Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Roque les facturó a Shuberoff y
a Decibe antes de devolver la plata

Los ministros de Educación y de Economía salieron, cada uno por su lado, a explicar la devolución de fondos a la educación. Para uno, se resolvió “respetar lo que votó el Congreso”. Según el otro, fue obligada por “la confusión que se generó en la opinión pública”.

na04fo01.jpg (9196 bytes)
Roque Fernández anunció la reducción del recorte ante el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
Acusó al rector de la UBA de “irresponsable”, y a la ex ministra de confundir a la opinión pública.

Por David Cufré

t.gif (862 bytes) ”El rector de la UBA, Oscar Shuberoff, es un irresponsable. La ex ministra de Educación, Susana Decibe, confundió a la opinión pública. El recorte del presupuesto universitario nunca existió.” Roque Fernández se empeñaba en demostrar que la protesta que en ese momento desfilaba por Avenida de Mayo no tenía razón de ser. Después, enojado, anunció que el Gobierno resolvió elevar en 150 millones de pesos el déficit fiscal para destinarlos a educación, reparando en parte el ajuste anterior de 280 millones.
El ministro aclaró de inmediato que el FMI aceptó esa decisión, a la que él se opuso tozudamente hasta último momento. Desde que llegó al Palacio de Hacienda, Roque asumió que su rol era obedecer las órdenes de Menem, y ayer la instrucción del Presidente, debilitado políticamente, fue destapar la olla a presión antes de que estallara.
Por la mañana, el jefe de Estado había convocado a Roque, a Carlos Corach, a Jorge Rodríguez y al flamante ministro de Educación, Manuel García Solá, para buscar una salida al conflicto con docentes y estudiantes. Al mediodía, durante un almuerzo en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, el titular de Economía comunicó que se repondrán 150 millones de pesos a la educación.
“De alguna manera, se ha instalado en la opinión pública que el Gobierno tiene una especie de actividad persecutoria sobre la educación. No sé si confundida por las declaraciones del rector Shuberoff, o por lo que dijo la ex ministra Decibe, o no sé por qué razón. Pero con el Presidente decidimos fortalecer aún más el presupuesto para la educación”, explicó Roque. “Sabemos plenamente que tenemos que contener una situación difícil en un año difícil”, añadió, reconociendo que la coyuntura política superó las fuerzas del Gobierno para mantener a pleno el ajuste sobre la educación.
Para Menem, es una obsesión que el final de su mandato no quede asociado con el caos social, ya que quedaría en manos de sus adversarios la misma arma que él utilizó a destajo contra Raúl Alfonsín. Por eso, anteayer anunció nuevos programas de fomento del empleo, cuando se insinúa que la tasa de desocupación volverá a trepar a niveles alarmantes, y ahora cedió ante los reclamos del sector educativo. Roque sintió que estaba tragando un sapo cuando ayer le tocó informar esa decisión. En su discurso no ocultó su malestar.
“No ha habido ningún tipo de recorte de gastos que pueda justificar la convulsión política, que, en mi opinión, Shuberoff ha estado politizando de manera muy irresponsable”, disparó. Roque sostuvo que el presupuesto a la UBA asignado por el Gobierno era de 280 millones de pesos, que luego el Congreso elevó a 296 millones, y que finalmente el Poder Ejecutivo recortó a 279 millones. En 1998, afirmó, los fondos para la UBA habían sido 280 millones, “por lo que no hubo recorte de gastos”. La diferencia entre los 279 millones decretados por el Gobierno y los 296 fijados por el Congreso, forma parte del ajuste global de 100 millones para todas las universidades nacionales. Pero Roque no hizo mención a esa cifra.
El ministro de Economía aclaró que la ampliación del déficit fiscal en 150 millones fue discutida con el FMI. “Me comuniqué telefónicamente con la gerencia del Fondo para decirle que vamos a modificar la meta de déficit en ese monto. Ellos me dieron la autorización”, explicó. Para contener eventuales protestas de otros sectores afectados por el ajuste de gastos –como la salud y los beneficiarios de programas sociales–, Roque advirtió que “no habrá más retoques al ajuste”. “Ya hemos hecho un esfuerzo que van a tener que pagar todos los argentinos, las generaciones futuras, porque son los contribuyentes quienes tendrán que asumir este aumento del endeudamiento”, agregó el ministro. “Pero creemos que es lo que políticamente corresponde hacer en este momento, y así nos ha instruido el Presidente de la Nación”, concluyó.

 


 

ROQUE RENUNCIO AL RECORTE PARA SALVAR A SU VICE
La tijera casi corta a Guidotti

Por Maximiliano Montenegro

t.gif (862 bytes) El ministro de Economía tuvo ayer un día agitado. “Roque, quiero que encuentres la forma de darle una solución a esto. No se puede tener un muerto en las calles por la irresponsabilidad de (Oscar) Shuberoff”, le ordenó el Presidente por la mañana. Hasta ese mismo momento, Fernández ni siquiera había considerado la posibilidad de ceder a la protesta estudiantil. En los mercados financieros se habló de su renuncia, y hasta se barajó el reemplazante. Sin embargo, quien peligra en su puesto no es él sino su segundo, Pablo Guidotti. “Es una barbaridad. Pero no te preocupes, no abandono el barco”, le dijo ayer a su jefe, desde Nueva York, el verdadero artífice del ajuste.
Apenas salió de la reunión con Menem, Roque se comunicó telefónicamente con Michel Camdessus, director gerente del FMI. “El Presidente quiere que ampliemos el déficit fiscal, por lo menos, en 150 millones para financiar la educación”, planteó. Ni siquiera dijo que el ala política presionaba, en realidad, por conseguir un perdón por los mil millones que cuesta el ajuste. El ministro temía una gestión más complicada ya que, según Guidotti, la intransigencia del organismo para moverse más allá del déficit de 4950 millones era total. Pero Camdessus no opuso ningún reparo. Luego, en el clima distendido que ofrecía el almuerzo del Consejo Profesional, Roque hizo el anuncio, enfatizando que era una decisión política. En privado, reconoció a sus colaboradores: “Fuimos presa del chantaje de Shuberoff”. Ya a mediodía, los rumores en la city hablaban de una renuncia del ministro y su reemplazo por el cuestionado titular del Banco Central, Pedro Pou. No obstante, la venta de papeles efectuada por grandes bancos de inversión, que derrumbó el índice Merval 3,2 por ciento, olió más a una oportunidad para hacerse de buenas ganancias tras un largo rally de subas.
El propio ministerio alentó las versiones, como forma de fortalecer su recortado poder de negociación. Así, se dijo que el jefe de asesores, Miguel Kiguel, había sido abrumado en Nueva York por las consultas de inversores. Y que el tema había influido en la caída del precio de los bonos argentinos. Pero el mercado de bonos de países emergentes reflejaba otras cuestiones: la suba de la tasa de interés de largo plazo que paga el Tesoro norteamericano.
El ala política clamaba ayer por la cabeza del secretario de Hacienda, Pablo Guidotti, mentor del ajuste, quien regresa hoy de una gira por el exterior. Roque se comunicó telefónicamente con él y escuchó sus lamentos por la decisión presidencial. “Ya demostraste que sos un tipo serio, que no modifica su postura. Pero la realidad está difícil, es un final de año muy complicado, y no hay que abandonar el barco cuando todos se quieren bajar”, le dijo, político, el ministro. Guidotti le prometió que, por ahora, no dará un portazo.

 


 

GARCIA SOLA SALIO A APAGAR EL INCENDIO
Debut en autobomba

Manuel García Solá le explicó el nuevo presupuesto a los rectores.
Los gremios docentes y estudiantes desconfían de su verborragia.

na05fo01.jpg (10318 bytes)

Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes) En su primer día como ministro de Educación, Manuel García Solá tuvo que olvidar su discurso beligerante y dedicarse a tratar de apaciguar el repudio social provocado por el recorte presupuestario. Después de una reunión urgente con el presidente Carlos Menem y su par de Economía, Roque Fernández, el sucesor de Decibe aseguró que “en el Poder Ejecutivo hemos resuelto que el presupuesto educativo quede tal como fue votado en el Congreso”. Todavía es sólo una promesa arrancada por la presión de los miles de docentes y estudiantes en las calles. El oficialismo en Diputados se comprometió a garantizarle a Educación 218 de los 280 millones de pesos que Economía le podó. Roque Fernández no tuvo más remedio que pedirle permiso al Fondo Monetario Internacional para aumentar el déficit en 150 millones y prometérselos a Educación. El resto saldría del adelanto de partidas previstas para el segundo semestre.
“Es como comprar el auto ahora con la plata que tenía reservada para pagar el alquiler en noviembre”, graficó un colaborador de García Solá para tratar de explicar la “reingeniería contable” que harán para cumplir con las obras pautadas. Después de diez días de movilizaciones en todo el país y ante la inminencia de una concentración masiva en la Plaza de Mayo, Menem convocó a García Solá, Fernández, Jorge Rodríguez y Carlos Corach a buscar algún camino para desactivar el conflicto universitario. Apenas salió de esa reunión, el nuevo ministro convocó a una conferencia de prensa en el Palacio Sarmiento.
“El ministerio hará una reorganización interna de las partidas para poder dar crédito presupuestario a las universidades y a la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica. Se dispuso un desplazamiento en el cronograma de construcción de obras, para lo cual firmamos una resolución que modifica la forma de ejecutar las obras de infraestructura educativa y se creó un fondo rotatorio que va a utilizar los fondos ociosos que haya en algunas provincias, en otras que los necesiten para su plan de infraestructura escolar”, explicó García Solá sin mayores precisiones.
Los gremios y los estudiantes desconfían de la verborragia del ministro que se autodefinió como “discípulo y colaborador de Menem” y esperan que el Congreso rechace hoy el recorte de 280 millones de pesos. Con el propósito de desactivar el foco del conflicto universitario, García Solá se reunió a primera hora de la tarde con los rectores del comité ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Continuó la maratón en Diputados con el duhaldista Eduardo Mondino y en el Senado con Augusto Alasino.
Tanto en el Senado como en Diputados, la hegemonía duhaldista ofreció resistencia desde un principio al recorte educativo y amenazó con oponerse a todo el ajuste. Después de diez días de confrontación, con la movilización estudiantil in crescendo y el aplastante triunfo del duhaldismo en al interna bonaerense, Menem no tuvo más remedio que negociar. Llamó al mediodía al titular del bloque del PJ, Humberto Roggero, para que le garantizara los 100 millones de pesos a los rectores y apagara, por lo menos, ese foco.
En el entorno de la ex ministra Susana Decibe, que dio un portazo el viernes por el recorte de presupuesto, repetían que “sirvió para algo nuestro planteo” y descargaban las culpas contra el viceministro de Economía, Pablo Guidotti, y de Gabinete, Miguel Solé, que “impulsaron el recorte sin tener idea de la reacción social que provocaría”.

 

Los “riesgos” de protestar

“Los que hemos vivido las décadas del 60 y el 70 sabemos que es una irresponsabilidad total del rector Oscar Shuberoff mandar a los chicos a la calle, con los riesgos que esto implica”. Entre sus argumentos para denostar al titular de la Universidad de Buenos Aires, Roque Fernández incluyó un costado desgraciado: rememoró con dramatismo las luchas estudiantiles de tres décadas atrás, cuyo pico estuvo dado por el rechazo a la política educativa de la dictadura de Juan Carlos Onganía. Precisamente, en dicho período fue cuando se generó el más feroz episodio de represión contra el movimiento estudiantil argentino, que se recuerda como “La noche de los bastones largos”. No mucho tiempo atrás, en 1992, fue el presidente de la Nación, Carlos Menem, quien realizó otra poca feliz comparación, al referir que tras las manifestaciones estudiantiles de entonces “podría haber nuevas Madres de Plaza de Mayo”.

 

PRINCIPAL