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MISTERIOSO ASESINATO, SIN ROBO, DEL PERIODISTA RICARDO GANGEME EN CHUBUT
Final con un solo balazo en la sien

Sin hipótesis sobre el crimen contra el ex director de “Crónica” y antiguo socio de Carlos Spadone, el juez investiga la conexión del asesinato de Gangeme con las amenazas que dijo haber recibido de Héctor Fernándes, un empresario con fluidas relaciones oficiales.

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Gangeme anteanoche, mientras cenaba en Rawson. Cuando llegó a Trelew, lo asesinaron.
A la derecha, las tapas sobre Fernándes publicadas por “El Informador Chubutense”.

Por Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) El editor Ricardo Gangeme, propietario de El Informador Chubutense, fue asesinado ayer a la madrugada de un disparo calibre 38 en la sien izquierda cuando se encontraba en su auto a punto de ingresar a su casa de la zona céntrica de Trelew. Fue hallado con vida y murió en una ambulancia camino al hospital. “Fue un crimen por encargo”, afirmó el ministro de Gobierno y Justicia provincial, José Luis Lizurume.
Una semana antes, Gangeme denunció que había sido amenazado en público por el empresario Héctor Fernandes, un amigo de Carlos Spadone, el asesor presidencial y copropietario de las bodegas Menem. Gangeme había sido socio de Spadone.
El editor dijo a la policía que Fernándes le había cruzado el auto en pleno centro. “Vas a pagar con tu vida por lo que estás escribiendo”, denunció Gangeme que le dijo Fernándes el sábado pasado frente a varios testigos, entre ellos quien lo acompañaba en ese momento, su íntimo amigo Jorge Barretto. Discutieron violentamente y el empresario –que estaba acompañado por su familia– lo invitó a seguir peleando en el fondo de la confitería frente a la cual estaban parados y que es de su propiedad. Gangeme no aceptó y fue entonces que Fernándes lo habría amenazado. Gangeme formuló posteriormente la denuncia en la comisaría primera e intervino el juez Ricardo Basilico. La policía le ofreció custodia pero no la aceptó. Según Barretto hay varios testigos más del hecho.
Desde su semanario Gangeme había ventilado la complicada situación procesal de Fernándes. Sin embargo, el secretario de redacción del semanario, Bernardo Feldman, aseguró a Página/12 que “el tiro pudo venir de cualquiera de los muchos que hemos escrachado”.
El asesinato ocurrió a una cuadra y media de la comisaría primera, en Mitre y San Martín, y fue un oficial de policía el que primero acudió a socorrerlo. La zona está muy iluminada y hay presencia policial constante custodiando algunos edificios públicos. La policía descartó como móvil el robo porque el periodista tenía una billetera con 1500 pesos y varios cheques por una suma no especificada que no le fueron quitados.
El abogado de Gangeme, Luis López Salaberry, aseguró a Página/12 que un policía vio a un hombre huyendo por una calle ascendente y luego por Roca. Sin embargo, las dos personas que fueron demoradas porque habían sido identificadas como presuntos partícipes del delito recuperaron su libertad al no ser reconocidas en rueda de presos.
“No tengo nada que ver con esto. Discutí con Gangeme el sábado en la vía pública pero no lo amenacé ni nada por el estilo”, se defendió Fernándes.
El juez Florencio Minatta allanó la casa de Fernándes y después, en las oficinas del semanario, recibió un disquete con toda la información que se publicaría en el próximo número. Entre hoy y mañana Feldman asegura que la revista estará en la calle, como una suerte de homenaje póstumo a su jefe. En sus 45 números ese medio se caracterizó por publicar los facsímiles de escritos judiciales de causas en trámite tal cual salen de los Tribunales. “Procesaron a Fernándes”, fue el título a cuatro columnas de la última portada del semanario, aparecido pocas horas antes de las amenazas, donde narraba un caso de lesiones y amenazas protagonizado por ese empresario en el marco de una reunión de consorcio. El agredido por Fernándes, Edgardo Nervi, gerente de una importante concesionaria de autos, le explicó a la policía que la única razón que encontraba a la amenaza de “vas a ser boleta” y a la golpiza que le propinó el empresario fueron las pruebas reunidas contra él por una supuesta evasión fiscal que perjudicaba al municipio local. Salaberry explicó a este diario que la Cámara de Apelaciones revocó recientemente el sobreseimiento de Fernández que había dictado el juez Minotta en esta causa. El número anterior del semanario tituló en su primera plana: “Fernándes vendió ocho millones a la cooperativa y cobró sobreprecio hasta el 2.458 por ciento”.
En coincidencia con el sucesor de Gangeme al frente de la revista, el diputado justicialista Mario Das Neves, oriundo de Trelew, opinó que “basta con mirar los 45 números que salieron para ver de dónde puede venir”. Antes, en el diario Jornada, de Spadone, Gangeme se había hecho odiar escribiendo su columna “Fantasmita” con intimidades de los vecinos famosos.
La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa –FATPREN– convocó a una movilización en repudio del asesinato, en el centro de Trelew. Los periodistas de “El Informador Chubutense” pidieron y obtuvieron custodia policial.

 


 

De director de “Cronica” al “Informador Chubutense”
Quién era y qué hacía “El Piraña”

Por L. V.

t.gif (862 bytes) “Norma también había recibido amenazas en los últimos tiempos. No sé si estaban vinculadas con la amenaza de muerte que Ricardo (Gangeme) recibió de Héctor Fernándes, pero también la estaban intimidando”, aseguró a este diario una amiga de la familia desde el departamento de Norma De Benedetti, la esposa de Ricardo Gangeme. Como la mujer, el abogado de la familia y los redactores de “El Informador Chubutense” coinciden en que el disparo que mató al periodista “pudo venir de muchos lados”.
Dueño de una controvertida historia, Gangeme se inició en el periodismo a los 14 años en la revista “Qué” y construyó una ascendente carrera en la época de oro del diario Crónica. Le decían “El Piraña”, por su fama de duro entre los redactores y su carácter vehemente. Con los años, se convirtió en un hombre clave dentro del diario y en mano derecha de Héctor Ricardo García, que en 1972 lo nombró editor de las ediciones vespertinas. De excelentes relaciones con la policía, contacto que fue clave para su desarrollo en el diario, en la última dictadura un episodio selló a fuego la lealtad entre Gangeme y el propietario de Crónica. Héctor Ricardo García había sido secuestrado por una patota y el periodista se presentó en una comisaría porteña para averiguar por la suerte de su jefe. Terminó también detenido; poco después ambos recuperaron la libertad.
Gangeme se desvinculó de Crónica en 1988 para asumir la dirección de Radio Argentina. Los periodistas que trabajaron con lo recuerdan siempre armado, con un revólver debajo del saco. “Era un hombre polémico, con costados oscuros, pero que también tuvo ciertos gestos y actitudes de amistad a toda prueba”, recordó Luis Sicilia, que trabajó bajo sus órdenes en Crónica. “A mediados del 78”, explicó, “yo trabajaba en un diario de Misiones. Enfrentábamos la resistencia del gobierno militar, que nos acusaba de subversivos; alguien mandó a un provocador para molestar al director de nuestro diario, hubo una gresca y el director terminó matando al matón. Se fugó al Brasil y los redactores quedamos en una absoluta orfandad. Se nos había acabado hasta el papel para imprimir, estábamos desesperados. Entonces sonó el teléfono: era Gangeme, para decirnos que sabía por lo que estábamos pasando y ofrecernos trabajo. El era así: sanguíneo, pero de fierro en los momentos difíciles”
Padre de tres hijos –Pablo, Karina y Estela–, Gangeme es recordado como un optimista nato con un fuerte poder de seducción con las mujeres; los memoriosos señalan entre sus ex parejas a cantantes y bailarinas y alguna periodista.
En 1992 fue convocado por Carlos Spadone para hacerse cargo de la dirección del diario Jornada, en Trelew. Estuvo allí durante seis años; sus allegados aseguran que fue despedido cuando Hector Fernándes, el empresario que lo amenazó de muerte, se asoció a la Jornada.
Dos años atrás, Gangeme fue secuestrado por una banda dirigida por una puntera de la cooperativa eléctrica de Trelew. Lo metieron dentro de un auto e iban en dirección al río donde supuestamente lo iban a matar; pero logró abrir la puerta y se tiró del vehículo en movimiento, recuerdan en Trelew. El episodio se vinculó con una serie de notas en las que se revelaron algunos aspectos de la vida personal de su secuestradora.



 

DOS OPINIONES SOBRE EL ESTILO DE GANGEME
“Eso no se hace en una ciudad chica”

Por A.M.

t.gif (862 bytes) No se sabe quién puede haber sido porque él se tiraba contra todos con un estilo amarillo y eso no se hace en una ciudad chica como ésta.” Así sintetizó ante este diario una allegada a Gangeme su visión del crimen que conmovió a Trelew. La mujer manifestó su temor de que el asesino sea del lugar y aseguró que solían vivir muy tranquilos.
Bernardo “Buby” Feldman, secretario de redacción de El Informador Chubutense, anunció que “la intención es editar un número reducido en páginas, 32 en vez de 40, y hacer una tapa con un editorial redactado por sus colaboradores. En el número que estamos sacando ahora hay más revelaciones sobre Fernándes. Todo esto es dramático”.
–¿Pero ustedes qué denunciaron?
–Nosotros estábamos denunciando corrupción en el gobierno, en la municipalidad y de algunos empresarios revelando las causas judiciales. Todo con fotocopias, nada inventado.
–En relación a Fernándes, ¿qué descubrieron?
–Y... es socio de Spadone. ¿Le digo más?
–Ese es un dato comercial.
–Pero Fernándes anda en todo tipo de arreglos con el gobierno provincial: inmobiliarios, de tierras, de pesca y de barcos pesqueros.
–¿Usted piensa que Fernándes tuvo que ver con la muerte de Gangeme?
–Es uno de los tantos escrachados por el semanario. Pero son muchos los escrachados: el gobernador, ministros, intendentes, otros empresarios de la construcción...

 

Repudios

ron2.gif (93 bytes)  Carlos Menem: Apenas salió de la reunión de Gabinete ofreció “todo el apoyo del estado nacional para esclarecer este lamentable episodio”.
ron2.gif (93 bytes)  Carlos Maestro, gobernador de Chubut: Expresó que el crimen “no tiene ninguna connotación política”. “Se trata de un hecho como tantos otros y que merecen nuestra repulsa y el compromiso de investigarlo”, agregó.
ron2.gif (93 bytes)  Hipólito Solari Yrigoyen, ex senador por Chubut: El asesinato, dijo, tuvo el fin de “silenciar a un profesional que ejercía su derecho humano y constitucional a la libertad de prensa”.
ron2.gif (93 bytes)  Mario Das Neves, diputado justicialista: “Es un atentado contra la libertad de prensa”, dijo y lo vinculó con sectores que intentaban acallar sus denuncias periodísticas.
ron2.gif (93 bytes)  Guillermo Estévez Boero, diputado socialista: “Este nuevo acto de barbarie se encuadra dentro de una realidad cuyo máximo exponente fue el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas”.
ron2.gif (93 bytes)  José Luis Lizurume, ministro de gobierno chubutense: “Se acalla la voz de un hombre de prensa”, expresó. Agregó que es “un crimen difícil de esclarecer”.
ron2.gif (93 bytes)  Gustavo Di Benedetto, intendente de Trelew: “Gangeme llevaba una línea periodística controvertida, tal vez un poco más dura de lo que estamos acostumbrados en la zona, con algún nivel de sensacionalismo y algunas columnas relacionadas con la vida privada de las personas”.
ron2.gif (93 bytes)  Asociación Periodistas: “Condena el asesinato de Ricardo Gangeme” y recuerda que el lunes pasado el periodista había hecho una denuncia por amenazas.
ron2.gif (93 bytes)  Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba): El asesinato, “inscripto como uno de los más feroces ataques a la libertad de expresión en el país, requiere una investigación a fondo”.
ron2.gif (93 bytes)  Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren): Reclamó a las autoridades chubutenses que “diluciden a la brevedad este trágico suceso que enluta a la comunidad periodística argentina”.
ron2.gif (93 bytes)  Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina: “A cinco años del asesinato de Mario Bonino y dos del asesinato de José Luis Cabezas, ambos sin esclarecer y sin condena, es absolutamente necesario que las autoridades policiales y judiciales demuestren eficacia y transparencia”.
ron2.gif (93 bytes)  Sociedad Interamericana de Prensa: “Las autoridades deben efectuar una investigación efectiva y pronta que sirva para disipar las dudas sobre el crimen y salvaguardar así el ejercicio de la libertad de prensa”.
ron2.gif (93 bytes)  Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas: Expresó que “condena severamente este nuevo acto de violencia en el que fue asesinado” Gangeme.


 

“Gangeme me presentó a Fernándes, eran amigos”

En un reportaje concedido a Página/12, el empresario Carlos Spadone cuenta su relación con Gangeme, dice que no lo despidió y que mantenían buenas relaciones. “El me introdujo al teatro”, contó.

Carlos Spadone fue socio y amigo de Ricardo Gangeme, asesinado ayer en Trelew de un balazo.
“Ricardo era un amigo excelente. Fue él quien me introdujo en el negocio del teatro”, dice.

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Por Laura Vales

t.gif (862 bytes) “No tengo ninguna idea de si fue o no un asesinato por encargo; estoy a miles de kilómetros de Trelew y no tengo más información que lo que es público”, dice Carlos Spadone, ex socio y empleador de Ricardo Gangeme; “sólo puedo decir que repudio totalmente este hecho que me duele muchísimo. Ricardo era un amigo excelente. Fue él quien me introdujo en el negocio del teatro”.
–¿Cuál era el vínculo de Gangeme con Héctor Fernándes, el empresario que lo amenazó de muerte?
–Fueron amigos, se conocían por vivir en Trelew. Justamente fue Gangeme quien me presentó a Fernándes; estaban continuamente juntos, se veían diariamente porque Ricardo (Gangeme) acostumbraba a pasar todas las noches por el bar donde paraba Fernándes. Eso fue en la época en que Gangeme era director de nuestro diario Jornada, en Trelew.
–Usted lo contrató para dirigirlo ...
–Conocí a Gangeme hace 20 años, pero cuando compramos el diario le había perdido el rastro; no lo veía hacía unos cinco años. Comencé a buscarlo para incorporarlo al proyecto; él estaba vendiendo cosméticos en la zona de Eldorado, en Misiones. Le propuse sumarse a Jornada porque necesitaba a alguien con capacidad para múltiples funciones, que pudiera hacer de gerente y periodista a la vez. Trabajó con nosotros durante seis años, y en ese período las ventas pasaron de mil a seis mil ochocientos ejemplares, un número elevado para una ciudad como Trelew.
–¿Por qué Gangeme se desvinculó de su diario?
–Porque tenía proyectos para sacar su propio medio, hacer sus cosas personalmente. Creó el semanario El Informador Chubutense, compró máquinas para imprimirlo y por eso decidió dejar nuestro diario. No hubo segundos motivos.
–Los allegados a Gangeme señalan, en cambio, que fue despedido, y que el desplazamiento está directamente vinculado con el ingreso de Fernándes al diario en calidad de socio.
–Eso no es cierto. El señor Fernándes nunca compró una acción de Jornada, porque nunca vendimos una sola de sus acciones a nadie. La Justicia puede comprobarlo. Fernándes nunca trabajó en el diario, es nada más que un amigo. Y no despedí a Gangeme: él se desvinculó para sacar su propio semanario. Nos conocimos hace 20 años y desde entonces estuvimos juntos en muchos emprendimientos. Fue Gangeme quien me introdujo en el teatro, a mediados de los ‘70, cuando montamos 6 obras en Mar del Plata con figuras de primera línea como Susana Giménez, Moria Casán, Libertad Lamarque o Tita Merello. La temporada fue un éxito y después compartimos otros negocios, como la compra del Teatro Cómico que rebautizamos Lola Membrives. Y seguimos vinculados a través de todos estos años. De hecho, uno de sus hijos, Pablo, trabajó con nosotros en Televisión Argentina y su hija Karina trabaja actualmente en La Razón cumpliendo funciones administrativas.

 


 

QUIENES SON Y CUANTO COBRAN LOS ASESINOS A SUELDO
Killers para todos los bolsillos

Por R.K.

t.gif (862 bytes) En el submundo del delito, ayer hubo asombro. Lo que podría ser la actuación de un killer, un asesino por encargo, en el sur del país es una absoluta novedad. “Hasta ahora, los killers siempre actuaron en el Norte y en algunas oportunidades en el Gran Buenos Aires”, le dijo a Página/12 un ex comisario de la Policía Federal, que durante varios años revistó en la División Homicidios.
Hoy en día se consiguen asesinos por encargo que cobran apenas 300 pesos por un crimen. Es gente desesperada, que por muy poco dinero está dispuesta a lo que sea. También están los killers contratados en Paraguay, Brasil o Bolivia, aunque ésos suelen cobrar 700 pesos, y normalmente actúan en las provincias fronterizas. Por último, en el hampa se dice que hay asesinos de alto nivel, que cobran miles de dólares: llegan por lo general desde Estados Unidos, actúan solos y no dejan rastros. El caso prototípico fue el asesinato de Poli Armentano, el rey de la noche.
Los killers no han aparecido en el Sur básicamente porque no hay un tráfico de drogas y de armas intenso, debido a la baja densidad de población. “El fenómeno de los asesinos por encargo siempre está asociado con el tráfico –insistió el ex hombre de la Federal–, por lo que el centro de actuación está en las provincias fronterizas. Esa gente, por 300 pesos, liquida a alguien que se quedó con un vuelto o incluso mata por una cuestión pasional del que los contrata, pero siempre estamos hablando de un submundo de los barrios más pobres”.
Respecto de los asesinos por encargo de los países limítrofes, lo que suelen hacer es cruzar la frontera, matar y volverse de inmediato. Hubo casos de ese estilo especialmente en Corrientes y en las provincias limítrofes con Paraguay, aunque los killers suelen ser brasileños. Se trata de delincuentes comunes, que actúan de a dos o de a tres y cobran –según dice la policía– unos 700 pesos.
Aunque asombre, es muy raro que asesinos de ese estilo actúen en la Capital Federal o el Gran Buenos Aires, territorios en los que hay mayor control policial. En esa clase de homicidios prácticamente no existe arreglo y es casi imposible conseguir complicidad policial. Por esa razón, en esos casos actúa gente aún más marginal, ex convictos, fuertemente adictos, que necesitan el dinero desesperadamente y están dispuestos a jugarse el todo por el todo.
El asesino profesional de más nivel o viene del extranjero o actuó durante el Proceso en alguna de las patotas. Según sostienen en la División Homicidios, lo típico es que utilicen una pistola calibre 22, un arma que no requiere de registro, y cuyo proyectil ingresa en el cuerpo y hace un desastre. Eso sí, el asesino debe saber adonde apuntar. En el caso Poli Armentano, por ejemplo, un disparo de 22 fue suficiente para terminar con su vida. El killer actuó solo y se esfumó. Hasta hoy, no hay indicios de quién fue ni quién pagó el crimen.

 

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