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Por J.I.C. El camino triunfal de Mariano Zabaleta por este Abierto de Alemania, que se juega en Hamburgo y reparte 2.200.000 dólares en premios, no se detiene. Con un tenis completo, sólido y poderoso, el tandilense (48º del mundo) sumó ayer una nueva gran victoria, que ya lo depositó en la cumbre de su carrera. Su inapelable triunfo en semifinales ante el ecuatoriano Nicolás Lapentti (41º) por 7-5 y 6-2, le abrió las puertas al partido decisivo de hoy ante el chileno Marcelo Ríos (8º, vencedor del español Carlos Moyá). Desde el lunes, cuando ascienda por lo menos hasta el 25º puesto del ATP Tour, Zabaleta será el sexto argentino que más alto trepó en el ranking mundial. Delante de él sólo quedarán Guillermo Vilas (2º), José Luis Clerc (4º), Alberto Mancini (8º), Martín Jaite (10º) y Guillermo Pérez Roldán (13º). En un match que tenía sabor a revancha, el tandilense de 21 años destrozó lentamente a Lapentti, tal como el ecuatoriano lo había hecho un mes atrás, en Copa Davis. Llevando siempre la iniciativa, Zabaleta desbordó constantemente a su rival (conectó 31 tiros ganadores), lo sorprendió con frecuentes subidas a la red (todas bien definidas), y lo martirizó con su mejor golpe: el drive, uno de los más potentes del circuito. Lapentti jamás tuvo chances de dar vuelta el resultado: durante la hora y 26 minutos de juego, apenas tuvo dos break points a favor, contra los once del argentino. Ex campeón mundial junior en 1995, la imagen de invulnerable que ayer transmitió Zabaleta contrasta con su pasado reciente. Dos años atrás, en su segunda temporada como profesional, una lesión en el hombro derecho casi lo aleja para siempre de la competencia. Y hace exactamente doce meses, su 217ª ubicación en el ranking ni siquiera le permitió soñar con jugar la clasificación de este mismo torneo el cuarto más importante del mundo sobre polvo de ladrillo- que ahora lo tendrá como finalista, con 190.000 dólares de premio ya asegurados y 171.000 más en caso de vencer a Ríos.
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