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Cansados de ser los patos de la boda, los jugadores de Racing decidieron no entrenarse ayer e iniciaron una huelga "por tiempo indeterminado". Cansados de la incertidumbre que rodea a la entidad de Avellaneda, los futbolistas adoptaron esta medida de protesta "por la indefinición e incomunicación del juez" Enrique Gorostegui, acerca de la posibilidad de que retomen la competencia en el Torneo Clausura. El ex presidente Daniel Lalín formalizó ayer su renuncia por escrito ante Gorostegui --quien no autorizó a Racing a jugar mañana con Newell's--, aunque condicionó su salida del club a que se asegure la continuidad de Racing en el Clausura; la dimisión abriría la llegada de un aval financiero de 50 hinchas del club por 1.500.000 pesos y el aporte de varias empresas que llegaría a 3.500.000 pesos, que se harían efectivos el lunes. "Esto no da para más, no puede ser que estemos excluidos de todo lo que pasa en La Plata. Esperábamos que algún dirigente o alguien del juzgado se acercara para comunicarnos la situación, pero nadie lo hizo", señaló ayer el defensor Claudio Ubeda. Además, el plantel dejaría de entrenarse en el predio de Canning (propiedad de Lalín) debido a las elevadas cifras --cerca de 9700 pesos por mes-- que se solicitaron por su utilización. Uno de los entrenadores del equipo, Gustavo Costas, afirmó que el próximo lunes concurrirá con sus dirigidos al predio de Canning, "pero los jugadores continuarán sin entrenarse si no hay noticias acerca de si jugamos". Si la situación se mantiene, es posible que varios de los futbolistas se acerquen a la sede de Futbolistas Argentinas Agremiados (FAA) para saber si pueden reclamar la libertad de acción. Los más criticados por los jugadores son Gorostegui y Lalín. "Lo de Lalín es increíble: dice que no viene a vernos porque renunció, pero todavía no firmó nada. Critica a los jugadores del club con la intención de culparnos y encima tenía que poner la plata para que podamos jugar y no lo hizo", señaló en la intimidad un integrante del plantel. Una vez decidida la huelga, Ubeda se comunicó con la síndico Liliana Ripoll para contarle la decisión y lo mismo hizo con los dirigentes residuales. Varios jugadores partieron a sus ciudades de origen a pasar el fin de semana con sus familias, pero lo curioso fue que varios de ellos pidieron a los periodistas que los llamaran "para saber qué pasa".
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