Hacia la pax de Moscú
Rusia lanzó otra ofensiva diplomática para alcanzar la paz en el conflicto de
la OTAN con Yugoslavia. Durante la semana pasada, representantes de varios países
viajaron a Moscú para buscar puntos comunes de acuerdo, y el enviado ruso para los
Balcanes, Viktor Chernomyrdin, inició una gira por las capitales europeas. Aún no hubo
resultados concretos de estas gestiones.
Boston Globe
Milosevic sabe que, si pierde el apoyo de Moscú, quedará aislado del mundo salvo por su
amigo en Bagdad, Saddam Hussein. Y en este sentido, con las bombas que siguen cayendo sin
que exista un consenso claro sobre una estrategia de salida política para el conflicto en
Kosovo, la OTAN necesita a Moscú no sólo como un intermediario hacia Milosevic sino
también como una parte capaz de intimidarlo con el espectro del aislamiento y de ese modo
suavizar los términos para llegar a una conclusión negociada de la guerra. La
administración Clinton y los aliados de la OTAN necesitan a Rusia para que los rescate de
sus propios errores. (Editorial)
The Washington Post
¿Qué pasará ahora? Termine como termine esta guerra, una cosa es segura: el ganador
será Rusia. La administración Clinton está desesperada por una salida. De hecho, la
línea conciliatoria de Clinton hacia Rusia ha sido remarcable si se tiene en cuenta cuán
poco conciliatoria se mostró Rusia hacia Clinton. Y cualquiera sean los detalles de este
posible acuerdo, los ganadores y los perdedores están decretados: la OTAN emprenderá la
retirada. Los rusos serán homenajeados por su servicio a la paz y se llevarán miles de
millones en ayuda económica, que pasará por Moscú en su camino a los bancos suizos. Y
para terminar, será reivindicada la perspectiva de Primakov sobre Rusia el contrapeso del
poder norteamericano. (Charles Krauthammer)
Más misiles, más errores
La OTAN intensificó durante la semana pasada los bombardeos contra la
infraestructura militar y civil de Yugoslavia. Los aliados también continuaron con sus
errores: uno de los misiles cayó en la capital de Bulgaria, sin causar víctimas.
Vamos a duplicar los bombardeos, dijo el comandante aliado Wesley Clark,
descartando una invasión terrestre.
International Herald Tribune
El argumento a favor del envío de tropas de tierra es curiosamente engañoso. Las fuerzas
terrestres pueden ser enviadas a Kosovo y tendrán que estar allí por un largo tiempo. La
cuestión es esperar hasta que se abra una puerta, o abrirla a los golpes. Una puerta
abierta siempre es preferible, por supuesto. Implica lo que Washington llama un
contexto permisivo. Sería mejor para la OTAN prepararse a una guerra más
amplia en caso de que los bombardeos no aclaren el camino, pero para que la visibilidad de
una fuerza de invasión en Kosovo le dé credibilidad a su amenaza. No se trata de
castigar a los serbios.(Flora Lewis)
National Review
¿Qué hacer ante los múltiples fracasos y errores de la OTAN en Kosovo? He aquí algunas
soluciones: intensificar la campaña aérea; iniciar ya desplazamientos de tropas para una
posible operación terrestre, presumiblemente fuera de Albania y Macedonia; armar a los
kosovares que resisten; sin esperar a que las hostilidades terminen, la Unión Europea y
Estados Unidos deben anunciar conjuntamente un plan para el reasentamiento de los
kosovares y la reconstrucción de Kosovo; y encabezar un esfuerzo para reconstruir a los
Balcanes, incluyendo a Macedonia, Albania, Montenegro, y a los líderes serbios que
reconsideren su apoyo a las políticas suicidas de Milosevic.(Zbigniew Brzezinski, ex
consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter.)
Por razón o por fuerza
A la guerra de la OTAN contra Yugoslavia por Kosovo siguió un debate en que
izquierdas y derechas intelectuales europeas y norteamericanas estuvieron divididas por
dentro a lo largo del eje de su apoyo o repudio de la operación Fuerza
Aliada, pero unidas por una condena a las muertes por los bombardeos y a la limpieza
étnica de albano-kosovares por Milosevic.
El País
Es el desastre. Parar los ataques aéreos sería dar la victoria a Milosevic y consagrar
la limpieza étnica de Kosovo. Continuarlos consolida a Milosevic y acelera la limpieza
étnica de Kosovo. Dado el despertar de los odios étnicos, nacionales y religiosos en la
región, no se puede descartar una reacción en cadena y provoque una tercera guerra
mundial. Están en marcha importantes fuerzas de paz que pueden llevar a una solución
política, término púdico que significa compromiso. Un compromiso sólo consistiría en
el reparto de Kosovo: Serbia se reservaría la parte fértil y abandonaría a un Estado
albanés enano la estéril. Esto supondría el abandono de los justos fines de la guerra a
cambio de evitar los terribles peligros de su propagación. (Edgar Morin, sociólogo
francés.)
Libération
Los armenios no dejarán de reconocer lo que pasa en Kosovo. Saben demasiado bien que el
mundo es capaz de cerrar los ojos sobre su propia naturaleza e ira aún más lejos
insultando los derechos y el deber de la memoria por la manipulación del lenguaje,
pervirtiendo de los testimonios de la realidad por la invención de una sintaxis de la
negación. Estos actos son el resumen simbólico de un proyecto mucho más vasto de
mutilación y de anulación de la cultura y de la identidad como de la creatividad. (Wole
Soyinka, escritor nigeriano, premio Nobel de Literatura, presidente del Parlamento
Internacional de los Escritores.)
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