Por Javier Lorca
En el pico de un
torbellino de repudios, cortes de calles y clases públicas contra el recorte
presupuestario, la plana mayor de la Universidad de Buenos Aires decidió ayer
acuartelarse durante toda la noche en una sesión permanente de su Consejo Superior. Una
sola vez en los 177 años de historia de la UBA había ocurrido algo así. Fue hace 33
años, en la jornada previa a La Noche de los Bastones Largos, cuando Juan
Carlos Onganía reprimió a los universitarios con la Guardia de Infantería.
En el rectorado y también en diversas facultades, todos los decanos y los representantes
de profesores, alumnos, graduados y empleados de la UBA iniciaron una vigilia que
concluirá este mediodía a la espera de que el Gobierno defina en cuánto reduce el
presupuesto educativo y, en particular, el universitario. Pese a las esperanzas de la
comunidad académica, en las últimas horas de ayer se supo que el decreto del Poder
Ejecutivo que le recorta 280 millones al presupuesto educativo y cien al sistema de
educación superior ya es un hecho. El martes el rector de la UBA, Oscar Shuberoff, había
anunciado que, si esto ocurría, la UBA estaría obligada a cerrar sus puertas el 1º de
octubre. Además, a su reclamo se sumaron los de varios rectores de universidades
públicas del interior del país.
Anoche, afincado en el Rectorado de la UBA, en Viamonte al 400, el decano de Psicología,
Raúl Courel, le dijo a Página/12: Hacemos esta vigilia para que la locura que
implica este recorte no se produzca. Desde octubre no podremos funcionar más. No habrá
cómo pagarle a la gente, ni posibilidades de hacer más ajustes de los que ya se han
hecho. Hemos tocado fondo, sentenció. La vicerrectora Susana Mirande advirtió que
la desaparición de la UBA sería una catástrofe para el país y, en diálogo
con este diario, agregó: Vamos a hacer todo lo posible para que el Gobierno dé
marcha atrás. Incluso, acampar acá mismo, como en los viejos tiempos. Nos
vamos a quedar acá toda la noche para que nos dejen seguir construyendo una universidad
democrática, para que no nos obliguen a destruir el futuro, dijo, más tarde y en
una conferencia de prensa, el decano de Ciencias Económicas, Juan Carlos Chervatín.
Ayer, el rector Shuberoff no estuvo al frente de la protesta porque sufrió un golpe
personal: falleció su madre.
La defensa de la universidad pública es ajena a cualquier partidismo, es una razón
de Estado, decía por la mañana el mismo Chervatín, antes de dictar una clase
pública y encarnar una imagen que se multiplicó durante todo el día en los barrios
porteños vecinos de las sedes de la UBA. Decanos mezclados con alumnos protestaban desde
escenarios improvisados. Militantes de agrupaciones estudiantiles repartían volantes y
consignas. Carteles y banderas repudiaban el recorte oficial. Grupos de estudiantes se
concentraban frente a los oradores. Sonaban bombos y aplausos, gritos, cantitos, petardos
y bombas de estruendo. También sonaban bocinazos. Todo ocurría en mitad de la calle,
para desesperación de autos y colectivos que quedaron atascados frente a la plaza
Houssay, en la avenida Cantilo cerca de Ciudad Universitaria, sobre Corrientes y Angel
Gallardo, sobre Independencia en sus cruces con Paseo Colón y Urquiza, en Marcelo T. de
Alvear y Uriburu. Los cortes de calles también visitaron dos esquinas de Caballito: los
cruces de Puán con Rivadavia y con Pedro Goyena. Allí, los estudiantes de la Facultad de
Filosofía y Letras sostienen la postura más radical dentro de la casa de estudios
porteña y mantienen tomada la unidad académica. En la sede de Ciencias Sociales, cerca
de las 19, el centro de estudiantes sacó a la calle varias computadoras para que los
alumnos envíen e-mails de repudio a través de la red informática. También organizaron
una radio abierta.
El abanico de protesta se abrió ayer en el interior. Hugo Juri, rector de la Universidad
de Córdoba, donde hay 104 mil alumnos, dijo que la reducción de los cien millones
obligará a la institución a suspender todos los proyectos de investigación y a
convertirse en un colegio quetransmite conocimientos generados por otros. En
este momento tenemos fondos para pagar los sueldos hasta fin de año, pero no hay con qué
abrir las puertas de la universidad a partir de setiembre. No hay dinero para pagar la
luz, el agua, la calefacción, el teléfono y otros servicios, aseguró Jorge
Ravassa, rector de la Universidad del Comahue, que tiene 25 mil alumnos en Neuquén y Río
Negro.
El reclamo seguirá hoy en varios frentes. Los gremios de docentes y no docentes
convocamos a un paro de 48 horas desde hoy dijo Javier Hermo, de Aduba. Y la
Conadu también convocó a un paro nacional. Además, los maestros de capital y de
Buenos Aires impulsan un paro nacional de la CTERA. Por su lado, la Federación
Universitaria Argentina (FUA) programó, para las 19 de hoy, apagones y protestas en todo
el país.
Quieren
doblegar el último bastión crítico |
Suelta de globos negros contra el recorte, ayer por la mañana en
Económicas.
En Filosofía y Letras los alumnos interpretan la poda como una presión para
arancelar.
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Por Cecilia Sosa
Facultad tomada por
recorte presupuestario. Quedate, dice el cartel que sella la entrada de la Facultad
de Filosofía y Letras, en Caballito. Desde la noche del martes, las clases están
suspendidas y los alumnos y no docentes en asamblea permanente. Es la única de las trece
facultades de la UBA que no esperó a octubre para cerrar sus puertas.
Están doblegando el último bastión de pensamiento crítico. Vivimos la agonía de
la universidad pública, dice Gastón Celaya, estudiante de Filosofía. Cada dos
horas, la bandera negra del centro de estudiantes recorre las cinco cuadras que separan el
edificio de Puán al 400 de la avenida Rivadavia. Sobre el pavimento, los estudiantes
pintaron grandes anillos concéntricos. Es un blanco, como hicieron en Yugoslavia
para repudiar los bombardeos de la OTAN, explica Julieta. Aunque ahora las
víctimas somos nosotros, replica Laura, estudiante de Historia. Pero el clima no es
trágico: Guarda que nos van a cagar a tiros en serio. Ganas no les faltan,
grita alguien, entre risas, desde el tumulto que interrumpe el tránsito. Anoche, una
asamblea decidió que la toma no será levantada.
Con el recorte nos matan se lamenta Christian Barbarini, de 19 años
Están buscando poner un arancel y así no va a poder estudiar nadie, agrega
mientras se apura a sumarse a las decenas de estudiantes que, ayer a las 17, por cuarta
vez en el día, emprende la marcha hacia Rivadavia. Adelante un patrullero le disputa la
vanguardia a la bandera del centro y dos motos escoltan los cánticos de los estudiantes.
Acá está Filosofía por más presupuesto para la educación
cantan y el clásico Traigan al gorila musulmán..., son los
preferidos para amenizar la caminata.
En Filosofía y Letras, la protesta no es sólo de los estudiantes. Desde hace una semana,
los no docentes están en huelga. Y el centro estudiantil, liderado por la Corriente
Estudiantil Popular y Anti-imperialista (Cepa) busca diferenciarse de Franja Morada. Sólo
en cuatro facultades no domina el brazo universitario del radicalismo. La política
de ahogo a la universidad no es nueva. Hasta hoy las autoridades trataban de administrar
el ajuste. Parece que recién ahora se dan cuenta de que, así, no va más, dispara
el vicepresidente del centro, Francisco Yofré, de 26 años, corriendo su boca de la del
megáfono. Los estudiantes no estamos detrás de Shuberoff. Lo que defendemos es la
universidad pública, advierte David, de 20 años, alumno de Antropología, mientras
sigue caminando. Atrás quedan las paredes de Puán 480, cubiertas de carteles y
fotocopias de los diarios de la mañana de ayer, que anunciaban el virtual cierre de la
UBA, rector dixit. Ya sobre Rivadavia, los cánticos y tambores redoblan su esfuerzo. Los
autos retrucan con bocinas impacientes. Algunos peatones insultan, otros son indiferentes.
Pero, Elisa Cazenave, de 78 años, está firme en su puesto: Yo no tengo título ni
nada, pero sufro por el futuro que les espera a mis nietos. Estoy avergonzada de este
recorte a los estudiantes y de lo que ha llegado a ser la Argentina, dice. A su
espalda, el blanco pintado por los estudiantes brilla sobre el pavimento.
Pese a la energía desplegada, se oyen comentarios desalentadores. Están doblegando
el último bastión de pensamiento crítico que queda en el país. Vivimos la agonía de
la universidad pública, dice Gastón Celaya, estudiante de Filosofía. Con todo,
muchos descreen de que la universidad vaya a cerrar. A pesar de que la UBA vive la
peor crisis de su historia, sería muy loco aventurar un cierre completo. Además, estamos
acá para pelear contra eso, dice Gastón. No cerrará pero a largo plazo
vamos camino a la privatización, completa Luciana, de la carrera de Artes. No
al FMI, sí a la educación, corean cuando cae la noche y empiezan a desandar Puán.
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Las preguntas
1. Si usted fuera presidente, ¿aceptaría que se
recorten gastos del Estado para cumplir con el Fondo Monetario Internacional?
2. Si el recorte fuera inevitable, ¿de qué áreas recortaría?
3. René Favaloro dijo que no pasaría nada malo si se cerraran por un
par de años facultades como la de Medicina y la de Derecho. ¿Qué piensa? |
Eduardo Duhalde (precandidato a presidente
del PJ)
1 Depende de la circunstancia. No es una cuestión taxativa, pero cuando
se hace inexorable un recorte hay que hacerlo sin afectar el área social ni la educativa.
2 Un buen gobierno eliminaría el gasto superfluo. Todas las áreas deben
tener una administración austera: el tema central es cómo presupuestar las políticas de
Estado. Impulsar una política de empleo y no tomar conciencia de que hay que educar y
capacitar, es no entender el asunto. La enorme cantidad de adolescentes que están fuera
del sistema educativo nos arroja resultados desgarradores en relación con temas como la
marginalidad y la droga. La mayoría de la gente que hoy está en prisión no ha recibido
educación secundaria, y en muchos casos tampoco ha completado la educación primaria.
También ocurre en la actualidad que muchos de los jóvenes que ingresan en la actividad
delictiva lo hacen por no haber tenido la posibilidad de educarse en forma sostenida y su
inserción o reinserción en el sistema se dificulta. Por todo esto, no poner en el centro
de las actividades políticas el tema de la educación implica también fracasar en la
pretensión de pleno empleo, en las políticas sociales y en las de seguridad y
prevención. Hoy por hoy, el nombre de la justicia social y el trabajo, conforme a las
nuevas modalidades productivas, está íntimamente relacionado con la capacitación y, por
ende, de la educación.
3 No voy a opinar de lo que dijo René Favaloro, prefiero hablar
conceptualmente del tema. |
Domingo Cavallo (candidato a presidente
de Acción por la República)
1 No creo que en este caso el presupuesto se esté recortando por
compromisos con el FMI. El problema reside en que el sector público argentino gasta mucho
y gasta mal.
2 Haría cumplir las leyes que existen. La Ley Federal de Educación y
Pacto Federal Fiscal son leyes convenio entre la Nación y provincias que no se están
cumpliendo. La solución de este problema presupuestario requiere un replanteo integral no
sólo de los pocos gastos que controla el gobierno federal sino también de todo el gasto
público consolidado. Hay una mala administración en sentido integral. Si la
administración fuera eficiente, los fondos para educación podrían aumentar la próxima
semana.
Por otra parte, está mal que el Poder Ejecutivo decida por decreto las cuestiones
presupuestarias. El Congreso debe imponerse la responsabilidad de regular el buen nivel de
gasto de la Nación y de las provincias.
3 No creo que haya que cerrar de repente ninguna universidad, pero soy un
convencido de que hay que planificar el número de vacantes en las distintas carreras que
se ofrecen. El quid de la cuestión es, entonces, hacer una reforma, pero sin afectar la
situación de los estudiantes actuales. Cualquier modificación que se introduzca no debe
ser inmediata. Tiene que ser una modificación pensada para disminuir el número de
estudiantes futuros de determinadas carreras en función de las necesidades sociales del
momento. En el mediano plazo, es una medida sensata que ya se ha tomado en el exterior. En
todos los países del mundo, si hay algo que se planifica, son los lugares dentro del
sistema universitario en función de la oferta y la demanda en el mercado. |
Graciela Fernández Meijide
(candidata de la Alianza a la gobernación bonaerense)
1 Es muy difícil hacer futurismo en ese sentido, pero lo que sí sé con
seguridad es que no recortaría gastos en áreas como educación y gasto social.
2 Recortaría los gastos de la SIDE, cuyos integrantes se ocupan de hacer
encuestas y pinchar teléfonos, pero no son capaces de investigar los atentados que
sufrió el país. Sacaría plata de los gastos reservados, de los Aportes del Tesoro
Nacional (ATN) y de todo lo que fuera armada del aparato político. También
reduciría, por dar un ejemplo, los dos mil dólares viáticos que le llegan a la actual
secretaria de Medio Ambiente, María Julia Alsogaray.
3 La del doctor René Favaloro es una visión puramente economicista que
no comparto en lo más mínimo. Considero que su criterio es muy miope. No se le puede
sacar a un joven, lleno de vitalidad, el derecho a estudiar lo que quiere, a hacer su
vocación. No se los puede frustrar en eso también, porque a la angustia y el fracaso que
hoy les provoca la desocupación, estaríamos añadiendo la frustración que les
provocaría no poder estudiar aquello que desean. Es cierto que hay superpoblación en
algunas carreras, pero es natural que esto ocurra: los chicos se tiran a las carreras que
consideran más atractivas.
Por eso, son pocos los que eligen carreras como geología o biología marina, que a lo
mejor les parecen muy interesantes en sus contenidos, pero no muy rentables
económicamente. Y es natural que así sea. De ninguna manera se los puede coartar en su
elección vocacional. Esa no es, a mi entender, la solución del problema. |
CONCLUSIONES DE LA PEDAGOGA
GUILLERMINA TIRAMONTI
A Menem no le importa el comicio
Por N. V.
Mirado desde el
Presidente, la única explicación que le encuentro al recorte presupuestario en
educación es que no esté interesado en el resultado electoral, consideró la
pedagoga Guillermina Tiramonti, profesora titular de Política Educativa en la Universidad
Nacional de La Plata.
Tiramonti señaló que la decisión de realizar un ajuste que reduzca los fondos asignados
a educación muestra cuáles son las prioridades del Gobierno. La titular de
Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) dijo que en esta
coyuntura habría que apoyar la posición de la ministra Susana Decibe, hacer fuerza
socialmente para que este gobierno comprenda que la opinión pública no está dispuesta a
soportar que el Estado gaste plata alegremente sin dar cuenta a la sociedad.
¿Recortar por educación muestra que no es una política de Estado?
Recortar por educación es una decisión que menoscaba la pretendida centralidad de
la educación para el futuro siglo, transforma en mera retórica lo de la sociedad del
conocimiento, la importancia de la educación. No es que no haya otros lugares para
recortar: hay gastos reservados más allá de que eso alcance o no, es un
gesto que el Estado debería hacer. En este sentido, habría que apoyar la posición de la
ministra.
¿El recorte responde a una directiva del Fondo Monetario Internacional?
No creo que el Fondo haya decidido que tiene que recortar sobre educación, eso se
define nacionalmente, son prioridades que establecen este gobierno y el Ministerio de
Hacienda. Si bien hay pérdida de autonomía, hay un espacio donde los gobiernos pueden
decidir.
¿A qué atribuye que el mayor peso del ajuste caiga sobre el sector universitario?
Pareciera que en la educación superior es más legítimo el recorte que en la
educación básica y, por lo tanto, se trasluce una política que plantea la necesidad de
que la educación superior busque otros recursos. Creo que ésa es una larga discusión
que se debe hacer seriamente con menos ideologismo. Hay que repensar, reestructurar el
gasto, pero no hay que recortar. La verdad, en esta universidad así como está no vale la
pena aumentar demasiado los presupuestos, pero hay que poner mucha más plata que la que
se pone para cambiarla.
Teniendo en cuenta el repudio social que provoca el recorte en educación, ¿cómo
explica la elección?
Si lo pienso desde Roque Fernández digo que es un funcionario que carece de sentido
político, cree que la educación no debería estar a cargo del Estado, debería ser
privada. Desde ellos es lógico recortar por ahí y no pensar en otros recortes que
benefician a otros grupos clientelares como el financiero. Desde Educación no es la
posición de la ministra. Desde Menem, la verdad que no sé, probablemente porque no está
interesado en el resultado electoral. |
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