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DECIBE RENUNCIO Y MENEM DESIGNO A SU SEGUNDO PARA REEMPLAZARLA

Será “traidor” pero es ministro

La ministra de Educación dimitió enviándole una carta al “querido presidente” Menem, atacando duramente a Roque Fernández. La sucede el viceministro Manuel García Solá, a quien el entorno de Decibe tildó de “traidor”.

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Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes)  Después de casi siete años en el gobierno y tres como ministra, Susana Decibe renunció con un portazo. “Tal como le decía ayer, yo no he conseguido en este largo proceso que miembros claves de nuestro gobierno valoren la reforma educativa”, le escribió al Presidente en la renuncia que le mandó a Olivos por su secretario privado. En la carta calificó como “inexplicable e irrespetuoso el recorte” presupuestario de 280 millones de pesos que sufrió el área, pero al despedirse de la gente del ministerio lo definió como “un asesinato”. Carlos Menem hizo una jugada rápida para desbaratar el impacto de la baja: nombró al segundo de Decibe, el chaqueño Manuel García Solá, como ministro. “Es un traidor”, fue el comentario que despertó en el entorno de la ex ministra la aceptación de García Solá, quien hasta el día anterior se rasgaba las vestiduras por el ajuste y no le avisó que se había convertido en su sucesor.
Anteanoche, Decibe llamó al jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, para saber si podía esperar algo. “En el segundo semestre, cuando mejore la recaudación, se podrán recomponer las partidas”, escuchó del otro lado del teléfono. No dijo nada pero decidió imprimir la renuncia que llevaba en su computadora portátil. “Siento como un fracaso no haber logrado que mi gobierno asumiera las transformaciones en educación, universidad y ciencia y técnica, con igual convicción y casi religiosidad como con la paridad cambiaria”, leyó Menem y se molestó aún más con la frase que le advirtió que “lo que es intolerable ante la mirada de todos, es el espectáculo obsceno de quiebras bancarias, muchas veces fraudulentas, atendidas sin reparos por nuestro Banco Central”.
Después de un día de duelo en el ministerio, el viernes a la madrugada, García Solá llamó a Decibe para reforzar su solidaridad con la decisión de decir “basta” ante la ratificación del recorte. Sin embargo, dos horas después de que su secretario dejara la renuncia en Olivos, Decibe se enteró por una agencia de noticias que su segundo había sido designado en su lugar. García Solá, quien acaba de perder en medio de un escándalo la interna peronista para gobernador del Chaco, se refugió en la quinta del ministerio en San Fernando para rearmar su gabinete después de una breve entrevista con Menem y Rodríguez.
Renunciaron las cabezas de las áreas universitaria (el secretario Eduardo Sánchez Martínez y el subsecretario Eduardo Mundet) y pedagógica (las subsecretarias Inés Aguerrondo, Hilda Lanza, y los directores Cecilia Braslavsky, Néstor Ribet, Darío Pulfer, Daniel Hernández y Silvia Canela) y el secretario permanente del Consejo Federal, Osvaldo Devries. El secretario de Ciencia y Técnica, Juan Carlos Del Bello, seguirá en el cargo si logra que le repongan las partidas que le podaron. Hasta anoche sólo continuaban Sergio España (Políticas Compensatorias) y José Fortes.
(Presupuesto).
García Solá proviene del desarrollismo, fue vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, ministro de Educación del Chaco durante el gobierno de Acción Chaqueña, el partido del coronel retirado Ruiz Palacios, y desembarcó en Educación de la mano de Decibe. Anoche aseguró que su gestión será “la continuidad de la política educativa que implementó el Presidente, el ministro Jorge Rodríguez y que llevó adelante mi querida amiga Susana Decibe”. El flamante ministro embistió luego contra la protesta universitaria. Aseguró que durante “1999 funcionarán las 36 universidades de todo el país. El presupuesto será el mismo de 1998 y resulta sospechoso que Oscar Shuberoff diga que va a cerrar la UBA el 1 de octubre”. De esa forma contrarió el proyecto del peronismo en el Congreso que anunció el rechazo al recorte de 100 millones realizado por el Ejecutivo y se alineó con el discurso de la Casa Rosada.
“Soy de Racing, me acaban de robar las elecciones en el Chaco y estoy acá en medio de este quilombo.” Así describía su situación el jueves a la tarde García Solá en una impasse de las deliberaciones del Consejo Federalde Ministros de todo el país que estaba redactando un documento de rechazo unánime al ajuste. Ayer decidió revertir la acumulación de fracasos y dio un salto de alto riesgo para convertirse en, como máximo, el ministro de Educación de los últimos siete meses de Menem. A fines de diciembre García Solá se había resistido a dejarle el cargo a la ex senadora Olijela del Valle Rivas. El segundo de Jorge Rodríguez, Miguel Solé, le había pedido la renuncia para ubicar en ese puesto a la tucumana, una jugada indirecta para desplazar a Decibe.
El alejamiento de Decibe después de tres años como ministra muestra el triunfo del ajuste por sobre todo. Si bien ella formó parte de la política de un gobierno que durante diez años modeló un país donde la exclusión es inocultable, dio más de una batalla para evitar que la ola privatizadora inunde el área educativa. En su renuncia le dice “al Querido Presidente”: “¿Usted recuerda cuando le pregunté al ministro de Economía (Roque Fernández) en el gabinete quién era el responsable último de la educación de los chicos jujeños si la irresponsabilidad de sus gobernantes obligaba al cierre de las escuelas? Me contestó: ‘el voto de los jujeños. En las próximas elecciones no los volverán a votar’. Mientras tanto desde Economía se asumían los costos de las ineficiencias y otras yerbas financieras de la misma provincia. Los chicos jujeños estuvieron la mitad del año sin clases por falta de pago a los docentes”. A siete meses de las elecciones, el portazo para muchos es tardío. Pero, en épocas en que todos se adaptan, para otros es valorable.

DECIBE ACUSA A JORGE RODRIGUEZ Y ROQUE FERNANDEZ
“Menem jamás quiso que me fuera”

Por N. V.

t.gif (862 bytes) Susana Decibe vació ayer los cajones de su despacho en el Ministerio de Educación. Jugó su última batalla a todo o nada contra sus pares de Economía, Roque Fernández, y de Gabinete, Jorge Rodríguez. Perdió. El Presidente se quejó por el escándalo mediático de la pelea pero no dio ninguna orden para que se flexibilizara el recorte de 280 millones de pesos de su presupuesto. A su sucesor, Manuel García Solá, lo espera un paro nacional de la CTERA y movilizaciones de los universitarios en todo el país. Decibe le dijo a Página/12 que “no es muy grato dejar las cosas que una ama, pero vale la pena renunciar por lo que una cree”.
–¿Qué le ofrecieron como solución?
–Lo mismo que le deben haber dado a Manuel (García Solá) y que él aceptó: que en el segundo semestre si hay posibilidades con el aumento de la recaudación se recompondrían las partidas. Es terrible que ésa sea la mejor opción que le hayan dado al Presidente. Mi renuncia es terrible de dura y respetuosa, pero es la expresión de la razonabilidad de mi posición. Siento una gran lealtad y compromiso con el Presidente que me posibilitó este trabajo, pero yo ya no tenía ninguna autoridad moral para decirle a la gente que pague el impuesto, cuando mi propio gobierno no hace el esfuerzo de priorizar el sector.
–¿La educación no es una prioridad?
–Privilegiaron el acuerdo con el Fondo Monetario, lo cual en realidad no es el problema porque hacia adentro había una reingeniería financiera que permitía hacer los recortes de otro modo. El problema es que nuestro gobierno no tiene prioridades y, con los recursos que tenemos, es perfectamente posible tener prioridades en serio.
–¿Evidentemente, el Presidente tampoco terció a su favor?
–Estoy segura de que jamás quiso que me alejara. Nadie le dio una opción que a mí me sirviera. Cada uno tiene su estilo.
–Jorge Rodríguez, su antecesor, es quien, en definitiva, maneja el presupuesto. ¿La ayudó?
–No esperaba nada de él... Si no, no estaríamos como estamos. Jefatura de Gabinete tiene la última palabra pero son mucho más fuertes las definiciones de Roque (Fernández).
–¿Rodríguez no le pudo pedir la renuncia, usted se anticipó?
–No se dio el gusto.
–¿En qué repercutirá el recorte?
–Lo más grave será en la reincorporación de los chicos que ya están en los terceros ciclos de la Educación General Básica (de séptimo a noveno año). Hay tres mil obras programadas para tener aulas para reincorporarlos que no se podrán hacer, lo cual implica no cumplir con la Ley Federal de Educación. Todo el plan de infraestructura quedará parado, habrá que bajar licitaciones, ni hablar de la suspensión de la capacitación docente. Y, como si fuera poco, hay 200 millones adentro de Tesorería que nos deben del año pasado.
–¿Cómo tomó la designación de García Solá en su reemplazo?
–Cada uno toma las decisiones personales como más le gusta.
–¿Lo va a ver al Presidente?
–Estoy siempre dispuesta.
–¿Es cierto que se va a ir al duhaldismo?
–Eso lo dicen para minimizar mi renuncia. También dijeron que me la paso hablando con (Federico) Storani para irme a la Alianza.
–¿Y a dónde se va?
–Me voy a mi casa. Prefiero irme lejos y empezar de nuevo. Me voy con la certeza de que todo este proceso generó una gran movilización en el sistema educativo y queda mucha política educativa diseñada que va a alumbrar largamente la educación.

 

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