Por Fernando Cibeira
Dentro de la
Alianza, y más concretamente entre quienes piensan la campaña de la candidata a
gobernadora Graciela Fernández Meijide, la elección interna del PJ bonaerense sirvió
para ratificar el formidable peso del aparato duhaldista dentro de la geografía
bonaerense, pero no modificó en absoluto el panorama en el distrito. Es más, creen que
el rol secundario que entienden jugó el candidato ganador Carlos Ruckauf en
la campaña desdibujó su papel como adversario de riesgo para Fernández Meijide. El
discurso unificado, entonces, apuntó casi sin fisuras hacia el gobernador Eduardo
Duhalde, igualándolo con el presidente Carlos Menem. Nada de lo que Menem propuso
hubiese sido posible sin la colaboración estrechísima de Duhalde a través de su
acción, cuando dejó la vicepresidencia hace ocho años para ganar la provincia, y del
voto de los diputados que controla, sostuvo ayer Graciela.
Duhalde quedó como el gran ganador, más allá de los candidatos y de los
liderazgos locales, explicaba ayer un importante dirigente del Frepaso bonaerense,
que auguraba una nueva etapa de la campaña electoral con un debate más
franco. A partir de ahora todos los esfuerzos de la coalición estarán centrados a
marcar con detalle las falencias de la gestión de Duhalde durante los años que gobernó
la provincia.
Uno de los encargados de la campaña de Graciela entendía que la costumbre adquirida
últimamente por Duhalde de convertirse en el protagonista excluyente de las elecciones se
dará con más fuerza que nunca de aquí a octubre, borrando del mapa a los candidatos
menores. En esta interna, Ruckauf actuó como un satélite de Duhalde, casi parecía
su hijo menor, opinaba. Y suponía que esta particularidad se extenderá a los
municipios, por lo que los intendentes justicialistas que ratificaron su poderío en las
internas del domingo tendrán una influencia relativa en el resultado final en la
provincia.
Por tal razón, aseguraban que no había motivos para hacer modificaciones entre los
candidatos a intendente de la Alianza que han venido recibiendo cuestionamientos. El caso
más conocido es el de la diputada frepasista Mary Sánchez en La Matanza, que ya fue
ratificado en más de una oportunidad. Nuestra campaña no variará ni una coma sea
cual fuere su planteo, porque nosotros estamos buscando hacer un discurso por la
positiva, explicó el operador frepasista.
Pero más que una campaña por la positiva, lo que las declaraciones de ayer de Fernández
Meijide dejaron en evidencia será la incansable búsqueda que a partir de ahora
desarrollará la Alianza para pegar como sea a Duhalde con Menem y su modelo. Estoy
convencida de que hacia el final de todo este proceso van a volver a reunirse Duhalde y
Menem, visible o invisiblemente, sostuvo la candidata. Igual, quienes se mueven
cerca de la candidata evaluaban que no sería sencillo eclipsar la influencia del
gobernador. Hay que reconocer que, más allá de todo el poderío económico que
mostró en la interna, Duhalde está quedando como el gran ordenador de la interna
peronista, y eso tiene un gran peso, dijo.
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Alegría importada de Salta
Los carteles empapelaron la Capital Federal. Daban gracias a Salta por la
reelección del gobernador peronista Juan Carlos Romero quien obtuvo el 57,56 por ciento
de los votos contra el 41,15 por ciento que reunió el candidato de la Alianza, Ricardo
Gómez Diez. El gobierno nacional festejó el triunfo de Romero, y de paso disimuló el
trago amargo que fue la interna bonaerense. |
CHACHO ANALIZA EL ESCENARIO
Habrá pacto con Menem
Por F. C.
Carlos Chacho
Alvarez está convencido de que luego de la interna del PJ bonaerense Eduardo Duhalde y
Carlos Menem van rumbo a un pacto. Y que el negocio de la Alianza está en insistir sobre
la responsabilidad del gobernador en el modelo económico para anular su discurso
diferenciador.
¿Qué escenario político queda en pie luego de las internas del PJ?
En las elecciones del domingo no pasó nada que no se supiera de antes. Esto
confirma el gran aparato que controla Duhalde, construido durante años con dineros de
dudosa legalidad. Estaba claro que con el apoyo de sólo tres intendentes Cafiero no
podía llegar muy lejos.
¿Ahora quedó claro el panorama dentro del justicialismo?
Se consolida la candidatura de Duhalde, pero eso iba a suceder en todos los
escenarios imaginables. No tengo dudas de que se avanza hacia un pacto Menem-Duhalde.
Ahora hay una simulación de una confrontación entre ellos. Por un lado exacerbada por
Menem para mantenerse en el centro del escenario y también por Duhalde, que así se
posiciona como opositor al Gobierno. Pero eso forma parte del marketing político porque,
de 10 años de gobierno, Duhalde se hizo opositor sólo en el último.
Pero en caso de un pacto en el PJ, Duhalde ya no tendría más espacio para
mostrarse como opositor. ¿Eso les convendría?
Nuestro posicionamiento debe tener dos planos. Uno es mostrándonos como impulsores
de una propuesta transformadora, expresando a la sociedad en su afán de cambio. El otro
es neutralizando el intento del duhaldismo de diferenciarse artificialmente del modelo de
Menem.
¿Habría que esperar un nuevo repunte de Duhalde en los sondeos?
En su caso, el piso y el techo es muy cercano. Retiene lo que es el porcentaje
histórico del peronismo. En la Alianza nos perjudicó el clima ficticio que se creó
cuando teníamos una ventaja de 15 puntos. Pero era una consecuencia directa de la
dispersión del voto peronista en varios candidatos posibles. Ahora eso ya no sucede.
¿Qué debe hacer la Alianza este nuevo escenario?
Tiene que plantear claramente el programa de cambio y buscar una articulación con
los sectores antimodelo. Lo principal es hacer una muy fuerte oposición a Duhalde en la
provincia. Hay que retomar ese planteo dejando en claro que Duhalde gobierna un distrito
donde, en vez de atenuadas, las características del modelo menemista están pronunciadas.
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