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Por Pablo Plotkin ![]() ¿Los Gauchos Alemanes es una banda de rock? Arriba del escenario tomamos una actitud rockera. Generalmente, a bandas como nosotros, que les gusta tanto Stravinsky como Hendrix, se las llama eclécticas, que suena aburridísimo. Nosotros por definición seríamos eso, pero en el escenario somos rockeros. Aunque creo que el rock como género revolucionario ya fue, que se reitera constantemente. La revolución musical no parte hoy del rock. Es la música comercial. Y el negocio del mega rock es muy aburrido. También todo empieza a desvirtuarse a fines de los setenta, con el rock de estadios. ¿Cómo se explica que una banda le cobre 50 pesos a alguien que se va a parar al pasto para ver un show por pantalla de video? ¿Cómo se dio el cambio de lo acústico a lo eléctrico? Naturalmente. No fue una idea, uno cambia y cambia la música. Cambia la situación, el entorno, uno va creciendo. O por ahí se va para atrás. Nosotros, de algún modo, empezamos a volver de donde veníamos: el rock. Pero siempre con nuestro amor por lo contemporáneo. Empezamos a hacer cosas de Stravinsky con distorsión, covers de los Shadows, de los Beatles, de Brian Eno, a hacer los soundtracks de las películas que nos gustan. Empezamos a divertirnos más, sin preocuparnos tanto por el virtuosismo técnico. Y de repente nos dimos cuenta en los ensayos de que estábamos cayendo con eléctricas, con más amplificación, más efectos. Se dio así, la música lo requería. En ese sentido, al ser independientes, no tenemos que pedirle permiso a nadie, hacemos lo que queremos. Y eso es una gran ventaja. Esa libertad parece vital en Los Gauchos. ¿Podrían editar discos por una compañía grande? Podríamos, si las condiciones fueran justas. Lo que no se ve en ninguna compañía grande son las condiciones justas, equitativas. No existen. Es un robo. Lo que pasa es que los músicos están tan necesitados, y es tan grande el deseo de editar un disco, que en ese momento se comprometen a cualquier cosa. Pero los porcentajes son ridículos. Estás haciendo la música, el producto, ¿y te llevás el 7 por ciento de un CD? A nosotros tampoco nos editaría un sello grande, porque lo nuestro no es comercial. Con eso corremos con la desventaja de no tener difusión, y que poca gente sepa que existimos. Contra eso, nuestra forma es tocar mucho. Sí, sería bárbaro ganar plata vendiendo muchos discos, llegar a mucha gente, que en los conciertos las salas se llenen. Eso está bien, no somos hippies. Pero, ¿a qué precio? ¿Y cómo manejan eso en Europa? En Inglaterra y el resto de Europa nos edita el sello independiente Discipline, que reparte las ganancias 50 y 50. Entonces ahí sí tenemos un trato justo: porque hay que reconocer el esfuerzo de la compañía, que distribuye los discos y demás. Pero esa política represora, obsoleta, que termina siendo una estafa para los músicos, en poco tiempo se va a tener que acabar.
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