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CAFIERO Y PIERRI DENUNCIAN QUE DUHALDE HARA FRAUDE EN LA INTERNA
Nada es más sospechoso que otro compañero

Los opositores al gobernador lo acusan de haber impedido que una empresa privada realice los cómputos, de querer manipular bocas de urna y de no haber habilitado un local adecuado para recontar los votos. Y se preparan a desconocer el resultado si hay irregularidades.

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Antonio Cafiero espera junto a Alberto Pierri que llegue la hora de la interna bonaerense.
Aspiran a sacar minoría en el distrito, pero el duhaldismo maneja la junta electoral.

Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) La elección interna del justicialismo bonaerense va camino al escándalo. Fuentes de la lista que encabeza el senador Antonio Cafiero adelantaron que no reconocerán ningún resultado de la elección del domingo porque el oficialismo –que encabeza el gobernador Eduardo Duhalde– se negó a que una empresa privada se ocupe de llevar el cómputo de los comicios, el que ahora quedó a cargo de “una junta electoral fraudulenta en la que hay siete duhaldistas y sólo un representante de nuestra lista”. El escenario ya anunciado para el domingo prevé al gobernador junto al vicepresidente Carlos Ruckauf festejando un resultado que será considerado falso por parte de Cafiero y el presidente de la Cámara de Diputados Alberto Pierri, y probablemente se repita en el territorio provincial lo sucedido en las internas del justicialismo porteño, las que a partir de hoy están en manos de la Justicia.
Los impulsores de la fórmula Antonio Cafiero-Federico Scarabino –que el próximo domingo enfrentará a Carlos Ruckauf-Felipe Solá por la candidatura a la gobernación bonaerense por el justicialismo– se anticipan al cierre de la elección y pronostican maniobras de fraude por parte del oficialismo. “Por alguna razón Duhalde desechó contratar a la empresa Correo Argentino, tal como lo habíamos pactado oportunamente, y dejó el recuento de los votos en manos de una junta electoral que le es absolutamente adicta”, aseguraron ayer en el entorno de Alberto Pierri, quien se ocupa de diseñar buena parte de la estrategia electoral de Cafiero.
El menemismo pretendió dejar al descubierto la junta al impugnar ante la Justicia a dos sus miembros, que responden a Duhalde, aduciendo “incompatibilidad” de tareas. Se trata de Hugo Curto y Eduardo Bustos, quienes cumplen el doble rol de fiscalizar los comicios en los que al mismo tiempo se presentan como candidatos a intendente de Tres de Febrero y diputado provincial respectivamente. “Curiosamente se dieron cuenta cinco días antes de la interna, cuando la junta electoral ya tiene más de cinco meses de vida”, argumentaron desde el duhaldismo desestimando los reclamos de último momento (ver aparte).
Los cafieristas dicen que no pretenden esconder en denuncias anticipadas de fraude una posible derrota electoral. “Se trata de advertirle a Duhalde que no estamos dispuestos a aceptar ninguna clase de irregularidades en los comicios del domingo, y que no dudaremos en armar un escándalo si nos pretenden robar en la junta electoral lo que ganamos en las urnas”, amenazó ayer Federico Scarabino.
Los operadores más pícaros aseguran que en la sede de la junta no hay espacio físico para depositar las 18 mil urnas de la elección, y con ironía especulan que “Duhalde estaría dispuesto a ofrecer un rinconcito de su quinta de San Vicente para guardarlas” hasta el recuento final de votos. Al margen de las bromas, están seguros de que el domingo terminará con denuncias por fraude por parte de la lista opositora. En otras palabras, que no avalarán el escrutinio aunque lleguen a alzarse con la minoría, el que siempre fue su objetivo de máxima.
Pierri no niega que la lista que apadrina corre con otras desventajas. Justamente él fue uno de los artífices del poderoso aparato electoral que hoy controla Duhalde en la provincia de Buenos Aires, y que ahora deberá enfrentar: “Ciento cuarenta mil manzaneras, miles de personas que dependen de los planes de trabajo, y 89 intendentes contra 5 que nos apoyan a nosotros son herramientas valiosas a la hora de ganar una elección”.
También desde el pierrismo afirman que “es normal y comprensible que el oficialismo siempre ‘te ponga’ con un cierto porcentaje de votos, por eso vamos a enviar veedores propios a ciertas mesas para controlar de cerca la elección”.
“Si cometen fraude, lo sentimos por Duhalde, quien vería dañada su imagen en plena campaña presidencial, porque le prometemos un escándalo aún mayor al que siguió a las internas porteñas, y si es necesario vamos aapelar a la Justicia impugnado todas las mesas o la elección en los distritos en los que se hayan detectado irregularidades”, amenazan en el comando de campaña de Cafiero, en el que también temen una manipulación con los datos “de boca de urna”, según dicen experimentados políticos que alguna vez también fueron oficialistas y conocen ambos lados del mostrador. Recuerdan, sin forzar mucho la memoria, que en las reñidas elecciones del PJ Capital el ministro de Justicia Raúl Granillo Ocampo anunció –dos horas antes del cierre de los comicios– una holgada victoria invocando sondeos de boca de urna.
Uno de los hombres claves de la provincia describió lo que a su entender es el eje de la interna del domingo: “Nosotros no queremos cagar al Negro, pero Duhalde se plantó frente el PJ bonaerense con dos cucharas. En una tenía dulce de leche, en la otra mierda. La del dulce de leche era su candidatura presidencial, la de mierda la de Ruckauf para la gobernación. Y nos dijo: ‘El que quiera comerse el dulce de leche primero se tiene que comer la de mierda’. Y nosotros no comemos mierda”.

 


 

LA RESPUESTA DE LOS DUHALDISTAS
“Quieren embarrar”

Por F. Y.

t.gif (862 bytes) Las amenazas sobre la realización de una denuncia de fraude que realizará la lista del senador Antonio Cafiero durante las internas del PJ bonaerense no tardaron en llegar al bunker duhaldista. Y no causaron sorpresas. “Ahora quieren denunciar irregularidades, pero ellos participaron en todo el proceso electoral y no dijeron absolutamente nada”, aseguró un operador del precandidato y agregó que “buscan justificar la derrota que sufrirán el domingo”. Para evitar cualquier mal entendido, el propio Federico Scarabino, compañero de fórmula de Cafiero, advirtió que “si hay fraude, hay escándalo y la responsabilidad será de los duhaldistas que manejan la junta electoral”.
Sin embargo, en el duhaldismo hay sectores que creen que, más allá de las amenazas del cafierismo, “no sería nada malo que ellos saquen la minoría”. Este sector sostiene que con Cafiero obteniendo un 25 por ciento de las preferencias no se convertirán en enemigos y “sumarán en las elecciones generales”. Otros operadores, más pragmáticos que los anteriores, dicen que “la gente de Cafiero y de (Alberto) Pierri hará quilombo, pero no pasará nada. Ellos pueden enojarse y patalear, pero no se irán del partido y terminarán votando junto a nosotros”.
A pesar de que fuentes del cafierismo dijeron que con estas denuncias anticipadas están advirtiendo, en realidad, que no están dispuestos a aceptar ninguna clase de irregularidad y no buscan enrarecer el clima de las elecciones, entre los duhaldistas consultados por este diario la advertencia molestó. Muchos hicieron elaboraciones teóricas sobre la necesidad de contar o no con los representantes del menemismo en las listas para octubre, pero siempre terminaban coincidiendo en que “sólo buscan embarrar la cancha cuando en realidad nosotros nos tenemos que concentrar en pelear la elección con la Alianza”.
“Ellos se quejan porque el recuento de votos no lo hará el Correo Argentino, pero Pierri y Cafiero, al igual que Duhalde, tienen en su poder una carta del Correo que dice que no pueden hacerse cargo del escrutinio porque no tienen tiempo para poner en marcha esa estructura. Además, cuando ellos se quejaron por los padrones el propio Duhalde postergó la interna para evitar problemas y se convocaron para el 9 de mayo. Hoy, a pocos días de la interna, salen con estas amenazas. Realmente no los entiendo”, se quejó uno de los hombres de Duhalde que se encargó personalmente del armado de la lista duhaldista en la provincia de Buenos Aires.
Finalmente, el propio Carlos Ruckauf salió a responder las amenazas del cafierismo al acusar al propio senador de pretender, en realidad, “impedir la consolidación de la candidatura presidencial de Duhalde”. El vicepresidente fue un poco más allá al nacionalizar la interna del domingo: “Es una elección nacional y no un simple comicio para elegir a un gobernador. Es un error de apreciación, ya que hubo tres claros intentos para impedir la candidatura de Duhalde”.

 


 

ECOS DEL SALTO DE RUBEN MARIN AL DUHALDISMO
“El candidato ya es el cabezón”

Por F.Y.

t.gif (862 bytes) “Realmente el apoyo de (Rubén) Marín a la candidatura de (Eduardo) Duhalde no fue una sorpresa para muchos de los que estamos en el gobierno. Pero el problema es que el Presidente sigue escuchando a esos gurkas que le calientan la cabeza contra el cabezón”, aseguró a este diario una fuente de la Casa Rosada. El operador, autodenominado “menemista sensato”, aseguró que, a partir de ahora y sobre todo después de los comicios del domingo, Duhalde comenzará a recibir llamados de adhesión de todos los justicialistas del país: “Así somos los peronistas”, justificó.
El “sensato” juró que ya nadie en gobierno quiere seguir con esta pelea contra Duhalde, “incluso (Carlos) Corach y hasta (Alberto) Kohan”. Obviamente que los que no quieren dar el brazo a torcer, siempre según la fuente, son los enrolados en el ultrarrecontramenemismo como Roberto “Roby” Fernández que para el operador “es un impresentable”. De todos modos el hombre de gobierno se apresuró a aclarar que “esto no quiere decir que los que creemos que hay que terminar con la pelea con el gobernador, significa que nos estamos volviendo duhaldistas. Lo que hay que hacer es trabajar para mantener el peronismo en el poder”.
Los menemistas que creen que es inevitable la candidatura de Duhalde tienen un solo problema: convencer a Menem de esta realidad. “Los gurkas que tiene a su lado no lo dejan pensar”, se lamentan y juran que la relación con “Corach está mal y Kohan está en el freezer”.
El “sensato” operador insiste sobre la decisión de Marín: “No es cualquier gobernador, es un dirigente que siempre estuvo cerca de Menem y con este anuncio no está diciendo que se cruzó de vereda. El pampeano simplemente dice lo que muchos vemos: que todo el justicialismo se está inclinando por el bonaerense y no podemos quedarnos afuera”.
Otro “dato de esta realidad” que maneja el menemista es el pedido de ayuda del gobernador sanjuanino, Jorge Escobar, al binomio Duhalde-Ortega. “Escobar siempre respondió a Menem, pero como Marín, no come vidrio y ahora le pide que el Negro (por Duhalde) lo acompañe en la campaña. Si esta elección hubiera ocurrido hace un año, seguramente que Escobar le pedía a Menem que fuera a la provincia”, señaló.
Lo que desvela al menemista es la participación de los “gurkas”, a quienes responsabilizó del anuncio de la posible postulación de Eduardo Menem como precandidato presidencial acompañado por Cafiero: “Es otro disparate. Nadie con dos dedos de frente puede creer una cosa así a esta altura. Si (Carlos) Reutemann no quiso agarrar la candidatura en diciembre, menos lo hará el hermano Eduardo. Hay que entender una cosa, el candidato ya es Duhalde”.

 

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