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Buenos Aires-París: un escrache internacional para Samuel Miara

El apropiador de los mellizos Reggiardo-Tolosa, Miara, será escrachado simultáneamente en la capital argentina y la francesa, donde un sobreviviente atestiguará contra el torturador.

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Por Victoria Ginzberg

t.gif (862 bytes)  El represor Samuel Miara contará con una particular distinción que lo diferenciará del resto de sus compañeros que fueron “escrachados” por los organismos de derechos humanos. Esta vez, el repudio no se realizará sólo frente a su casa, sino también en París. Mañana, las agrupaciones de derechos humanos se reunirán en Ciudadela para señalarles a los vecinos dónde vive el apropiador de los mellizos Reggiardo-Tolosa. Y otros manifestantes se juntarán en el Palais de Justice, en la Ciudad Luz. El “escrache” en París coincidirá con la declaración de Rufino Almeida -sobreviviente del centro clandestino de detención El Banco–, quien denunciará a Miara como uno de los responsables de la desaparición en Argentina de los ciudadanos franceses Pablo y Rafael Tello.
Los parisinos y los vecinos de Ciudadela verán mañana los mismos carteles con la foto del represor. El prontuario de Miara fue traducido al francés por los chicos de HIJOS-París, quienes, como sus pares argentinos, repartirán un volante con la historia del comisario a los transeúntes. Miara, alias “Cobani” o “El Turco González”, ex subcomisario de la Policía Federal, fue torturador y violador de los centros clandestinos de detención Club Atlético y El Banco. El primero, que era una dependencia de suministros de la Policía, funcionó durante el año 1977 en Paseo Colón y Cochabamba. Después de que éste fuera derrumbado por la construcción de laautopista, Miara prestó sus servicios en El Banco, ubicado en la intersección de la autopista Riccheri y el Camino de Cintura.
El ex subcomisario todavía no tiene sentencia firme por la apropiación de los hijos de los desaparecidos María Rosa Tolosa y Juan Enrique Reggiardo, cuya historia fue vapuleada por varios medios de comunicación. En primera instancia, recibió siete años de prisión, pero salió en libertad por haber cumplido los dos tercios de la pena. Luego, la Cámara Federal elevó la condena a doce años, lo que podría significar una vuelta a la prisión para Miara, que apeló esa decisión.
Después de declarar ante el juez Roger Le Loire, Almeida –miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos– leerá una denuncia contra Miara frente a los tribunales franceses. Almeida fue víctima directa del ex subcomisario en El Banco. Allí vio cómo el represor torturaba a Pablo y Rafael Tello, desaparecidos el 31 de mayo de 1978. Almeida mencionará también a Juan Antonio del Cerro –alias “Colores”–, al suboficial de la Policía Federal Julio Simón –alias “Turco Julián”– y al general Guillermo Suárez Mason, como responsables por el secuestro y la tortura de los Tello. Las desapariciones de Pablo y Rafael Tello, como la de su hermano Marcelo, y las de Juan Marcelo Soler y Françoise Dauthier están siendo investigadas en Francia como “crímenes de lesa humanidad”.
Quienes quieran participar del escrache en Argentina podrán acercarse a Plaza Congreso, desde donde –a las 18.30– saldrán micros para Ciudadela. El acto frente a la casa del represor –en Chubut 4437– está previsto para las 20.

EL GOBIERNO ALEMAN AUTORIZA ABRIR SUS ARCHIVOS
Rastros de los desaparecidos


t.gif (862 bytes) La embajada alemana en Buenos Aires abrirá sus archivos para los familiares de los desaparecidos de origen germano. Se trata de la primera vez que la República Federal de Alemania permite el acceso a documentos relativos a “personas físicas” antes de los treinta años que deben pasar después de la muerte del afectado según su legislación. Los familiares de desaparecidos habían pedido que el Estado alemán les permitiera ver esos documentos tras denunciar que durante la dictadura un agente de inteligencia del Ejército tomaba sus denuncias en la sede diplomática.
La apertura de esos archivos responde a una promesa realizada a los familiares por el presidente alemán, Roman Herzog, durante la visita que hizo a la Argentina en febrero de este año. Herzog llegó al país poco después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán admitiera que durante la dictadura un agente de inteligencia del Ejército se entrevistaba –a propuesta del general Roberto Eduardo Viola– dentro de la embajada con los familiares de desaparecidos con la falsa promesa de ayudarlos en su búsqueda. Página/12 reveló que esa persona, que se hacía llamar “Mayor Peirano o Peña” era en realidad el mayor retirado Carlos Antonio Españadero.
La autorización para consultar los archivos, que se hará en forma individualizada y con restricción a la prensa, fue comunicada a los interesados a través de una carta firmada por el viceministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Ludger Volmer. Los familiares de las víctimas esperan que estos documentos sirvan como prueba en el juicio contra 41 militares argentinos que se está llevando a cabo en la fiscalía de Nuremberg.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo afirmó que la decisión de la embajada germana es “muy loable” y convocó a que “otras embajadas imiten esta actitud porque sabemos que seguramente tienen información reservada y si la brindaran sería un aporte para este clamor”. Simón Lázara, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, consideró que “es una medida constructiva” porque “la desclasificación de documentos servirá para buscar las respuestas necesarias”, pero declaró estar en desacuerdo con que la apertura de los archivos sea únicamente para los familiares de los desaparecidos y sus abogados. “Por lo menos el periodismo debería tener libre acceso”, aseguró.


Carta a Menem por Ruffo

Las Abuelas de Plaza de Mayo enviaron una carta al presidente Carlos Menem para repudiar la contratación del represor Eduardo Ruffo hecha por la Secretaría de Inteligencia del Estado. El Gobierno contestó que “el señor Ruffo no presta servicios en la actualidad en la SIDE”. Como informó Página/12, el represor no forma parte del plantel básico de la SIDE sino que es uno de los inorgánicos que cobra su sueldo en negro con dinero proveniente de los fondos reservados.
En la carta, las Abuelas se refieren al “estupor” y “desagrado” que les causó la noticia de que Hugo Anzorreguy hubiera contratado a Ruffo, miembro de la Triple A, reconocido represor y torturador del centro clandestino de detención Automotores Orletti y apropiador de una hija de desaparecidos.
“Debemos decirle, señor Presidente que si es verdaderamente peligroso que individuos como Ruffo estén libres, cuanto más lo es que sean funcionarios y especialmente de un organismo como la SIDE”. El Gobierno se limitó a dar una respuesta formal, tal como lo hizo Anzorreguy cuando los diputados le pidieron informes sobre este tema.

 

 

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