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 Carlos Menem
y Eduardo Duhalde volverán a encontrarse después de casi tres meses sin verse. El
Presidente y el candidato a sucederlo estarán el lunes en la misma mesa con la excusa de
estudiar el Plan Canje Automotor para el sector automotriz, aunque allí también
intentarán acercar posiciones sobre la manera de encarar la campaña proselitista. Si
bien los operadores de las principales figuras del PJ habían negado esa posibilidad, el
propio Duhalde lo admitió horas después durante una conferencia de prensa. “Me
gustaría conversar algunos temas nacionales y políticos”, dijo.El último encuentro entre Menem y Duhalde se produjo en febrero. Desde entonces el gobernador se contactó con la Casa Rosada únicamente a través de Kohan. Fue justamente con el secretario general de la Presidencia con quien acordó la reunión de este lunes en el Salón Blanco de la Casa Rosada, en la que participarán la mayoría de los gobernadores. El Presidente y el gobernador no hablarán de la interna delante de los mandatarios provinciales de otros partidos, como Domingo Bussi o Ramón Mestre. Pero algunos voceros indicaron anoche a Página/12 que Duhalde podría pedir “un aparte” para ver la manera de mejorar su relación con el presidente. En la Casa Rosada intentaron relativizar la importancia de la cumbre. “Es posible que hablen del resultado de las elecciones de San Juan de este domingo, pero no creo que avancen mucho más”, dijeron. Menem no habló sobre el tema en público. Aunque seguramente fue parte de su conversación con Kohan, con quien compartió un partido de golf a última hora de la tarde. En el último contacto telefónico, que ambos mantuvieron el lunes, Menem pidió un lugar para participar de la campaña y se quejó por la insistencia de Duhalde a la hora de anunciar su decisión de poner fin al actual modelo económico, a pesar que él mismo ayudó a construirlo. Nadie sabe qué resultados concretos surgirán de la reunión del lunes. Por ahora, y sobre todo después de la aplastante victoria de su candidato en la provincia de Buenos Aires, el gobernador se mantiene firme en su idea de monopolizar la campaña. “No estoy dispuesto a retroceder un ápice, porque los programas tienen que presentarlos al partido los candidatos”, dijo ayer. Había sido más duro a principios de esta semana, cuando le dijo a este diario que “Menem no va a ser mi Alfonsín”, a raíz del papel protagónico que mantuvo el ex presidente radical durante un tramo de la campaña proselitista del actual candidato a presidente de la Alianza, Fernando de la Rúa. Duhalde está convencido de que su política diferenciadora de Menem le está dando réditos. El gobernador se basa en numerosos sondeos que muestran el crecimiento de su figura tanto en Capital Federal como en el interior del país. Pero dentro del gobierno aseguran que los votos del menemismo son claves y que no deberá descuidarlo. “Se puede hacer campaña con o sin Menem pero nunca contra Menem”, suelen repetir en la Casa Rosada. La frase fue un caballito de batalla de Antonio Cafiero en su reciente disputa con Carlos Ruckauf por la candidatura a gobernador bonaerense. Se trata del senador que, de ser el elegido del menemismo para disputarle a Duhalde en su propio territorio, es desde ayer un flamante candidato a diputado de la lista duhaldista.
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