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La Comisión Directiva de Vélez decidió no protestar ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores, que el miércoles a la noche perdió 2-0 con River, a propósito del primer tanto, concedido a Juan Pablo Sorín, que la repetición televisiva demostró que no había sido, y que, a juicio del técnico Eduardo Manera, fue definitorio: entramos en un estado de nervios y ansiedad que nos terminó perjudicando. El juez de línea Barrientos, que fue quien cometió la equivocación al salir corriendo hacia el centro del campo, no quiso ayer hacer declaraciones públicas, pero reconoció en la intimidad su error. Barrientos es considerado por el Colegio de Arbitros como el mejor línea de la actualidad. A los 32 minutos, tras un corner ejecutado por Sergio Berti, Juan Pablo Angel cabeceó de pique al suelo, Chilavert dio rebote y Sorín metió un frentazo contra el poste izquierdo que el arquero paraguayo rechazó. Pero el árbitro Elizondo le hizo caso a Barrientos, que picó hacia el centro del campo. No tenemos pensado protestar ante la CSF, porque no es la costumbre del club formular este tipo de pedidos señaló a este diario un integrante de la CD velezana. Reaccioné porque, evidentemente, no fue gol explicó Chilavert Un error que no fue nuestro nos costó la derrota. Barrientos no quiso hablar ayer de manera pública pero se supo que el juez vio el tape el mismo miércoles a la noche y reconoció su error, lo que supuso un fuerte golpe anímico. El equipo de Liniers es, desde hace tres años protagonista involuntario de goles polémicos, desde aquel Vélez-Boca del Clausura 96, cuando el mismo Barrientos le concedió el gol a Camps que cambió la historia de ese encuentro. Boca ganaba 1-0 y a partir de ese tanto (luego de que Pandolfi estrellara la pelota en el travesaño, Camps conectara de cabeza y Navarro Montoya sacara en la línea), Vélez pudo dar vuelta el partido para ganarlo 5-1. Barrientos perdió su categoría internacional tras ese partido en el que, por única vez, su equivocación favoreció a Vélez, aunque oficialmente la causa de la degradación fue un examen físico no aprobado. Recién un año después recuperó su condición para dirigir partidos internacionales. Sin embargo, su actuación volvió a resultar polémica en un encuentro jugado por Vélez. Fue en Liniers, durante la primera fecha de este Torneo Clausura, cuando en una jugada confusa le concedió a Eduardo Berizzo, el defensor de River, un gol de cabeza. Con ese tanto, River ganó 1-0. Un ex árbitro de Primera, que lo tuvo como línea en partidos oficiales, aseguró a este diario que Barrientos es un tipo muy calladito, muy humilde, un buen tipo pero que se mandó una macana; aunque la macana peor es quien lo designa para este partido, en el que tiene un mal antecedente. Fue por eso mismo que se cuestionó la elección de Horacio Elizondo para dirigir el superclásico del domingo, ya que el sorteo fue hecho cuando ya se sabía que el árbitro internacional dirigiría River-Vélez, porque su arbitraje en el partido de Copa podría a condicionar su actuación en el Boca-River, lo que efectivamente sucederá. Vélez volvió a sentirse perjudicado durante este Clausura, esta vez en el clásico con Ferro. Cuando, al término del primer período el equipo de Caballito dominaba, Pandolfi sacó un remate sorpresivo que entró en el arco de herrera, como lo demostró la televisación en directo; sin embargo, el árbitro Elizondo, que dirigía el encuentro, no lo vio ni cobró.
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