|
Ayer fue un día oscuro para la Universidad Pública. Todas las facultades de la UBA y al menos veinte universidades nacionales realizaron un apagón en repudio a la reducción presupuestaria que sufrió la educación. El recorte es una forma de genocidio. Están desmantelando el lugar donde estudiamos, producimos y creamos, dijo la secretaria académica de la Facultad de Psicología, Lucía Rossi, en una de las clases públicas que se dictó anoche, a oscuras. El rector de la UBA, Oscar Shuberoff, anunció que hoy hará una presentación judicial para frenar el tijeretazo. La confirmación oficial de la quita de cien millones al sistema de educación superior conocida ayer no disolvió la protesta universitaria. Autoridades, estudiantes, docentes y no docentes reaccionaron con más cortes de calles, clases abiertas, tomas de facultades, radios populares y pirotecnia. Ante este clima, el presidente Carlos Menem, ganado por los nervios, convocó a una reunión de urgencia al ministro de Economía, Roque Fernández, y al jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez. El encuentro fue en Olivos, entre las 19.30 y las 21.30. Fernández adujo que no existe recorte alguno: que a su presupuesto original para las universidades el Congreso le aumentó cien millones. Luego, Menem vetó ese aumento, pero la medida fue rechazada por Diputados. El nuevo ajuste, se defendió Roque, no existe porque sólo recupera aquellos cien millones. Iremos a la Justicia para que repare este verdadero dislate que constituye el decreto de recorte anunció ayer el rector de la UBA, Oscar Shuberoff. Ya lo hicimos en el 95 y los jueces nos dieron la razón. Esperemos que nuevamente sea la Justicia la que evite que tengamos que cerrar la Universidad. El rector y los decanos presentarán hoy en Tribunales un recurso de inconstitucionalidad y una medida de no innovar. Las protestas más fuertes de la jornada fueron el paro nacional de los docentes universitarios, cuyo acatamiento superó el 80 por ciento en todo el país según Conadu, y el apagón convocado por las federaciones estudiantiles (FUA y FUBA), con el apoyo de las autoridades académicas. Esta no es sólo la lucha de los estudiantes. Todos tienen que salir a la calle para que su hijos, nietos y todas las generaciones puedan seguir estudiando en la universidad pública, reclamó la titular del centro de estudiantes de Psicología, Jimena Lusa. Las luces se apagaron en todas las facultades de la UBA y también en 20 de las 37 universidades públicas del país: en las de Mar del Plata, San Luis, Quilmes, San Juan, Salta, Rosario, Córdoba, Tucumán, Comahue, La Plata y el Litoral, entre otras. En Buenos Aires, a lo largo de ayer, las diferentes sedes de la UBA encarnaron la protesta con distintas modalidades. La toma de facultades, que había comenzado y prosigue en Filosofía y Letras, se extendió primero a Ciencias Exactas y, anoche, llegó a la Facultad de Medicina. A última hora se discutía la virtual toma de Ciencias Sociales. Por la mañana, los estudiantes de Ingeniería pusieron sus bancos sobre Paseo Colón y cortaron la avenida entre Estados Unidos e Independencia. A la vez, los docentes e investigadores de la facultad realizaron experiencias científicas sobre la propia calle e intentaron explicárselas a los vecinos de San Telmo. También a esa hora, una asamblea estudiantil convocó a cientos de alumnos en las facultades de Agronomía y Veterinaria. Esta sede decidió suspender, por el momento, todas sus actividades académicas, sin esperar hasta el primero de octubre, como anunció Shuberoff. En tanto, los jóvenes de Odontología sacaron a la calle los viejos sillones de dentistas que usan para hacer prácticas. A la reacción de las facultades se sumó también la de los colegios que dependen de la UBA. El Colegio Nacional de Buenos Aires fue tomado, en forma pacífica y simbólica, por la Asociación de Docentes junto con los estudiantes. La medida continuará hasta hoy, a las 13. La Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini también fue tomada por el centro de estudiantes.
REBELION EN EL CONGRESO POR LA TIJERA DE ROQUE Por Cledis Candelaresi
|