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FUERTE APOYO DE CARLOS MENEM A LA GESTION DEL MINISTRO DE ECONOMIA
Para ahuyentar el fantasma de Sourrouille

La reunión de gabinete fue el escenario elegido para fortalecer al golpeado Roque Fernández. Carlos Menem escapa del espejo de Alfonsín.

Un retrato de Juan Domingo Perón y un cuadro con una Evita glamorosa miran a Roque y a Menem.
“Tiene mi más absoluto respaldo”, dijo el Presidente del ministro de Economía ante el resto del gabinete.

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Por Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) “Quiero manifestarles mi absoluto respaldo al ministro de Economía y a todo su equipo, a quienes agradezco el esfuerzo que vienen realizando”, dijo ayer Carlos Menem en la apertura de la reunión de gabinete en Olivos. Roque Fernández sonrió. El espaldarazo del jefe de Estado a su gestión fue para el titular de Hacienda su primer alegría en una semana crítica, durante la cual debió absorber una a una las embestidas de docentes, estudiantes, legisladores y hasta de sus propios pares del gabinete. Menem recuerda que también en una situación de gran presión, Raúl Alfonsín se desprendió de su ministro de Economía Juan Vital Sourrouille, lo que finalmente profundizó la crisis que hace justo diez años castigó al gobierno radical. Menem quiere ahuyentar ese fantasma y ni se le cruza repetir esa experiencia, y le dio a Roque una reparadora palmada en el hombro.
Para el primer mandatario, el encuentro matinal con sus ministros debía servir para terminar con el clima enrarecido que impregnó al Gobierno durante los últimos días, en medio del conflicto con el sector de la educación. “Quiero que trabajemos juntos hasta el último día”, pidió Menem a sus ministros. La exhortación tenía un claro destino. Poner punto final a las presiones que el ala política del Gobierno ejerció sobre Economía para dejar sin efecto el ajuste presupuestario. A 210 días del final de su segundo mandato, el riojano se ve en la obligación de impedir que la figura de Roque siga debilitándose, consciente de que un golpe de nocaut contra su ministro de Economía podría dejarlo a él mismo contra las cuerdas.
El mandato de Menem surtió efecto. Los miembros del gabinete cerraron filas en torno de Roque y se comprometieron a dejar de agitar las aguas (ver aparte, declaraciones de Corach). De hecho, uno de los ministros que en las últimas horas presionó para que Economía gestionara ante el Fondo Monetario una brecha fiscal más importante a la pactada, después del encuentro con Menem cambió radicalmente de posición: “Nos vamos a ajustar a lo que dicte Fernández. De Hacienda no saldrá ni un peso más que el presupuestado”, confió el funcionario a Página/12.
Durante la reunión en Olivos, el fracasado recorte en Educación y la actitud tomada por el Parlamento en el conflicto estudiantil fueron el eje de las exposiciones. “(Oscar) Shuberoff llamó a los chicos a la calle, pero los estudiantes no tienen la culpa. En vez de hacer este tipo de cosas, el rector debería hacer público su presupuesto”, enfatizó Menem. Pero más allá de las chicanas del Presidente, la máxima preocupación que tiene el Gobierno es cómo hará frente a los 355,4 millones de pesos que el Congreso recortó del ajuste: 275,4 millones correspondientes al área educativa y otros 80 millones a pagos retroactivos a jubilados y pensionados. “La devolución de los fondos a Educación están garantizados”, explicó Roque. Economía emitirá un bono por 150 millones de dólares. Los otros 125,4 millones serán absorbidos de otras áreas, aún no determinadas. En cambio, en el Gobierno evalúan incumplir con el pago de 80 millones a los jubilados.
Pese a la paz firmada en el gabinete, a Roque lo aguardan más días agitados. Deberá convencer a los senadores oficialistas de que rechacen la media sanción de Diputados para que se deje sin efecto el recorte de 360 millones de pesos a las provincias. Las gestiones ya empezaron. Ayer, no bien llegó a su despacho, el ministro se comunicó con el titular de la comisión de Presupuesto del Senado, el justicialista Carlos Verna. “Vamos a analizar todo lo que haga falta”, le prometió el senador pampeano. Por otra parte, el ministro se reunirá en los próximos días con los gobernadores del PJ.
“Las dudas de los inversores internacionales, cuando existen estos sobresaltos, hacen subir las tasas de interés. Y eso fue lo que ocurrióesta semana. Este efecto nos trae problemas ya que en la medida que se eleven las tasas, irá licuándose el recorte”, advirtió Roque.
Cuando Humberto Roggero, presidente del bloque del PJ en Diputados, intentó explicar la causa por la cual la ley que anuló el recorte a Educación fue en base a un dictamen del Senado en lugar del que habían diseñado en su despacho, Menem lo tranquilizó. “Te felicito igual. Peleaste hasta último momento para que tu proyecto, que nos hubiese significado un gasto menor, se convirtiera en ley”, le dijo. Tal vez para evitarse un reto, ningún senador oficialista se acercó ayer a Olivos. “Los felicito. Hacía rato que no tenía una reunión de gabinete tan tranquila”, comentó un Menem satisfecho antes de despedir a sus ministros.

 


 

FACULTADES EXTRAORDINARIAS A
JEFATURA DE GABINETE PARA ADMINISTRAR EL RECORTE
Sorpresa y media para los diputados

Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) Mientras el Congreso no embista contra los artículos 6 y 7 del decreto de necesidad y urgencia que dispone el recorte, sus modificaciones a esta norma pueden quedar escritas en el agua. Esos ítems otorgan amplísimas facultades al Jefe de Gabinete para disponer nuevos y profundos cambios sobre el ajuste. Ajenos a este riesgo, los diputados oficialistas ayer se jactaban de haber defendido el Fonavi y los Fondos Específicos, botín de las provincias, como “no supo hacerlo” el Senado.
El decreto 455 generó un conflicto político e institucional aún difícil de mensurar. El Poder Ejecutivo avanzó sobre las facultades propias del Parlamento, decretando sobre materia presupuestaria e impositiva, áreas que la Constitución reserva al Congreso. Pero dio un paso más, facultando expresamente a Jorge Rodríguez a “dictar las decisiones pertinentes”... “y las modificaciones presupuestarias” para compensar los efectos del ajuste “sin las limitaciones del artículo 37 de la ley de Administración Financiera”.
Entre otras restricciones, esta ley le impide al Jefe de Gabinete transferir partidas de una área a la otra (por ejemplo de Educación a Desarrollo Social o de Economía a Defensa) así como aumentar el déficit. Según interpretó ante Página/12 un ex funcionario de este gobierno, experto en temas presupuestarios, gracias a los artículos 6 y 7 del decreto de necesidad y urgencia, Rodríguez no tendrá ese impedimento. De este modo, la única forma de desandar el camino que está transitando el Parlamento sería más político que legal.
Pero al conflicto interpoderes, se sumó una diferencia de criterio entre el oficialismo de Diputados y Senado.
Cuando optaron por rechazar selectivamente el decreto de ajuste, los legisladores no incluyeron entre sus prioridades revisar las potestades del Ejecutivo, sino preservar de la guadaña a algunas áreas. Senado votó contra el recorte a Educación y contra el no pago de retroactividades jubilatorias. Diputados transformó en ley esa iniciativa. Además, en otro proyecto, agregó el rechazo a los artículos que pretendían retener el 12 por ciento de los fondos específicos y suspender la garantía de que el Fonavi tendrá una recaudación mínima de 900 millones este año.
Con este añadido, se prolongó el suspenso sobre cuál será el dictamen definitivo del Parlamento, que ahora amenaza bajar a la mitad el ajuste de 1000 millones que pretendió hacer el Ejecutivo. Ese proyecto necesita la aprobación del Senado para transformarse en ley. “Le devolvimos una brasa caliente”, comentaba ayer un asesor del justicialista Humberto Roggero.
A través de sus ministros de Economía, más que por sí mismos, los gobernadores hicieron saber al Congreso el malhumor que les causaban los artículos referidos al Fonavi y fondos específicos. Pero también que el Ejecutivo la hubiera dispuesto sin negociarla ampliamente con las provincias. En rigor, las administraciones del interior están dispuestas a ceder algo. Pero no todo lo que pretende el decreto ni, menos, admitir la prepotencia del poder central.
El diputado justicialista Esteban Dómina presentó el 11 de mayo un proyecto de ley para voltear los artículos que tocan Fondos Específicos y Fonavi. Pero, según fuentes de su bancada, esa iniciativa sólo entró a tallar en el recinto cuando algunos legisladores, como la santacruceña Cristina Kirschner y el jujeño Carlos Snopeck, comenzaron a presionar para defender el dinero del interior.
Hasta entonces, los diputados tenían la idea de garantizar de algún modo a las provincias que le sería restituido, y rápidamente, el dinero que Nación pensaba retenerle. Pero el propósito era hacerlo en otro debate, luego de analizar pormenorizadamente todos los anexos del decreto. Tan extraño como este viraje de estrategia resulta que Economía se haya sorprendido con los pasos que el Senado dio el miércoles. El titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el justicialista Carlos Verna, debatiólargamente con el subsecretario de Presupuesto, Carlos Lesniewer, pocas horas antes de la decisiva sesión.

 

Corach apoya a Economía

El ministro del Interior, Carlos Corach, descartó ayer la renuncia de su colega de Economía, Roque Fernández, a quien calificó de “capaz” y, sobre todo, “leal”. “Merece todo nuestro respeto y apoyo”, dijo, a quien el ajuste ni siquiera le rozó los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que reparte entre los amigos de la Rosada ni los cuantiosos fondos reservados de que dispone.
Frente a las críticas que viene recibiendo el titular del Palacio de Hacienda, Corach sostuvo que “el ministro es un hombre que trabaja para conseguir lo mejor que pueda para el conjunto de la sociedad argentina y merece todo nuestro respeto y apoyo. En cuanto a la modificación presupuestaria que realizó el Congreso, bochando las partidas escogidas por Economía para el ajuste, el ministro del Interior fue cauto. Se limitó a decir que los legisladores “actúan dentro del ámbito de sus facultades constitucionales, como actúa el Poder Ejecutivo Nacional”, y agregó que “del libre juego de las instituciones surgirá el rumbo a seguir”.
Al referirse al rol de Fernández en la disputa por los fondos educativos, Corach afirmó que “los malos de la película siempre son los ministros del Interior y de Economía”. Y luego volvió a enviar un mensaje conciliador tanto a los legisladores como al jefe de Economía: “Cuántas veces en el Gabinete uno se da cuenta de que no es el camino mejor el que se propone porque oye otras opiniones. Entonces, no se trata de renunciar o no, hay que hacer frente a las responsabilidades y el ministro lo hace con coraje y éxito”, concluyó.


 

Roque no dio por perdida la batalla por el recorte

El ministro de Economía sigue condicionando la devolución de fondos reclamada por el Congreso. Recibió respaldo del gabinete para endurecer la línea con las provincias y el sistema previsional.

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Obstáculos contra el  consenso parlamentario para limitar el recorte.
El senador Leopoldo Moreau fue la pata opositora del acuerdo.

Por Raúl Dellatorre

t.gif (862 bytes) Sentado sobre la caja, Roque Fernández está dispuesto a resistir el embate del Congreso, y de parte del ala política del Gobierno. Con respaldo de la Jefatura de Gabinete, volvió a condicionar la puesta en disponibilidad –al menos, en parte– de los fondos que el Parlamento rescató del recorte presupuestario en favor de la educación, del pago de deudas previsionales y de asignaciones a las provincias (en este último caso, aún con media sanción). “Si no tenemos recursos, la Ley de Administración Financiera pone límites muy precisos de cómo gastar: no vamos a violar la ley ni hacer magia”, dijo el ministro en una entrevista periodística. La restitución de fondos a Educación y a Previsión Social también es ley, pero un funcionario cercano a Jorge Rodríguez marcó las diferencias entre una y otra norma. “No sería la primera ley que no se cumple”, dijo con respecto de lo votado por ambas cámaras el miércoles.
Mejor parado que 24 horas antes, ayer el ministro recibió en su despacho al referente económico de la oposición, José Luis Machinea, ante quien reiteró la prioridad de cerrar su período de gestión “con las cuentas en orden” (ver aparte). Antes, había recibido una señal favorable del presidente de la Nación, quien reclamó al gabinete nacional estrechar filas detrás del ministro.
Hasta ayer, los únicos apoyos que podía sentir detrás suyo eran los del FMI –opuesto a aumentar la deuda y el déficit fiscal–, y de “los mercados”, esa entelequia que, se supone, ve con muy malos ojos cualquier desequilibrio en las cuentas públicas. Dichos mercados, “crueles, sin alma”, tal cual los definió el propio Roque, son en esta coyuntura los mejores aliados del jefe de Economía. Serán ellos, calculan en el Palacio de Hacienda, los encargados de castigar cualquier desatino de “los políticos”.
Tras la tormenta parlamentaria, el Ejecutivo le devolvió a Roque la misión de entenderse con un presupuesto que requiere un recorte de 1400 millones de pesos, y al que sólo se le encontró, por ahora, solución para 150 millones. La dispensa del Fondo para ampliar el déficit –o el endeudamiento– sólo llega hasta ahí, y es la propia conducción económica la que advierte que no va a pedir que se le autorice un peso más de desequilibrio.
Desde la Jefatura de Gabinete, aseguran que la partida de 150 millones se destinará plenamente a Educación. Los restantes 125 millones de restitución saldrán de recortes a otras áreas, afirman. En cambio, consideran improbable que pueda cumplirse con el propósito votado en el Congreso de pagar en efectivo deudas con los jubilados por 80 millones de pesos. Esta es la parte de la ley aprobada el miércoles que se convertiría en letra muerta, en una más de las leyes que “no se cumplen”.
Una decisión en tal sentido valdría más como respaldo a Roque que las palabras de agradecimiento a su gestión y las palmadas en la espalda. También le permitiría al jefe del Palacio de Hacienda fortalecerse ante las nuevas demandas, que seguramente llegarán, para limitar recortes en otras áreas. Con nuevo oxígeno, Roque podrá enfrentar la semana próxima a los senadores para reclamarles que no conviertan en ley el proyecto votado en Diputados, que le ordena devolver 360 millones de pesos de fondos específicos a las provincias. Y esgrimir similares argumentos ante los gobernadores que se verán afectados por el recorte.
Roque Fernández quedó esta semana ubicado como “último hombre” en la defensa de un gobierno en retirada. Desde el banco, Menem ordenó al resto de sus jugadores –los demás miembros del gabinete– que acudan en su ayuda y no se dejen tentar con pasarle facturas históricas y por hacerlo aparecer como responsable de la derrota. Como todo apasionado por el fútbol, el Presidente sabe que no hay cosa más difícil de revertir que un gol en la propia valla casi sobre la hora.

 


 

REUNION SECRETA DE JOSE LUIS MACHINEA CON EL MINISTRO
La Alianza no quiere sorpresas

Por David Cufré

t.gif (862 bytes) La reunión estaba prevista desde hace una semana, pero casualmente coincidió con un momento crítico del ministro. El referente económico de la Alianza, José Luis Machinea, ingresó ayer en silencio al Palacio de Hacienda y subió hasta el quinto piso, adonde se encuentra, en un espacio vedado al acceso de los periodistas, el despacho de Roque Fernández.
Junto al ministro estuvieron, en una reunión de algo más de una hora, su número dos, Pablo Guidotti, y su jefe de asesores, Miguel Kiguel. El economista radical fue sin acompañantes. Roque y quien podría sucederlo en el cargo analizaron la cuestión fiscal, lo que para ambos es una preocupación. El futuro político de uno y otro depende de que la economía se mantenga en carriles manejables.
Machinea demandó información sobre la evolución de las cuentas públicas, el nivel de la deuda y las proyecciones oficiales sobre la recaudación. Al economista le inquieta que en los últimos meses del mandato menemista se tomen decisiones que podrían afectar su eventual gestión. Lo mismo ocurre con Jorge Remes Lenicov, candidato a ministro de Economía de Eduardo Duhalde, quien hace dos lunes estuvo con Roque tratando los mismos temas.
Fernández, por su parte, tanteó cuál será la instrucción de De la Rúa a los legisladores de la Alianza cuando discutan proyectos económicos. El ministro no obtuvo un respaldo explícito de que la Alianza no le traerá problemas en el Congreso, pero Machinea le expresó que los legisladores de la coalición “actuarán con responsabilidad”. La cuestión más candente en el Congreso es el proyecto de ley, con media sanción de Diputados, que fuerza al Gobierno a restituirles a las provincias los 360 millones de pesos que les fueron recortados, dentro del ajuste global por 1000 millones. Si esa iniciativa se aprueba, Economía estará ante una nueva encrucijada política.
Sin embargo, en el Senado quienes definen la aprobación o no de un proyecto son los representantes del oficialismo, con amplia mayoría. Pero hay otros temas que preocupan a Roque, como la disminución del 21 al 10,5 por ciento del IVA a las empresas de medicina prepaga, lo que generaría un nuevo agujero negro en la fuente de recursos del Estado. “Si el Gobierno no mantiene un equilibrio entre las cuentas del debe y el haber, la cuestión social se les caerá por la cabeza a los candidatos a presidente”, había advertido Roque anteayer, en su pedido a De la Rúa y Duhalde para que colaboren con el Gobierno a mantener el frágil equilibrio fiscal.
Machinea coincide con esa idea, pero quiere asegurarse que el Gobierno no asuma compromisos que después reciba como herencia (como acuerdos con el FMI o renegociaciones de contratos), y pidió que las decisiones económicas no sean inconsultas. Roque se comprometió a hacerlo, pero reclamó que la oposición no atice el fuego de la crisis. Después de algo más de una hora, el economista radical abandonó el Palacio de Hacienda tan en silencio como llegó.

 

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