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Todos los hombres son mortales. Dos pilotos de la OTAN demostraron ayer que eran hombres al morir cuando se estrelló un helicóptero Apache durante maniobras en Albania. Son las primeras bajas atlantistas desde el comienzo de la operación Fuerza Aliada contra Yugoslavia, y no cayeron por las armas serbias sino por incompetencia técnica. Podrían haber muerto en una base en Estados Unidos. Es el segundo Apache que se derrumba. En los bombardeos, que ayer se concentraron intensamente sobre Kosovo, tampoco faltó la incompetencia: un convoy de Médicos del Mundo fue alcanzado entre Pristina y el puerto fronterizo de Blace en Macedonia. A pesar de sus primeras bajas, la OTAN ya tiene planes más concretos para el fin de la guerra. Los mandos aliancistas establecieron la estrategia para ocupar la provincia yugoslava con 60.000 soldados a mediados del verano, según publicó ayer el Wall Street Journal. El Apache es un excelente helicóptero capaz de llevar a cabo operaciones de combate nocturnas, pero debido a su avanzada tecnología necesita de un mantenimiento perfecto, resumió ayer el nuevo vocero militar de la OTAN, el general alemán Walter Jertz. Un mantenimiento que, en dos ocasiones, fueron incapaces de prestarle. El de ayer fue el segundo de los 24 Apaches desplegados en Albania que se estrella durante el entrenamiento; el primero, que se estrelló el 26 de abril, solo dejó mutilados a sus tripulantes. Los Apaches fueron saludados desde un comienzo por la Alianza como obra maestra de su tecnología de guerra, y una pieza clave en la lucha contra los tanques serbios que ocupan Kosovo. El que se destruyó ayer se convirtió en una bola de fuego que brilló en la oscuridad y mató a sus dos pilotos. Un mes después de que el presidente norteamericano Bill Clinton tomara la decisión de enviar los Apaches a los Balcanes, estos aparatos no han podido entrar en operaciones y han resultado más mortíferos para los norteamericanos que para los serbios depuradores étnicos. Desde que comenzó la guerra el 24 de marzo, la Alianza ha perdido dos hombres, tres aviones, dos helicópteros, y cuatro aparatos teleguiados de observación (drones). Todo material bélico norteamericano, salvo tres drones alemanes. Un convoy humanitario de Médicos del Mundo fue bombardeado ayer entre Pristina, la capital de la provincia yugoslava de Kosovo, y el puesto fronterizo de Blace en Macedonia, pero no hubo heridos. Todos los miembros del convoy llegaron a Pristina. Estaban conmocionados por el ataque, pero no heridos, declaró Alexandro Kamarotos, secretario general de Médicos del Mundo. No hemos bombardeado el convoy. Nunca hemos atacado a civiles y no tenemos información, desmintió a la organización humanitaria el general alemán Walter Jertz. Sin embargo, hasta ahora la OTAN no ha sido tan quirúrgica en sus bombardeos como gustan proclamar sus voceros, y ha insistido en confundir los convoyes con tropas serbias disfrazadas. Las fuerzas de tierra de la OTAN ocuparían la provincia de Kosovo tras la retirada del ejército yugoslavo. Un tercio de estas tropas serían soldados norteamericanos. Así anunció ayer el diario Wall Stret Journal, que no citó fuentes. En Bonn, el canciller alemán socialdemócrata Gerhard Schroeder afirmó que una misión futura de pacificación en la provincia del sur de Yugoslavia debe incluir una fuerza militar de protección que garantice el retorno de los refugiados. Es difícil no ver que protección es la versión europea de ocupación. Según el Wall Street Journal, se trata de ver cómo se ejecutaría una entrada de tropas de la OTAN en un contexto semihostil, una vez que los bombardeos de la Alianza hayan quebrado la voluntad política de Belgrado para proseguir la guerra, o la capacidad de los militares yugoslavos para combatir en tierra. Clinton y los demás dirigentes de la OTAN siguen insistiendo en que no tienen intenciones de enviar tropas a Kosovo hasta que un acuerdo político permita su entrada en un contexto no hostil. Pero en su cumbre del mes pasado en Washington, los jefes de la OTANaprobaron realizar una evaluación de las necesidades de tropas para una acción de tierra.
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