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EL GOBERNADOR LE PONE LIMITES A LA PRESENCIA DE MENEM EN LA CAMPAÑA
“No va a ser mi Alfonsín”

Reporteado por Página/12, Duhalde se mostró exultante y contó su charla con el Presidente. Pero dejó en claro que no le permitirá realizar una “campaña paralela”. Y que su fórmula junto a Ortega ya es la representación oficial del peronismo.

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Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes)  Eduardo Duhalde está exultante. No sólo triunfó su lista en la interna bonaerense, sino que además recibió el llamado de su archienemigo, Carlos Menem. El Presidente lo felicitó y quedaron en encontrarse (ver nota aparte). Pero, a pesar de esta conversación, el gobernador jura que no bajará los decibeles de su discurso y que no aceptará que Menem realice una campaña paralela: “Menem no será mi Alfonsín”, en referencia a la conflictiva relación que el aliancista Fernando De la Rúa lleva con el ex presidente radical. Obviamente, Duhalde insiste en que, junto con Ramón Ortega, ya son la fórmula oficial del peronismo.
–Habló con el presidente Carlos Menem. ¿Se puede saber qué conversaron?
–El me llamó y me felicitó por el resultado. Me pidió, que lo haga extensivo a toda la gente que trabajó para este comicio.
–¿Se encontrarán?
–Quedamos en vernos.
–¿Cuándo?
–No lo definimos todavía. Pero hay que prepararla bien, no se puede charlar así porque sí. Porque si no hay resultados mucha gente quedará defraudada. Encuentros como éstos generan mucha expectativa porque él es el presidente del justicialismo y yo del congreso. Es por ello que quiero que los equipos trabajen para que se produzca la reunión. Un papel importante en este tema es el del gobernador (Jorge) Busti, él es el secretario político del partido.
–Ahora bien, a usted lo llamó el Presidente, pero el que compitió el domingo fue Carlos Ruckauf.
–Sí, pero él sabe que yo patrocinaba la lista.
–¿Es una forma de reconocer que usted integra la fórmula justicialista?
–Para mí está resuelta desde hace tiempo. Además, no hay otra fórmula en el peronismo. El binomio que integramos con Ramón (Ortega) será consagrado como la fórmula del partido.
–Pero Adolfo Rodríguez Saa continúa insistiendo en que participará de la interna. ¿Habló sobre esto con el gobernador?
–No, todavía no. Pero lo voy a hacer, además hay tiempo todavía porque falta para que venza el plazo de presentación de listas.
–¿Ahora que habló con el Presidente, aceptará que él participe de su campaña proselitista?
–Lo que está claro es que no habrá dos campañas. Con Ortega y con el núcleo federal que integran los gobernadores justicialistas prepararemos el programa y el congreso partidario lo tendrá que aprobar. Después, si el Presidente acepta este programa, lo aceptaremos pero, si no es así, lo desautorizaré. Yo no quiero que se transforme en el (Raúl) Alfonsín de la Alianza.
–Claro, no quiere que usted diga una cosa y él lo contradiga.
–Yo no soy como (el jefe de Gobierno porteño Fernando) De la Rúa.
–Pero si Menem se suma a su campaña, ¿el tono de su discurso bajará? ¿Ya no hablará del fin del modelo?
–Mire, no se puede seguir insistiendo en algo que no puede ser. Mis convicciones son profundas, y lo vengo diciendo desde 1996: tenemos que implementar un programa nuevo. El que dice que hay que profundizar el modelo se equivoca.
–Pero usted también dice que lo que se hizo hasta ahora está bien.
–¡Pero eso yo no lo niego! Los cimientos son firmes, y esto lo generó la estabilidad y la convertibilidad, pero es preciso darle un cuerpo que es eminentemente social. Es preciso reconstruir el Estado y cuando seamos gobierno lo vamos a hacer.
–¿A partir de ahora se inicia el tiempo de que comiencen a sumarse todas las líneas del peronismo?
–Es natural. Eso pasa siempre.
–¿Sucede lo mismo con los gobernadores? –Sí, pero no es extraño, no hay que sorprenderse. En 1983 todos tiraban para direcciones diferentes, hasta que la gente dijo que el candidato era (Italo Argentino) Luder, y todos se encolumnaron detrás de él. Algo similar ocurrió con (Carlos) Menem en el ‘89.
–¿Es lo que está pasando con el gobernador de La Pampa, Rubén Marín?
–El dijo algo muy cierto. Todo el peronismo piensa que la fórmula Duhalde-Ortega es la que tiene que llevar el justicialismo en octubre. Y está bien.
–Pero toda interna tiene sus heridos. Uno de ellos es Alberto Pierri. ¿Qué pasará con él?
–El sabrá qué hacer. Creyó que el éxito en su distrito estaba vinculado con sus actividades, pero la gente no me iba a votar en contra. El que trabajó en la provincia fue mi gobierno. Fui yo.
–Está contento con el resultado de la elección.
–Estoy satisfecho, participó mucha gente en esta interna. Fue superior a la elección interna a nivel nacional que realizó la Alianza.
–Pero la otra lista no alcanzó la minoría.
–No, no llegaron.
–¿Y qué hará con Antonio Cafiero? ¿Lo sumará?
–Siempre hay lugar para Cafiero. Yo acostumbro incorporar a todos los compañeros.

El Presidente felicitó a Duhalde pero el hielo sigue sin romperse

Menem telefoneó personalmente para elogiarle la victoria y también para ponerle límites a su discurso. Pero subsisten las diferencias.

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Por Diego Schurman

t.gif (862 bytes) Sin mediadores, ni mensajeros. Carlos Menem en persona se comunicó ayer con Eduardo Duhalde para sugerirle diplomáticamente algunos límites al discurso proselitista. Al Presidente no le gustó que el gobernador haya vuelto a pregonar por el “fin del modelo” y mucho menos que mantenga firme su decisión de dejarlo fuera de la campaña. Pero ni la felicitación que recibió por el triunfo en la interna del domingo ablandó el tono del discurso del mandatario provincial, quien continuó en público con su prédica diferenciadora y descartó la posibilidad de una cumbre de unidad en el corto plazo.
Menem llamó a Duhalde por sugerencia de Alberto Kohan. Oficialmente se dijo que el tema excluyente del diálogo de apenas diez minutos fue el triunfo de Carlos Ruckauf, con quien el Presidente había hablando unos minutos antes. “Lo llamó a Duhalde para felicitarlo”, dijo a Página/12 el secretario general.
–¿Nada más que para eso?
–Y para trabajar juntos por la victoria del justicialismo el próximo 24 de octubre.
–También para pedirle que modifique el discurso de campaña.
–Mire, no sé. Estuve en el despacho del Presidente mientras se produjo el llamado. Pero yo no soy un buen relator de lo que ellos hablaron. Además, no estuve muy atento mientras conversaban.
–Tampoco se interesó por el tema. Ni siquiera le preguntó a Menem.
–Mire, lo único que le puedo decir es que cualquier justicialista tiene que reconocer lo que Menem hizo en el gobierno.
Duhalde realizó una pequeña concesión al menemismo a principios de año, cuando a la remanida frase “el modelo está agotado” la modificó por la menos incisiva “el modelo está agotado...por exitoso”. Pero no parece estar dispuesto a dar un nuevo paso atrás. Y así lo reiteró ayer a este diario (ver página 9).
Kohan, el propio gobernador, y los voceros de ambos, descartaron que el diálogo haya sido el preludio de una cumbre. Cada uno lo dijo a su manera.
“Ellos decidirán el momento”, dijo el menemista. “No lo definimos todavía. Pero (la reunión) hay que prepararla bien. No se puede charlar así porque sí”, fue el modo elegido por Duhalde. “No hay nada”, resumieron desde el entorno de uno y otro.
El rumor de un acercamiento comenzó a circular luego de conocerse declaraciones públicas de Duhalde y Menem relativizando la existencia del “duhaldismo” y el “menemismo”, como si desconocieran la realización de las internas del domingo. Pero el gobernador entendió que el llamado del Presidente fue, al fin y al cabo, un signo de debilidad por lo que decidió mantenerse en sus trece.
Por eso reiteró ayer que no dará marcha atrás con su idea de dejar de lado a Menem en la campaña proselitista, a no ser que el Presidente acate sus órdenes. “Si él acepta mi programa lo aceptará pero sino es así lo desautorizaré”, dijo enérgico a Página/12.
Algunos voceros aseguraron que en la conversación se abordaron otros dos tópicos: la posibilidad de llegar a un acuerdo para “concederle” a Antonio Cafiero el 25 por ciento de los votos –un guarismo necesario para conseguir la minoría– (ver nota aparte en página 9) y de convencer a Adolfo Rodríguez Saa para que de un paso al costado y desista de participar en la interna presidencial.
Ni Kohan ni Duhalde confirmaron las versiones, aunque hubo datos sugestivos al respecto. Primero una supuesta caída del sistema informático, que demoró el recuento de votos, a tal punto que ayer el cafierismo seguía adjudicándose la minoría (decía tener el 28 por ciento de las adhesiones) mientras que el propio Duhalde descartaba esa posibilidad, reiterando que la proporción era de 80 a 20. Por otro lado, mientras Rodríguez Saá reiteraba públicamente que está dispuesto a ir a una elección interna contra la fórmula que integran Duhalde y Ramón Ortega, algunos hombres de su entorno confirmaron a este diario que el gobernador puntano estaba esperando “una señal de la Casa Rosada” para allanar el camino a su par bonaerense.
“No se va a bajar en estos días porque él sabe que va a tener un lugar en la vidriera, sobre todo después de que se cayó la candidatura de Reutemann. Pero no creo que se inmole como hizo el japonés García al presentarse en una interna con Posse”, señalaron fuentes cercanas a Rodríguez Saa. Se refería a la interna radical por la candidatura a vicegobernador bonaerense, donde Enrique “japonés” García desafió al aparato de Melchor Posse y terminó perdiendo en forma aplastante.

REUTEMANN LANZA HOY LA CANDIDATURA A GOBERNADOR DE SU PROVINCIA
Lole esperará en Santa Fe hasta el 2003

Por Pablo Feldman
Desde Rosario


t.gif (862 bytes) Hoy a las 11.30, en un predio especialmente acondicionado para la ocasión, Carlos Reutemann lanzará oficialmente su candidatura a gobernador de Santa Fe con vistas a las elecciones del 8 de agosto. A la vera de la autopista que une Rosario con Santa Fe, exactamente a la altura de la localidad de Barrancas –punto equidistante entre las ambas ciudades– el reutemismo montó dos carpas para recibir a la prensa y a un reducido número de invitados que por expreso pedido del Lole no incluye ni al presidente Carlos Menem ni al gobernador Eduardo Duhalde.
“La idea es que Lole hable con la prensa y no sea un acto partidario, de ésos van a haberna02fo02.jpg (10279 bytes) muchos a lo largo de la campaña”, dijo a Página/12 Alberto Hammerly, que se perfila como el nuevo escudero del ex piloto de Fórmula Uno. El descampado elegido, y la deliberada ausencia de militantes, responden al peculiar estilo de Reutemann. “No se invitó ni a Duhalde ni a Menem, aunque hubo por parte de gente ellos algunos tanteos para venir” dijo uno de los organizadores. “No se invitó a nadie fuera de la provincia”, dijeron los organizadores, que reconocieron que “hubo algún llamado de gente de Duhalde y también de Presidencia, pero evaluamos que lo mejor era una conferencia de prensa en la que el Lole hablara con los periodistas”, explicó.
La tarjeta de invitación al acto de lanzamiento de Reutemann ‘99 incluye un mapa con la ubicación del predio elegido para la conferencia de prensa en la que el senador santafesino anunciará oficialmente su candidatura a gobernador. Las carpas montadas en la salida de la autopista a la altura de Barrancas obedecen a la estrategia del Lole, que en su gestión anterior debió soportar duras críticas –hasta suplementos especiales pidiendo la división de la provincia– por su “favoritismo” por el norte provincial. Si bien en el acto sólo se ratificará la candidatura del ex piloto de Fórmula Uno, Reutemann ya anunció que “mi vicegobernador será peronista y de Rosario”. A esta hora las especulaciones favorecen al ex titular de la Sociedad Rural, y actual diputado nacional, Marcelo Muniagurria. “Hasta diez minutos antes del cierre de listas no voy a dar el nombre del vice”, se ataja Reutemann, que no desmiente que el terrateniente rosarino lo acompañe en la fórmula.
No habrá movilización partidaria, ni colectivos ni invitados a granel. Sí, en cambio, se confirmó la presencia del gobernador Jorge Obeid, la del vice Gualberto Venesia, y la del ex intendente socialista de Rosario, aliado del menemismo, Héctor Cavallero.
En tono de confidencia, los allegados al candidato están convencidos de que “no hay nadie que le sume votos a Lole”, algunos van más allá y llegan a invocar al Sumo Pontífice como única figura superadora: “Después del Papa no hay nadie que en la provincia sea más querido que Carlos”, exageran hasta el límite del exabrupto. Y ya lanzados, añaden “en Santa Fe al Lole sólo le añade votos el Papa”.
Más allá de los cálculos y la novedad del lanzamiento –en un descampado, sin militantes, ni bombos, ni marcha–, Reutemann pone fin al misterio de su destino político: a partir de hoy es candidato a gobernador. “Esto es un buen comienzo”, dicen a su alrededor, y la frase no responde a exclusivamente a la campaña provincial: los cuatro años al frente de la gobernación de Santa Fe –que los justicialista descuentan– servirán de alimento al proyecto nunca abandonado de llegar a la Casa Rosada.

 

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