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Por José Natanson  La visita de Fernando de
la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez de ayer a la Carpa Blanca fue una señal de la
decisión de la Alianza de ponerse al frente del reclamo educativo. Una medida que fue
bien recibida por la mayor parte de los dirigentes de la coalición, que creen que
contribuirá a potenciar el perfil opositor de la fórmula. Los principales encargados de
motorizar la embestida son los dirigentes del Frepaso, a quienes les corresponderá
ocuparse de esta área en caso de un triunfo en octubre. A la hora de diseñar la
estrategia, el Frepaso intentará neutralizar los intentos de diferenciación de Eduardo
Duhalde con el Gobierno, subrayando que la política educativa bonaerense es similar a la
nacional. Pero deben lidiar con algunos problemas, como la necesidad de encontrar un
equilibrio en sus críticas al rector de la UBA, Oscar Shuberoff.El viernes de la semana pasada, luego de las declaraciones de Shuberoff sobre el cierre de la UBA, Chacho le planteó a De la Rúa la necesidad de que la fórmula fije oficialmente la posición de la Alianza. Lo hicieron ese mismo día en una conferencia de prensa en el comité de campaña, antes de partir de gira por San Juan. Y la ratificaron ayer con la visita a la Carpa Blanca. “Esta es una demostración de que el pueblo argentino tiene muchas reservas morales, mucha energía política y social para luchar por sus derechos”, dijo Alvarez poco después de saludar a los docentes. Los dirigentes de la coalición –los únicos en aparecer por la Carpa Blanca– vieron con buenos ojos esta señal, que leyeron como un intento de los jefes partidarios de recuperar el perfil opositor. Muchos aliancistas venían reclamando una profundización del mensaje crítico de la fórmula, que creían que se había diluido luego de los cambios de postura en temas como la seguridad y el Código de Convivencia Urbano. Claro que la decisión de ponerse a la cabeza de la resistencia al recorte plantea algunos problemas. El primero es la necesidad de neutralizar la estrategia de diferenciación de Duhalde con el gobierno nacional. “En algunas cuestiones, como la ley contra el recorte, no nos queda otra que unirnos con el duhaldismo”, explicó a este diario un operador frepasista. “Pero vamos a marcar diferencias, remarcando que la política educativa nacional nunca hubiera sido posible sin el apoyo de los diputados de la provincia”, añadió. El otro eje del discurso apuntará a la idea de que la política educativa provincial no es muy diferente de la nacional. Un tema en el que también surgen inconvenientes. “A nivel pedagógico, la gestión de (Graciela) Giannettasio es lamentable”, señaló un dirigente del Frepaso especializado en educación. “Pero Duhalde construyó muchas aulas y escuelas nuevas. Y la infraestructura, aunque sola no sirve para nada, es más fácil de mostrar a la gente”, agregó. A esto se suma otro punto conflictivo. Si bien están dispuestos a ir a fondo con la protesta, los dirigentes de la Alianza sostienen que la necesidad de convertir en capital político los reclamos puede volverse en contra si se exceden en la politización del conflicto. La última dificultad es la posición del Frepaso respecto de la gestión de Shuberoff, a quien acusan de falta de voluntad en la reforma de la UBA y de manejos clientelistas. Se fastidian con el protagonismo que el rector obtuvo en los últimos días. Pero creen que éste no es el momento de subrayar diferencias. “No podemos sumarnos a las críticas del Gobierno”, explican. Más allá de las dificultades, lo cierto es que el encargado de diseñar la política de la Alianza en este tema es Chacho Alvarez. En una de sus habituales reuniones en la ex municipalidad –en las que De la Rúa suele convidar caramelos de menta a los participantes–, los jefes de la Alianza consensuaron que el diputado se encargará de las cuestiones vinculadas al conocimiento, como educación, ciencia e investigación. Un grupo de dirigentes del Frepaso especializado en temas educativos ya está trabajando en el tema. Las diputadas Irma Parentella, Adriana Puiggrós y Mary Sánchez, junto al senador Pedro Del Piero, recibieron instrucciones de realizar un cuadro de situación y comenzar a buscarsoluciones para los principales problemas. De este puñado de dirigentes saldrá, en caso de que la Alianza triunfe en octubre, no sólo el responsable de la política educativa a nivel nacional, sino también los que se encargarán del tema en la gobernación bonaerense y en la Capital Federal.
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