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Las dos primeras bajas de
la Armada Brancaleone

Al derrumbarse un helicóptero Apache, la OTAN sufrió sus dos primeras bajas en seis semanas de operación Fuerza Aliada. Pero ya planeó ocupar Kosovo con 6000 hombres después de la guerra.

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El presidente Bill Clinton en la base alemana de Ramstein.
Visitó a los tres prisioneros de guerra de la OTAN liberados.

t.gif (862 bytes)  Todos los hombres son mortales. Dos pilotos de la OTAN demostraron ayer que eran hombres al morir cuando se estrelló un helicóptero Apache durante maniobras en Albania. Son las primeras bajas atlantistas desde el comienzo de la operación Fuerza Aliada contra Yugoslavia, y no cayeron por las armas serbias sino por incompetencia técnica. Podrían haber muerto en una base en Estados Unidos. Es el segundo Apache que se derrumba. En los bombardeos, que ayer se concentraron intensamente sobre Kosovo, tampoco faltó la incompetencia: un convoy de Médicos del Mundo fue alcanzado entre Pristina y el puerto fronterizo de Blace en Macedonia. A pesar de sus primeras bajas, la OTAN ya tiene planes más concretos para el fin de la guerra. Los mandos aliancistas establecieron la estrategia para ocupar la provincia yugoslava con 60.000 soldados a mediados del verano, según publicó ayer el Wall Street Journal.na22fo02.jpg (17190 bytes)
“El Apache es un excelente helicóptero capaz de llevar a cabo operaciones de combate nocturnas, pero debido a su avanzada tecnología necesita de un mantenimiento perfecto”, resumió ayer el nuevo vocero militar de la OTAN, el general alemán Walter Jertz. Un mantenimiento que, en dos ocasiones, fueron incapaces de prestarle. El de ayer fue el segundo de los 24 Apaches desplegados en Albania que se estrella durante el entrenamiento; el primero, que se estrelló el 26 de abril, solo dejó mutilados a sus tripulantes. Los Apaches fueron saludados desde un comienzo por la Alianza como obra maestra de su tecnología de guerra, y una pieza clave en la lucha contra los tanques serbios que ocupan Kosovo. El que se destruyó ayer se convirtió en una bola de fuego que brilló en la oscuridad y mató a sus dos pilotos.
Un mes después de que el presidente norteamericano Bill Clinton tomara la decisión de enviar los Apaches a los Balcanes, estos aparatos no han podido entrar en operaciones y han resultado más mortíferos para los norteamericanos que para los serbios depuradores étnicos. Desde que comenzó la guerra el 24 de marzo, la Alianza ha perdido dos hombres, tres aviones, dos helicópteros, y cuatro aparatos teleguiados de observación (drones). Todo material bélico norteamericano, salvo tres drones alemanes.
Un convoy humanitario de Médicos del Mundo fue bombardeado ayer entre Pristina, la capital de la provincia yugoslava de Kosovo, y el puesto fronterizo de Blace en Macedonia, pero no hubo heridos. “Todos los miembros del convoy llegaron a Pristina. Estaban conmocionados por el ataque, pero no heridos”, declaró Alexandro Kamarotos, secretario general de Médicos del Mundo. “No hemos bombardeado el convoy. Nunca hemos atacado a civiles y no tenemos información”, desmintió a la organización humanitaria el general alemán Walter Jertz. Sin embargo, hasta ahora la OTAN no ha sido tan quirúrgica en sus bombardeos como gustan proclamar sus voceros, y ha insistido en confundir los convoyes con tropas serbias disfrazadas.
Las fuerzas de tierra de la OTAN ocuparían “la provincia de Kosovo tras la retirada del ejército yugoslavo”. Un tercio de estas tropas serían soldados norteamericanos. Así anunció ayer el diario Wall Stret Journal, que no citó fuentes. En Bonn, el canciller alemán socialdemócrata Gerhard Schroeder afirmó que una misión futura de pacificación en la provincia del sur de Yugoslavia debe incluir “una fuerza militar de protección” que garantice el retorno de los refugiados. Es difícil no ver que “protección” es la versión europea de “ocupación”.
Según el Wall Street Journal, se trata de ver “cómo se ejecutaría una entrada de tropas de la OTAN en un contexto semihostil”, una vez que los bombardeos de la Alianza hayan quebrado la voluntad política de Belgrado para proseguir la guerra, o la capacidad de los militares yugoslavos para combatir en tierra. Clinton y los demás dirigentes de la OTAN siguen insistiendo en que no tienen intenciones de enviar tropas a Kosovo hasta que un acuerdo político permita su entrada en un “contexto no hostil”. Pero en su cumbre del mes pasado en Washington, los jefes de la OTANaprobaron realizar una evaluación de las necesidades de tropas para una acción de tierra.

 

BILL CLINTON EN EUROPA ARENGO AYER A LAS TROPAS
La lección del maestro del Sexgate

The Guardian

de Gran Bretaña


Por Ian Traynor
y Martin Walker

Desde Bruselas


t.gif (862 bytes) El presidente Bill Clinton proclamó ayer en Alemania que Estados Unidos estaba librando una guerra para mantener a Europa “sin divisiones, pacífica y libre” por primera vez en la historia del continente. De visita a la mayor base militar de Estados Unidos en Europa, dijo que el presidente Slobodan Milosevic de Yugoslavia era un déspota perverso que en dos meses había forzado a casi un millón y medio de albaneses étnicos a dejar sus hogares. Clinton les dijo a 6000 soldados de Estados Unidos y a sus familias reunidos en un hangar en la base de Spangdahlem en Alemania que su tarea tenía “peligros” pero que la OTAN intensificaría su campaña de bombardeos.
“Debemos resistir en Kosovo por la humanidad de cada persona que vive y respira en este continente”, declaró en un discurso para levantar la moral al 52º Cuerpo Expedicionario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, cuyos bombarderos Stealth y los cazas F-16 están involucrados en ataques diarios. Milosevic estaba usando “campos de concentración, asesinatos y violaciones” en la “culminación de una deliberada y calculada campaña de 10 años para aumentar sus poderes dictatoriales”, dijo Clinton. “Esto está mal. Es perverso ... Debemos repudiarlo. Debemos revertirlo. Y es lo que intentamos hacer.”
Esta es la primera visita del presidente a las tropas de Estados Unidos en Europa desde que la primera misión de combate de la OTAN fue lanzada hace seis semanas. Estaba acompañado por sus secretarios de Estado y Defensa, por el general Wesley Clark, el comandante de la campaña de la OTAN, y por el general Hugh Shelton, jefe del estado mayor conjunto norteamericano. Los soldados recibieron a su comandante en jefe con bandas de instrumentos de metal, cantando coros de música evangélica, y con aplausos. En su viaje de 36 horas, llegó desde el cuartel general de la OTAN en Bruselas y luego fue a la base en Ramstein en el sudoeste de Alemania, donde habló en privado con los tres soldados norteamericanos capturados en marzo y liberados este fin de semana.
Los líderes de la OTAN parecen cada vez más resignados a un tratado que pueda dejar a Milosevic en el poder y darle a las fuerzas de la OTAN un bajo perfil en una fuerza de paz sancionada por la ONU con un gran contingente ruso. Clinton dijo: “Debe haber una fuerza de seguridad internacional con la OTAN en su núcleo”. Funcionarios británicos fueron más sutiles: “La palabra OTAN no tiene que estar presente” en la descripción de la fuerza internacional que entraría en Kosovo pero dijo que se esperaba “que muchas otras naciones formaran parte de ella”. En Spangdahlem, Clinton invocó una visión de la lucha histórica por la decencia y la justicia en la Europa post Guerra Fría, recordando el rol de Estados Unidos para derrotar a la Alemania nazi. “Nuestra lucha es contra la limpieza étnica”, dijo. De los dos pilotos de Estados Unidos que murieron ayer dijo: “Los lloramos junto con sus familias y oramos por ellos”. Mientras tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, William Cohen, indicó la libertad inminente de dos soldados yugoslavos detenidos por las fuerzas de Estados Unidos.
(Traducción: Celita Doyhambéhère.)

 

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