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Además del ministro, estaba presente la plana mayor del ministerio: Pablo Guidotti, Miguel Kiguel y Rogelio Frigerio (nieto). Los convocados fueron economistas, de entre 30 y 40 años, que se desempeñan en bancos de inversión (Gustavo Cañonero, Alfonso Prat Gay, Nicolás Dujovne), se dedican a la investigación en centros privados (Mariano Tomassi, Santiago Urbitztondo y Federico Sturzenegger) o hacen consultoría (Pedro Lacoste). También estaban Horacio Rodríguez Larreta (h), integrante de los equipos del orteguismo, y Federico Poli, asesor de la UIA. Aunque fueron llamados para pensar hacia el futuro, sólo se abordó el conflicto educativo cuando Guidotti explicó los límites para elaborar el Presupuesto. "Todavía hoy no hay madurez política suficiente para discutir la caja de cada ministerio. Todo se cierra con (Oscar) Lamberto (titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda) en Diputados", se quejó el viceministro. Así explicó por qué la tijera no alcanza a los gastos reservados o los ATN que maneja Carlos Corach, y en cambio se ensañan con Educación. Luego, el artífice del ajuste disparó contra la protesta universitaria: "La Universidad fue siempre la prenda de negociación del radicalismo en el Presupuesto. Al tema, ahora, lo explotan políticamente", afirmó. Más allá de este comentario, de la única Academia que se habló fue de Racing (ver aparte). Lacoste fue directo al grano: "Ministro, hoy el principal problema es la pérdida de competitividad de la economía. Desde 1996, en comparación con una cesta de monedas, el peso se apreció más del 30 por ciento", afirmó. En la misma línea, Prat Gay dijo que los inversores ven hoy a Argentina en una situación de doble perdedor ante Brasil: "Si a Brasil le va mal a nosotros nos va mal, y si a Brasil le va bien a nosotros también nos va mal", por la sobrevaluación del peso frente al real. "¿Qué harán si el segundo semestre no es tan auspicioso como esperan y el desempleo se dispara arriba del 16 por ciento?", interrogó Lacoste. Roque admitió que "Brasil es como un elefante en un bazar". Pero insistió con el escenario optimista: "Los precios de las commodities se están recuperando; la recesión ya tocó fondo y los mercados financieros ya se abrieron", aseguró. En tanto, reafirmó que el mercado retirará a los "ineficientes": "Si a más largo plazo, se mantienen las diferencias de competitividad con Brasil, el sector real argentino deberá ajustarse a esa situación". Entonces, Fernández dividió a los empresarios en tres grupos:
* UIA y PyMEs: "El conflicto se disparó por el miedo a lo que vendrá. Pero la angustia se disipó cuando vieron que no había invasión brasileña".
* Dependientes de la obra pública: "Seguirán teniendo problemas con el ajuste del gasto público", adelantó.
* Sector agropecuario: "Se están estudiando medidas como paliativas", insistió. Por otro lado, Roque dijo que intensificará el diálogo con los que, hoy, considera como los candidatos a sucederlo en el Ministerio de Economía a partir del 10 de diciembre: Adalberto Rodríguez Giavarini y José Luis Machinea, por la Alianza, y Jorge Remes Lenicov, del duhaldismo. En tanto, el ministro reveló la agenda de trabajo que tiene hasta fin de año: * Reforma previsional: "Generó fuerte oposición. Vamos a insistir porque es una bomba de tiempo tener beneficios previsionales no vinculados a los aportes". * Coparticipación federal: "Queremos una nueva ley con incentivos a nivel de los gobiernos provinciales para que recauden los impuestos nacionales (Ganancias e IVA)". "A esta idea todavía hay oposición de Interior", confesó. * Inmunidad para Pou: "Hay que completar la reforma del Banco Central para evitar la judicialización de la política económica. Los actos del directorio no deben estar sujetos a acciones penales sino a una evaluación política por parte del Senado". * Banco Nación: "Aunque habría que quitarles a los directivos la condición de funcionarios públicos, esto no significaría la privatización del Banco sino su transformación en sociedad anónima".
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