The Guardian
de Gran Bretaña
Por Julian Borger
Desde Kosare, Kosovo
La
afirmación de Yugoslavia de que la derrota del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK)
está detrás de su ofrecimiento de una retirada parcial de las fuerzas serbias de la
provincia se desvanece ante la evidencia terrestre y los vuelos de reconocimiento de la
OTAN. Estos confirman que la actividad del UCK es cada vez más efectiva y extendida. Las
guerrillas del UCK, que luchan a lo largo de la frontera de Albania, lejos de estar
eliminadas, parecen fortalecer sus posiciones y confían en que eventualmente avanzarán
desde sus fortalezas en las montañas para tomar posiciones serbias en las ciudades.
No hay señales del ejército yugoslavo completando sus operaciones, como
dicen los militares serbios. Durante el fin de semana, las
fuerzas serbias todavía atacaban con morteros un pequeño territorio controlado por el
UCK alrededor de una ex barraca del ejército yugoslavo en el pueblo de Kosare.
Proyectiles de mortero caían en las colinas y las fuerzas yugoslavas enviaron unidades de
infiltración detrás de las líneas del UCK. La moral del UCK parece alta, y da la
impresión de poder moverse alrededor de su territorio con mucha más facilidad de lo que
se informó hace una semana.
El general Sir Charles Guthrie, jefe del personal de Defensa británico, dijo ayer que la
actividad del UCK parece estar aumentando. Esto puede dificultar aún más las
operaciones serbias, dijo. La OTAN informó el domingo que las unidades del UCK
estaban activamente comprometidas en 14 localidades de Kosovo, todas ellas en áreas en
las que la OTAN había identificado gran número de desplazados internos. El vocero
militar de la OTAN, general Walter Jertz, sugirió que la presencia protectora del UCK
alrededor de estos refugiados era evidencia de que la ofensiva aérea de la OTAN estaba
finalmente bloqueando la estrategia serbia de la limpieza étnica.
Es imposible verificar las evaluaciones de la OTAN de la situación en aquellos enclaves
controlados por la UCK, muy adentro de Kosovo. Hashim Thaci, el líder del UCK y
primer ministro de su gobierno provisional, dijo en una entrevista a un
periódico publicada ayer que las fuerzas serbias se estaban debilitando y que ya no
podían montar nuevas ofensivas. Hablando con el New York Times por un teléfono satelital
desde un área descripta sólo como Kosovo central, Thaci dijo que los choques
continuaban entre las unidades del UCK y el ejército yugoslavo.
El comandante del UCK Hysen Berisha dijo que estaban desertando cada vez más soldados
serbios en las líneas del frente, pero no hay pruebas visibles de esta declaración.
Cientos de nuevos reclutos del UCK están llegando al frente, la mayoría de ellos
refugiados que fueron testigos de la limpieza étnica, y que se ofrecieron como
voluntarios para pelear. Se han unido a los reclutados de la diáspora kosovar, mayormente
aquellos procedentes de Estados Unidos y Suiza. Pero estos jóvenes guerrilleros sólo
tienen unos pocos días de entrenamiento y portan viejos rifles semiautomáticos AK-47
hechos en China. Sin embargo, entre ellos también hay unidades elitistas, una que se
autodenomina Fuerza Delta, formada por hombres con experiencia militar, que iniciaron el
ataque en los puntos de penetración del UCK alrededor de Kosare.
Traducción: C. D.
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