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Por Esteban Pintos Por egoísmo, pensé que si alguien tenía que abrir para Dylan, ese tenía que ser yo, comenta como al pasar Andrés Calamaro. La frase abre el programa dedicado a su figura que se ubica dentro del ciclo de especiales que MTV Noticias bautizó Bla bla bla, que ya tuvo como protagonistas ilustres, entre otros, a Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Madonna, U2 y Manu Chao. El envío de media hora, con entrevistas a cargo de Javier Andrade, resume el momento de gracia que vivió Calamaro hace un mes, cuando acompañó como acto de apertura la gira española de Bob Dylan, a la vez que en la Argentina se lanzaba con los fastos propios de una estrella su CD doble Honestidad brutal (que ya es doble platino, por la venta de 120.000 copias y amenaza con superar esa cifra en un par de días). De todo eso y de otros hechos y personajes que hacen a su historia personal, habló quien debe ser, casi seguramente, uno de los músicos más locuaces y extravertidos del panorama del rock argentino. El programa se estrena hoy a las 20.30 y será repetido el viernes próximo a las 14.30 y el sábado a las 19. La entrevista madre del programa fue realizada en Madrid, horas después de que el tándem Calamaro-Dylan tocara en el Palacio Municipal de los Deportes de la capital. Allí Calamaro se muestra como siempre: florido en su lenguaje y en las definiciones que saca de la galera (soy músico de rock por insistencia, Te quiero es la peor canción para un single, los discos no se venden, se compran), memorioso hasta el mínimo detalle para recordar momentos de su vida, a veces al borde del exabrupto (esperamos a desarmar Los Rodríguez hasta que tuviéramos éxito. Les dejé una buena jubilación a los muchachos) y especialmente puntilloso en relatar su encuentro en camarines con Dylan. Lo de la mentira maravillosa (Dylan diciéndole siempre te quise conocer) lo ha mencionado en todas las entrevistas con medios gráficos y televisivos argentinos que se lo preguntaron, y aun así, en sus palabras registradas por una cámara y un micrófono, se potencia su encanto de contador de historias. Antes y después, hay imágenes de ambos shows un poco de Dylan, un poco bastante de Calamaro y un pequeño segmento, interesante, en donde el público español opina sobre Calamaro e incluso uno se permite la ironía de mencionar a Enrique Bunbury (ex cantante del grupo Héroes del Silencio, personaje popular en la llamada madre patria), como el único músico que estaría envidiando el privilegio que tiene el argentino. Lo demás, puros elogios. Lo más importante del programa, que respeta el formato del documental periodístico a la MTV (marca registrada en televisión, antes que El rayo y todos los subproductos consecuentes), es que es entretenido y didáctico. El detalle, que a ojos argentinos puede resultar redundante se habla de Miguel Abuelo, Federico Moura y Luca Prodan, y aparecen imágenes de éstos sobre el escenario, resulta una información indispensable para el público no-argentino de la cadena de videos, es decir el resto de su audiencia latina, desde Chile hasta Miami. El contrapunto palabrasimágenes surte efecto en cada uno de los bloques, arrancando de Los Abuelos de la Nada, pasando por Los Rodríguez y Alta suciedad, e incluso también por la causa judicial que se le abrió por supuesta apología de la marihuana aquella frase del porrito en La Plata, terminando en el presente. Párrafo aparte merece la pelea, en buena parte mediática, que enfrenta a Calamaro con Charly García (batazos a compacts, declaraciones ponzoñosas de ambos lados, amenazas veladas y explícitas), que en este Bla bla bla brilla con un contrapunto de palabras de ambos (ex amigos) rockers. Está aquella increíble aparición de García en el programa de América Televisión abierta (rematado con un infaltable say no more de parte del más veterano de los dos) y también la respuesta de Calamaro, no menos potente: Charly García está desplazado hace mucho tiempo. Es el antiguo rock argentino, que no existe más.
UNA EMPRESA ESPAÑOLA COMPRARA MYT Luego del
mal paso de Ibope, que no pasó la auditoría de control de calidad de las empresas del
medio televisivo, el escenario de las medidoras de audiencia parece haber cambiado
sustancialmente. La empresa española Sigma anunció que tiene un acuerdo para comprar
Mercados y Tendencias, que hasta el momento del traspié de Ibope era la gran perdedora en
la puja por la supremacía del mercado del rating. La consultora Sigma ya desarrolla
investigaciones de marketing y opinión pública en otros países de Latinoamérica. Su
presidente, Carlos Malo de Molina, expresó que la empresa estaría dispuesta a
presentarse nuevamente a una auditoría. En 1997, esta prueba no había sido superada por
Mercados y Tendencias, por una objeción en su composición accionaria.
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