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Por Adrián H. Mouján Eduardo Duhalde y Antonio Cafiero se reunieron ayer para buscar una forma de acordar una forma de acelerar el lento escrutinio de la interna bonaerense celebrada el domingo pasado. Dos horas después de que finalizara el encuentro, la Junta Electoral entregó cifras parciales sobre el resultado que esta vez mostraban un crecimiento de los votos de Cafiero, que superaba el 22 por ciento, poniéndose a tres puntos de alcanzar la minoría. Sorpresivamente, los votos de la lista de Carlos Ruckauf disminuyeron del 80 por ciento anunciado por el propio vicepresidente el domingo hasta un 71 por ciento. La pasmosa lentitud del recuento y la conversación entre el senador y el gobernador bonaerense hicieron recrudecer las versiones (desmentidas por el cafierismo) acerca de la posibilidad de que el duhaldismo les dé una manito a sus adversarios y les reconozca que llegaron al 25 por ciento necesario para tener minoría y acceder a la cuarta parte de las candidaturas a cargos legislativos en disputa. Después de cruzar algunos llamados, Cafiero partió acompañado por su hijo Mario hacia el Hotel Alvear, donde lo esperaba Duhalde. En la charla, que duró algo más de una hora, el senador le planteó al candidato a presidente del PJ que los votos en blanco no fueron incluidos en los porcentajes a la hora del escrutinio. Este método, el de contabilizar como ciento por ciento los votos emitido en favor de alguna lista, permite achicar las diferencias entre las listas, lo que le facilitaría a Cafiero llegar a la minoría. Un rato antes, un miembro de la junta electoral contestó a la requisitoria de Página/12 que ya está escrutado el 55 por ciento, pero no puedo largar los datos hasta que no me autoricen. Están negociando y no puedo hacer nada. Según el fiscal duhaldista, la lista Duhalde Presidente rondaba el 75% y la de Cafiero llegaba al 21. Recién tenemos escrutado un poco más del 50 por ciento y los números no le dan a Antonio, nos falta pasar las planillas de La Plata, donde les dimos una paliza, y con esos números es posible que baje el porcentaje de ellos. En el edificio donde funciona la Junta, ubicado en Ayacucho al 500, los fiscales de la lista cafierista informaron de los datos a Mario Cafiero, quien hasta las 17 aseguraba que su padre obtenía el 28 % de los votos escrutados. Ante este panorama, Cafiero acordó el encuentro con Duhalde y allí le solicitó que no se cuenten los votos en blanco y que se acelerase el escrutinio provisorio, que ya cumplió dos días. El encuentro también le sirvió al cafierismo para negar que haya una concesión de la minoría. No vamos a permitir que se haga aparecer esto como un arreglo o acuerdo político. Vamos a pedir que se reconozca la minoría, y en todo caso vamos a contar voto a voto, dijo un operador del candidato derrotado. El senador, tal como se lo anunció a Página/12 la semana pasada, le ratificó a Duhalde que trabajará por el triunfo del justicialismo. Ambos sectores también descartaron que haya habido una oferta para que el legislador encabece la lista de diputados que el PJ bonaerense presentara el 24 de octubre. Desde ambos lados se trasmitió que el clima de la reunión Duhalde-Cafiero fue cordial porque la idea es que mañana, cuando se inicie el recuento final en el Regimiento de 601 de City Bell, no haya escándalos entre las partes. Un resultado inmediato del encuentro fue el hecho de que la junta volvió a entregar datos sobre un total del 55 por ciento de las mesas escrutados. De acuerdo a estos guarismos, Ruckauf conseguía el 71,15 por ciento y Cafiero el 22,25. Cifras que lo colocan a Cafiero al borde de la minoría cuando aún resta escrutar el 45 por ciento de las urnas. Pero antes de que se reunieran Cafiero y Duhalde, en la junta, los fiscales prefirieron no opinar de la minoría, argumentando que recién escrutamos el 50 por ciento, falta mucho. Cuando tengamos un setenta y pico vamos a tener una tendencia irreversible. Igual está difícil porqueen el interior de la provincia a Antonio no le fue muy bien. Pero extrañamente la junta ya tenía escrutados los votos para intendente y entregaban una nómina con todos los candidatos a jefe comunales. Estos comicios fueron mucho más reñidos que la disputa por la postulación a gobernador, debido al importante corte de boletas que hubo. Nadie puede explicar por qué tarda tanto el escrutinio que se realiza simplemente sumando las planillas completadas por las autoridades de mesa y sin volver a contar los votos. Es más inexplicable si se recuerda que en algunos distritos hubo datos definitivos el propio lunes, aun recontando los sufragios. Así sucedió en Quilmes, donde el orteguista Tránsito Saucedo derrotó a Federico Scarabino, que también acompañaba a Cafiero en su fórmula. La elección era pareja, se recontó todo y se tuvieron datos definitivos en la madrugada del lunes.
SERVINI INVESTIGA LA INTERNA PORTEÑA
¿Qué documentación reclama esta mujer? Si las planillas de cada mesa se las
llevaron los veedores que ella designó, fue la furiosa respuesta de un dirigente de
la lista menemista que encabezó el ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, al
reclamo que el lunes realizó la jueza federal con competencia en lo electoral, María
Romilda Servini de Cubría. Ante un inminente fallo sobre la controvertida interna del
justicialismo porteño, el secretario general de la presidencia Alberto Kohan se reunirá
hoy con integrantes de la lista de ODonnell para evitar una escalada sin fin en la
judicialización del enfrentamiento.
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