esta canasta está valuada en alrededor de 140
pesos mensuales por persona adulta del hogar.
* El 8,6 por ciento de la población vive en la indigencia. Así, diariamente, 3.180.000
argentinos no logran siquiera alimentarse con una dieta mínima en calorías.
* De cada 100 personas que habitan en la región nordeste del país 57 no llegan a comprar
una canasta elemental de bienes y servicios. En el noroeste, la pobreza alcanza al 55,9
por ciento. En Cuyo al 47,7 por ciento. En Capital y Gran Buenos Aires al 29,3 por ciento.
Y en la Patagonia al 29,8 por ciento.
* En la región del nordeste del país, casi 19 de cada 100 personas viven en la
indigencia. En el noroeste, el 17,6 por ciento se halla en esa situación. En la región
de Cuyo, el 10,7 por ciento. En el área metropolitana el 6 por ciento. Y en la Patagonia
el 5,9 por ciento.
En los últimos años, cada vez que se difundían datos negativos de pobreza, la primera
reacción del presidente Menem era desacreditar la fuente, aunque fuera el propio INdEC.
La segunda actitud era afirmar que
su gobierno había logrado bajar los índices, comparando siempre con el período de la
hiperinflación de Alfonsín. Sin embargo, el Menem del segundo mandato, comparado con el
Menem del primero, dejará un pesado legado de pobreza para el próximo gobierno.
Lo reconoce el propio Banco Mundial, al justificar esta segunda evaluación de la
situación. Argentina emergió de una experienciahiperinflacionaria traumática
entre 1989-90, durante la cual casi la mitad de la población del área metropolitana
cayó bajo la línea de pobreza, afirma. La estabilidad lograda por el Plan de
Convertibilidad produjo una significativa reducción en la pobreza. Hacia abril de 1993,
la tasa de pobreza cayó al 20 por ciento en Capital y Gran Buenos Aires, y las
perspectivas de que continuara la baja eran buenas, agrega.
Sin embargo, han sucedido muchas cosas desde entonces, se lamenta. Y explica:
Siguiendo la crisis del peso mexicano en 1994, la tasa de desempleo aumentó
abruptamente y llegó a más del 18 por ciento en mayo del 95. Pese a la vigorosa
performance de la economía durante 1996/97, la tasa de desempleo se mantuvo por arriba
del 13 por ciento y hay una percepción generalizada de que la situación de los pobres y
los vulnerables no mejoraron incluso durante la breve reactivación económica. Más
recientemente, deja en claro que la situación empeoró: aunque el contagio de la
crisis internacional parece haberse controlado, ha puesto un freno en la economía
argentina desde 1998. De otro modo: los índices de pobreza del 99, un año
plenamente recesivo, serán aún más altos que los relevados por el Banco Mundial hasta
el año pasado.
OPINA EL EXPERTO EDUARDO BUSTELO
Modelo para ricos
Eduardo
Bustelo, director de la Maestría de Política Social de la Facultad de Ciencias Sociales
de la UBA, accedió a comentar los nuevos datos de pobreza a nivel nacional del Banco
Mundial, que hoy publica en exclusiva Página/12. Estos son sus principales conceptos:
Desde que
se introdujeron los programas de estabilización a principios de la década en América
latina, en general la pobreza tendió a disminuir, pegó un salto nuevamente con la crisis
de México y a partir de allí comenzó a subir y, luego, se volvió inelástica a la
coyuntura económica. Es decir: la pobreza no cede aunque hay expansión económica.
De todas
formas, la discusión de si la pobreza aumentó o disminuyó no tiene significación. El
panorama de pobreza que existe en el país es un drama en sí mismo.
Estamos en un tipo de política económica que se hace por naturaleza excluyente. Es
lo que se ha denominado la sociedad de los dos tercios: deja por lo menos un tercio
afuera.
En primer
lugar, es un problema de la distribución del ingreso. Todo el mundo habla de las pobreza,
pero el problema es la concentración de la riqueza: este es un modelo en que, como dicen
los americanos, el ganador se lleva todo.
En
segundo lugar, esto no se soluciona sólo con política social. La política social no
puede ser la ambulancia que pasa a recoger los heridos que deja la política económica.
Tiene que haber una política que articula en ambos planos.
El
trabajo es la mejor manera de incluirse en el sistema económico y social. Por eso, es
necesaria una política de empleo e ingresos adecuada.
La secretaria de Equidad Fiscal, Carola Pessino, no se cansa de decir que la última
reforma tributaria es neutral. Pero la política fiscal, como decía Richard Titmus, de la
London School of Economics, debe formar parte de la social, porque tiene un impacto
progresivo en la distribución del ingreso más importante que todo lo que pueda hacerse
por el lado del gasto público. Hoy, la política tributaria, asentada en impuestos al
consumo, es netamente regresiva. Finalmente, sí, hay que mejorar la eficiencia, equidad y
transparencia del gasto público.
Una medición innovadora El método de la línea de pobreza compara una canasta de bienes y servicios
elementales (valuada en el orden de los 140 pesos por adulto del hogar) con los ingresos
de las personas de menores recursos. La línea de indigencia, en tanto, se estima en base
a una canasta (valuada en unos 70 pesos) que sólo contiene los alimentos necesarios para
que una persona adulta pueda desarrollar una actividad física moderada.
Hasta ahora, tanto los informes oficiales, como la evaluación previa que difundió el
propio Banco Mundial en 1995, dependieron de los datos del área metropolitana
(Capital y Gran Buenos Aires). La estimación de la pobreza en otras partes del país fue
bosquejada en base a datos parciales. Hogar del 33 por ciento de los argentinos, el área
metropolitana es la región más próspera del país. Sin embargo, la omisión de otras
partes del país comprometieron seriamente la validez y resultados de los informes
anteriores, explica el nuevo documento del organismo, al que accedió este diario.
El INdEC releva los ingresos de las personas en 27 aglomerados urbanos del interior del
país. Pero la mayor dificultad para calcular la pobreza, más allá del Gran Buenos
Aires, era que no se habían podido confeccionar canastas alimentarias para las
principales ciudades del interior que reflejaran las peculiaridades del consumo de
esas zonas para compararlas con los ingresos de la gente. Los técnicos del Banco
Mundial aprovecharon la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares
relevada por el INdEC entre 1996 y 1997 para construir las canastas con
cantidades e items de consumo típico en el interior del país. También aprovecharon para
actualizar la canasta utilizada para medir la pobreza en el Gran Buenos Aires, que databa
de 1986. Luego, compararon con los ingresos de cada región, que surgen de la Encuesta
Permanente de Hogares del INdEC. |
La tijera de Roque salvó a Trabajo y a
la SIDE
Después de duras peleas,
Economía definió el recorte del gasto. Menem bochó el ajuste en Seguridad. Más
recursos para pagar la deuda.
Carlos Menem encabezando la reunión de
gabinete nacional. |
|
Finalmente, el ajuste del gasto público para este año será de 1240,2 millones de pesos
y no de 1000 millones como había anticipado Roque Fernández. Y, además, Economía
reconoció ayer que durante el 99 tendrá que hacer frente a 535 millones de
dólares adicionales en concepto de servicio de la deuda pública que hasta ahora no
habían sido previsionados. De esta manera, el ahorro anual para el Estado llegará a los
705,2 millones, un 30 por ciento por debajo al compromiso que el propio Roque tomó con el
FMI. Para cubrir el bache, el Gobierno recibirá un crédito por 300 millones del BID.
Tras el ajuste, el presupuesto nacional pasó de 49.505 a 48.799,8 millones de pesos. La
SIDE y el Ministerio de Trabajo fueron los únicos que quedaron a salvo.
El ajuste quedó plasmado ayer al mediodía durante un encuentro que mantuvieron en Olivos
Carlos Menem, Roque Fernández y el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, después de la
tradicional reunión de ministros de los jueves. Con la rúbrica del decreto, Menem dejó
atrás un sinfín de tironeos entre los ministros que se resistían a ser alcanzados por
la poda. El propio jefe de Estado había rechazado una propuesta acercada por Roque 24
horas antes del acuerdo final, negándose a recortar gastos en el rubro seguridad. A tal
punto había llegado la sensibilidad de los ministros que durante la reunión de gabinete
ninguno de ellos se animó a sacar el tema, a pesar de que Roque ya tenía en su poder la
planilla con los ajustes.
El recorte presupuestario fue pactado entre Roque y la misión del Fondo Monetario que
pasó por Buenos Aires a principios de mes. A cambio de pasar las tijeras, el FMI le
autorizó a Fernández un rojo fiscal superior al pactado con anterioridad: en vez de un
déficit de 2950 millones, Economía recibirá un aprobado aun cuando el desequilibrio
trepe a 4950 millones.
El Ministerio de Economía fue el que se llevó la peor parte. En lo que resta del año
dispondrá de 399,5 millones de pesos menos de lo pautado, el equivalente al 32 por ciento
del total del recorte. Por el contrario, Erman González resultó quien la sacó más
barata: si bien le quitaron 158,2 millones, por otro lado le reforzaron el presupuesto en
243,5 millones por la menor recaudación que obtendrá desde el sistema previsional. En
conclusión, Erman dispondrá de 85,3 millones más que antes del remanido decreto
presidencial. A su vez, Presidencia de la Nación sufrió un recorte de 311,2 millones y
Educación, de 280,4 millones. Dentro del área que depende directamente de Carlos Menem,
Desarrollo Social tuvo una poda de 162,1 millones, la Secretaría de Recursos Naturales de
María Julia Alsogaray una de 70,5 millones, la Secretaría de Alberto Kohan una de 45,5
millones, mientras que Cultura tendrá 15,1 millones menos (el 10 por ciento de su
presupuesto total).
Los ministerios de Relaciones Exteriores, Interior, Defensa y la Jefatura de Gabinete
fueron las dependencias con los ajustes más bajos. A Defensa y a la Cancillería les
quitaron el 2 por ciento de sus presupuestos totales (70,8 y 283 millones
respectivamente). A Jorge Rodríguez, el 3 por ciento (3,8 millones). Y a Carlos Corach
apenas el 1,2 por ciento (32,9 millones). En tanto, la SIDE permaneció con su presupuesto
anual original de 228,3 millones, a la vez que para la seguridad se destinarán los 1500
millones pautados cuando se concibió el Presupuesto 99.
Del total recortado, 1191,5 millones de pesos correspondieron a proyectos, programas y
obras públicas; otros 112,9 millones a servicios personales y los 47,1 millones restantes
fueron en concepto de pasajes y viáticos. Sin embargo, el efecto final del ajuste será
menor debido a que, en concepto de servicio de la deuda pública, la Argentina tendrá que
pagar 8209,1 millones de dólares en vez de los 7674,1 millones que se habían pautado
originalmente.
Basta, dejen de viajar Carlos Menem inauguró la reunión de gabinete de ayer de mal humor. Temprano
a la mañana había fracasado en su intento por comunicarse con algunos de sus ministros
porque éstos estaban de viaje por el exterior. Yo les pido a los ministros que no
se vayan de viaje porque estamos atravesando un momento difícil, y es necesario dar
respuestas rápidas. Sólo pueden viajar aquellos que tengan casos de urgencia e
impostergables, dijo Menem ante el silencio de sus colaboradores.
En efecto, varios ministros faltaron ayer a Olivos por encontrarse fuera del país. Erman
González se encuentra en los Estados Unidos, Jorge Domínguez en Perú, Raúl Granillo
Ocampo en España y Susana Decibe en Cuba.
La primera pregunta del jefe de Estado fue para Miguel Cuervo, subsecretario de Industria,
sobre la puesta en práctica del Plan Canje de autos. La segunda exposición fue de Guido
Di Tella para comentar su reciente viaje a Brasilia. Brasil tuvo éxito con la
devaluación y tendremos que hacer muchos méritos para ganar en competitividad,
señaló el canciller.
Dispuesto a levantar el ánimo del Presidente, Roque Fernández tomó la palabra para
argumentar que la recuperación económica se está dando de una manera más acelerada a
la prevista. Se nota un aumento en las ventas de los supermercados, aseguró
el ministro. Sin embargo, los propios datos oficiales lo desdicen. Durante marzo, las
ventas por metro cuadrado en los súper llegaron a valores mínimos históricos con un
descenso del 15 por ciento respecto de las que existían hace un año.
Por último, Ana Kessler, de la Secretaría Pyme, adelantó que se está gestionando un
préstamo del BID, por 100 millones de dólares, para apoyar microemprendimientos. |
Por qué se hizo el informe En el estudio sobre la pobreza en Argentina, que está preparando el Banco
Mundial, trabaja un pelotón de 15 investigadores, dirigido desde Washington por el
funcionario Norman Hicks. El informe no sólo incluye la medición de la pobreza en sí
sino también una serie de reportes que analizan sus aspectos cualitativos en estudios de
casos de familias pobres. Siguiendo esta misma línea, el próximo 12 y 13 de mayo el
Banco realizará un seminario en Buenos Aires sobre el impacto de las tarifas de servicios
públicos en la extrema pobreza.
El organismo debe completar una profusa auditoría social sobre el final del gobierno de
Menem para determinar qué áreas priorizar en los créditos que se otorgarán al próximo
gobierno. El acuerdo con el sucesor de Menem quedará plasmado en el Plan Assistance
Strategy del año 2000. El trabajo de evaluación está prácticamente listo: de
hecho ya fueron escritos los principales resultados, como lo demuestra la versión
preliminar de uno de los informes que hoy publica Página/12. Sin embargo, en el Banco
existe una consigna clara: oficialmente, las conclusiones deben ser publicadas recién
después de las elecciones de octubre se habla de diciembre como fecha
tentativa para no quedar involucrados en la contienda política. |
|