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Lo cuidan al Mellizo para que juegue el superclásico

Boca entrenó de tarde con público y cantitos. El Mellizo va despacio pero seguro que estará. Por la mañana se vendieron todas las populares.

Estrictos controles, incidentes, algún detenido en la cola.
La venta matutina agotó rápidamente todas las populares.

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Por Facundo Martínez

t.gif (862 bytes) En medio de un clima de partido por la cantidad de hinchas que asistieron a la práctica, el plantel de Boca comenzó ayer por la tarde la semana de trabajo de cara al superclásico. En Casa Amarilla, los jugadores realizaron trabajos físicos y de fuerza bajo las órdenes del profesor Julio Santella. También se sumó al grupo el mellizo Guillermo Barros Schelotto, quien realizó trabajos con pelota, pero en forma diferenciada. El delantero espera llegar bien para el partido, aunque la última palabra la tendrá Bianchi. En otro orden se supo que la AFA designó al árbitro Horacio Elizondo (sorteado junto a Giménez y Sánchez) para dirigir el superclásico.
En el transcurso de la práctica los jugadores tuvieron una pequeña muestra de lo que implica para el hincha el desafío de ganar el superclásico. Más de un centenar de simpatizantes se acercaron hasta las canchas del predio de entrenamiento mientras el plantel realizaba trabajos fundamentalmente físicos –no hizo fútbol–, y alentaron a los jugadores con cantos y aplausos. El espectáculo de la tarde lo dieron tres hinchas del club que, alcoholizados, no dejaron de inventar canciones para cada uno de los integrantes del equipo, incluyendo el cuerpo técnico.
En cuanto a lo futbolístico, la atención se fijó en el retorno al trabajo con pelota del mellizo Guillermo, quien podría llegar bien al partido del domingo. “Hoy no tuve dolor. Me sentí bien pateando, aunque lo hice con una pelota más liviana. Espero seguir recuperándome para llegar al viernes y poder entrenar con el resto del plantel. Después, dependerá de la decisión de Bianchi”, manifestó el delantero al final de la práctica. En cuanto a sus deseos de jugar contra River el jugador sostuvo: “Yo quisiera estar entrenándome con todo. Tengo que ir soltándome despacio, pero la idea es llegar bien y jugar”.
Por su parte, el capitán del equipo, Diego Cagna, y el volante José Basualdo comenzaron a vivir el partido. Hablaron sobre la diferencia de cinco puntos sobre el rival, sobre la semana de River y sobre cómo va a encarar Boca el encuentro. “No sé si este partido es decisivo; es importante porque si ganamos nos alejamos tres puntos más. Si ellos juegan los dos partidos con el mismo equipo es seguro que vamos a tener una ventaja en lo físico, pero eso ya es un problema de ellos”, dijo el capitán. En tanto que Basualdo comentó: “River va a tener la mente en la Copa y en el campeonato y creo que eso es la ventaja que tenemos. El partido lo va a ganar el que esté más despierto, o el que mejor se haya levantado a la mañana. Yo espero, en Boca, que se despierten bien sobre todo los de atrás, porque el gol puede llegar en cualquier momento”.

 

Se vendió todo y hubo piñas

Las entradas populares que se pusieron a la venta para el partido entre Boca y River se agotaron ayer antes del mediodía en ambos estadios. Como era previsible, hubo incidentes debido a la cantidad de público que se acercó a las ventanillas para comprar su boleto.
En las inmediaciones de la Casa Amarilla hubo incidentes entre los simpatizantes de Boca y la Policía, debido a que a las 12.05 se anunció que no había más entradas generales. La gente comenzó a irse, pero sorpresivamente una persona del club que se encontraba adentro de las boleterías dijo que quedaban 300 populares. Eso motivó que muchas personas regresaran a formar una fila, donde se produjeron varios problemas. En River, en tanto, no hubo inconvenientes. A partir de mañana se pondrán a la venta las plateas, que tendrán valores que oscilan entre 60 y 200 pesos. El valor de las plateas generó preocupación y disgusto en los hinchas de ambos equipos debido a su elevado costo. Es más, en River causó malestar la declaración del presidente de Boca, Mauricio Macri, quien señaló que por ver a Luciano Pavarotti y Mercedes Sosa se pagó lo mismo.

 

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