|
|
|
|
|
|
|
|
Elizondo le dio un gol dudoso a Sorín.
|
Por Carlos Stroker  Cuando parecía que se
avecinaba el final de un ciclo, River renació. Anoche le ganó con justicia y un gol muy
polémico a Vélez en el partido de ida de los cuartos de final de la Libertadores. Quedó
con un pie en las semifinales y va entonado al clásico del domingo con Boca en la
Bombonera para discutir también el Clausura con su rival de siempre. Felicidad, entonces
para los de Ramón Díaz.La ventaja del primer tiempo estaba ampliamente justificada. La ensombreció el gol que fue y no fue, pero River había hecho méritos suficientes porque había jugado todo el tiempo en campo de Vélez. Después, cuando Vélez fue a buscar el empate en la segunda etapa quedó contra las sogas pero apareció Bonano y más tarde Saviola para meter el segundo y liquidar el asunto. Tras la expulsión de Cubero tuvo resto para ampliar ese 2-0 e ir a Liniers con las cosas resueltas pero no se animó. Después de todo, dos goles de diferencia en estas instancias parece demasiado. La polémica seguirá hasta el fin de los tiempos. ¿Entró? ¿No entró? Nadie está en condiciones de asegurarlo. Hubo un corner desde la izquierda, un cabezazo que tapó sin retener Chilavert y del rebote cabeceó Sorín, abajo y al palo derecho. El paraguayo se tiró y la sacó. ¿De adentro? ¿Antes de que entrara? ¿Sin que la pelota ingresara toda? Imposible saberlo. Desde el palco de prensa no dio sensación de gol. Ninguna toma de la televisión pudo confirmar si fue gol o no. Alberto Barrientos, el línea de ese lado, salió corriendo otorgando el gol y Horacio Elizondo recién entonces marcó el centro del campo. Hubo protesta generalizada de Vélez y amarilla para Chilavert pero la chapa del 1-0 estaba inamovible. Barrientos tiene una larga historia de dificultades en este tipo de jugadas. Fue el que dio aquel gol a Camps en el partido que Vélez le ganó 5-1 a Boca en el 96. Esa decisión provocó expulsiones en Boca y abrió el camino a la goleada de Vélez. Pero este año le dio un gol a River contra Vélez en Liniers tras un cabezazo de Berizzo, tan polémico como este de anoche. Sin embargo, River había jugado mejor y merecía estar en ventaja. Chilavert había sido el mejor de Vélez y Gallardo y Saviola murieron varias veces en sus manos además de un tiro de Berti que dio en un palo. Hubo un gran primer tiempo de River que no se repitió en la segunda parte porque Vélez salió a buscar el empate y se lo llevó por delante, pero sin empujar, jugando. Porque por entonces Bassedas ya le había tomado el espacio a Astrada y llevaba a su equipo al frente. Entonces apareció una y otra vez Bonano para tapar el empate en tres situaciones claras para volver a convertirse en la “bestia negra” de los visitantes, como cuando era arquero de Central. En un contraataque, cuando la defensa de Vélez estaba jugada achicando espacios en ataque, Saviola coronó una noche espectacular. Encaró a Chilavert, se abrió y definió con un derechazo cruzado inapelable. No bajó los brazos Vélez pero su impotencia se evidencia en la expulsión de Cubero. Desde entonces River tuvo servida una diferencia más amplia. Se conformó y empezó a pensar en Boca.
|
