Por Felipe Yapur
Eduardo
Duhalde está exultante. No sólo triunfó su lista en la interna bonaerense, sino que
además recibió el llamado de su archienemigo, Carlos Menem. El Presidente lo felicitó y
quedaron en encontrarse (ver nota aparte). Pero, a pesar de esta conversación, el
gobernador jura que no bajará los decibeles de su discurso y que no aceptará que Menem
realice una campaña paralela: Menem no será mi Alfonsín, en referencia a la
conflictiva relación que el aliancista Fernando De la Rúa lleva con el ex presidente
radical. Obviamente, Duhalde insiste en que, junto con Ramón Ortega, ya son la fórmula
oficial del peronismo.
Habló con el presidente Carlos Menem. ¿Se puede saber qué conversaron?
El me llamó y me felicitó por el resultado. Me pidió, que lo haga extensivo a
toda la gente que trabajó para este comicio.
¿Se encontrarán?
Quedamos en vernos.
¿Cuándo?
No lo definimos todavía. Pero hay que prepararla bien, no se puede charlar así
porque sí. Porque si no hay resultados mucha gente quedará defraudada. Encuentros como
éstos generan mucha expectativa porque él es el presidente del justicialismo y yo del
congreso. Es por ello que quiero que los equipos trabajen para que se produzca la
reunión. Un papel importante en este tema es el del gobernador (Jorge) Busti, él es el
secretario político del partido.
Ahora bien, a usted lo llamó el Presidente, pero el que compitió el domingo fue
Carlos Ruckauf.
Sí, pero él sabe que yo patrocinaba la lista.
¿Es una forma de reconocer que usted integra la fórmula justicialista?
Para mí está resuelta desde hace tiempo. Además, no hay otra fórmula en el
peronismo. El binomio que integramos con Ramón (Ortega) será consagrado como la fórmula
del partido.
Pero Adolfo Rodríguez Saa continúa insistiendo en que participará de la interna.
¿Habló sobre esto con el gobernador?
No, todavía no. Pero lo voy a hacer, además hay tiempo todavía porque falta para
que venza el plazo de presentación de listas.
¿Ahora que habló con el Presidente, aceptará que él participe de su campaña
proselitista?
Lo que está claro es que no habrá dos campañas. Con Ortega y con el núcleo
federal que integran los gobernadores justicialistas prepararemos el programa y el
congreso partidario lo tendrá que aprobar. Después, si el Presidente acepta este
programa, lo aceptaremos pero, si no es así, lo desautorizaré. Yo no quiero que se
transforme en el (Raúl) Alfonsín de la Alianza.
Claro, no quiere que usted diga una cosa y él lo contradiga.
Yo no soy como (el jefe de Gobierno porteño Fernando) De la Rúa.
Pero si Menem se suma a su campaña, ¿el tono de su discurso bajará? ¿Ya no
hablará del fin del modelo?
Mire, no se puede seguir insistiendo en algo que no puede ser. Mis convicciones son
profundas, y lo vengo diciendo desde 1996: tenemos que implementar un programa nuevo. El
que dice que hay que profundizar el modelo se equivoca.
Pero usted también dice que lo que se hizo hasta ahora está bien.
¡Pero eso yo no lo niego! Los cimientos son firmes, y esto lo generó la
estabilidad y la convertibilidad, pero es preciso darle un cuerpo que es eminentemente
social. Es preciso reconstruir el Estado y cuando seamos gobierno lo vamos a hacer.
¿A partir de ahora se inicia el tiempo de que comiencen a sumarse todas las líneas
del peronismo?
Es natural. Eso pasa siempre.
¿Sucede lo mismo con los gobernadores? Sí, pero no es extraño, no hay que
sorprenderse. En 1983 todos tiraban para direcciones diferentes, hasta que la gente dijo
que el candidato era (Italo Argentino) Luder, y todos se encolumnaron detrás de él. Algo
similar ocurrió con (Carlos) Menem en el 89.
¿Es lo que está pasando con el gobernador de La Pampa, Rubén Marín?
El dijo algo muy cierto. Todo el peronismo piensa que la fórmula Duhalde-Ortega es
la que tiene que llevar el justicialismo en octubre. Y está bien.
Pero toda interna tiene sus heridos. Uno de ellos es Alberto Pierri. ¿Qué pasará
con él?
El sabrá qué hacer. Creyó que el éxito en su distrito estaba vinculado con sus
actividades, pero la gente no me iba a votar en contra. El que trabajó en la provincia
fue mi gobierno. Fui yo.
Está contento con el resultado de la elección.
Estoy satisfecho, participó mucha gente en esta interna. Fue superior a la
elección interna a nivel nacional que realizó la Alianza.
Pero la otra lista no alcanzó la minoría.
No, no llegaron.
¿Y qué hará con Antonio Cafiero? ¿Lo sumará?
Siempre hay lugar para Cafiero. Yo acostumbro incorporar a todos los compañeros.
El Presidente felicitó a Duhalde pero el
hielo sigue sin romperse
Menem telefoneó personalmente para
elogiarle la victoria y también para ponerle límites a su discurso. Pero subsisten las
diferencias. |
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Por Diego Schurman
Sin mediadores, ni
mensajeros. Carlos Menem en persona se comunicó ayer con Eduardo Duhalde para sugerirle
diplomáticamente algunos límites al discurso proselitista. Al Presidente no le gustó
que el gobernador haya vuelto a pregonar por el fin del modelo y mucho menos
que mantenga firme su decisión de dejarlo fuera de la campaña. Pero ni la felicitación
que recibió por el triunfo en la interna del domingo ablandó el tono del discurso del
mandatario provincial, quien continuó en público con su prédica diferenciadora y
descartó la posibilidad de una cumbre de unidad en el corto plazo.
Menem llamó a Duhalde por sugerencia de Alberto Kohan. Oficialmente se dijo que el tema
excluyente del diálogo de apenas diez minutos fue el triunfo de Carlos Ruckauf, con quien
el Presidente había hablando unos minutos antes. Lo llamó a Duhalde para
felicitarlo, dijo a Página/12 el secretario general.
¿Nada más que para eso?
Y para trabajar juntos por la victoria del justicialismo el próximo 24 de octubre.
También para pedirle que modifique el discurso de campaña.
Mire, no sé. Estuve en el despacho del Presidente mientras se produjo el llamado.
Pero yo no soy un buen relator de lo que ellos hablaron. Además, no estuve muy atento
mientras conversaban.
Tampoco se interesó por el tema. Ni siquiera le preguntó a Menem.
Mire, lo único que le puedo decir es que cualquier justicialista tiene que
reconocer lo que Menem hizo en el gobierno.
Duhalde realizó una pequeña concesión al menemismo a principios de año, cuando a la
remanida frase el modelo está agotado la modificó por la menos incisiva
el modelo está agotado...por exitoso. Pero no parece estar dispuesto a dar un
nuevo paso atrás. Y así lo reiteró ayer a este diario (ver página 9).
Kohan, el propio gobernador, y los voceros de ambos, descartaron que el diálogo haya sido
el preludio de una cumbre. Cada uno lo dijo a su manera.
Ellos decidirán el momento, dijo el menemista. No lo definimos
todavía. Pero (la reunión) hay que prepararla bien. No se puede charlar así porque
sí, fue el modo elegido por Duhalde. No hay nada, resumieron desde el
entorno de uno y otro.
El rumor de un acercamiento comenzó a circular luego de conocerse declaraciones públicas
de Duhalde y Menem relativizando la existencia del duhaldismo y el
menemismo, como si desconocieran la realización de las internas del domingo.
Pero el gobernador entendió que el llamado del Presidente fue, al fin y al cabo, un signo
de debilidad por lo que decidió mantenerse en sus trece.
Por eso reiteró ayer que no dará marcha atrás con su idea de dejar de lado a Menem en
la campaña proselitista, a no ser que el Presidente acate sus órdenes. Si él
acepta mi programa lo aceptará pero sino es así lo desautorizaré, dijo enérgico
a Página/12.
Algunos voceros aseguraron que en la conversación se abordaron otros dos tópicos: la
posibilidad de llegar a un acuerdo para concederle a Antonio Cafiero el 25 por
ciento de los votos un guarismo necesario para conseguir la minoría (ver nota
aparte en página 9) y de convencer a Adolfo Rodríguez Saa para que de un paso al costado
y desista de participar en la interna presidencial.
Ni Kohan ni Duhalde confirmaron las versiones, aunque hubo datos sugestivos al respecto.
Primero una supuesta caída del sistema informático, que demoró el recuento de votos, a
tal punto que ayer el cafierismo seguía adjudicándose la minoría (decía tener el 28
por ciento de las adhesiones) mientras que el propio Duhalde descartaba esa posibilidad,
reiterando que la proporción era de 80 a 20. Por otro lado, mientras Rodríguez Saá
reiteraba públicamente que está dispuesto a ir a una elección interna contra la
fórmula que integran Duhalde y Ramón Ortega, algunos hombres de su entorno confirmaron a
este diario que el gobernador puntano estaba esperando una señal de la Casa
Rosada para allanar el camino a su par bonaerense.
No se va a bajar en estos días porque él sabe que va a tener un lugar en la
vidriera, sobre todo después de que se cayó la candidatura de Reutemann. Pero no creo
que se inmole como hizo el japonés García al presentarse en una interna con Posse,
señalaron fuentes cercanas a Rodríguez Saa. Se refería a la interna radical por la
candidatura a vicegobernador bonaerense, donde Enrique japonés García
desafió al aparato de Melchor Posse y terminó perdiendo en forma aplastante.
REUTEMANN LANZA HOY LA
CANDIDATURA A GOBERNADOR DE SU PROVINCIA
Lole esperará en Santa Fe hasta el 2003
Por Pablo Feldman
Desde Rosario
Hoy a las 11.30, en un
predio especialmente acondicionado para la ocasión, Carlos Reutemann lanzará
oficialmente su candidatura a gobernador de Santa Fe con vistas a las elecciones del 8 de
agosto. A la vera de la autopista que une Rosario con Santa Fe, exactamente a la altura de
la localidad de Barrancas punto equidistante entre las ambas ciudades el
reutemismo montó dos carpas para recibir a la prensa y a un reducido número de invitados
que por expreso pedido del Lole no incluye ni al presidente Carlos Menem ni al gobernador
Eduardo Duhalde.
La idea es que Lole hable con la prensa y no sea un acto partidario, de ésos van a
haber muchos a lo largo de la campaña, dijo a Página/12 Alberto Hammerly,
que se perfila como el nuevo escudero del ex piloto de Fórmula Uno. El descampado
elegido, y la deliberada ausencia de militantes, responden al peculiar estilo de
Reutemann. No se invitó ni a Duhalde ni a Menem, aunque hubo por parte de gente
ellos algunos tanteos para venir dijo uno de los organizadores. No se invitó
a nadie fuera de la provincia, dijeron los organizadores, que reconocieron que
hubo algún llamado de gente de Duhalde y también de Presidencia, pero evaluamos
que lo mejor era una conferencia de prensa en la que el Lole hablara con los
periodistas, explicó.
La tarjeta de invitación al acto de lanzamiento de Reutemann 99 incluye un mapa con
la ubicación del predio elegido para la conferencia de prensa en la que el senador
santafesino anunciará oficialmente su candidatura a gobernador. Las carpas montadas en la
salida de la autopista a la altura de Barrancas obedecen a la estrategia del Lole, que en
su gestión anterior debió soportar duras críticas hasta suplementos especiales
pidiendo la división de la provincia por su favoritismo por el norte
provincial. Si bien en el acto sólo se ratificará la candidatura del ex piloto de
Fórmula Uno, Reutemann ya anunció que mi vicegobernador será peronista y de
Rosario. A esta hora las especulaciones favorecen al ex titular de la Sociedad
Rural, y actual diputado nacional, Marcelo Muniagurria. Hasta diez minutos antes del
cierre de listas no voy a dar el nombre del vice, se ataja Reutemann, que no
desmiente que el terrateniente rosarino lo acompañe en la fórmula.
No habrá movilización partidaria, ni colectivos ni invitados a granel. Sí, en cambio,
se confirmó la presencia del gobernador Jorge Obeid, la del vice Gualberto Venesia, y la
del ex intendente socialista de Rosario, aliado del menemismo, Héctor Cavallero.
En tono de confidencia, los allegados al candidato están convencidos de que no hay
nadie que le sume votos a Lole, algunos van más allá y llegan a invocar al Sumo
Pontífice como única figura superadora: Después del Papa no hay nadie que en la
provincia sea más querido que Carlos, exageran hasta el límite del exabrupto. Y ya
lanzados, añaden en Santa Fe al Lole sólo le añade votos el Papa.
Más allá de los cálculos y la novedad del lanzamiento en un descampado, sin
militantes, ni bombos, ni marcha, Reutemann pone fin al misterio de su destino
político: a partir de hoy es candidato a gobernador. Esto es un buen
comienzo, dicen a su alrededor, y la frase no responde a exclusivamente a la
campaña provincial: los cuatro años al frente de la gobernación de Santa Fe que
los justicialista descuentan servirán de alimento al proyecto nunca abandonado de
llegar a la Casa Rosada. |
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