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Por Pablo Ferreira El Gobierno festejó ayer la colocación de más de 4000 millones de dólares en una operación de canje de Bontes por otros títulos de la deuda pública. La movida le permitirá a Roque Fernández patear para adelante más de 1400 millones de pesos que desahogarán los vencimientos de este y el próximo año. Las AFJP, fondos comunes de inversión, aseguradoras y bancos, principales beneficiarios de la jugada de Roque Fernández, entregaron sus viejos bonos en su mayoría Bocon por papeles cuyas tasas de interés resultan superiores a las que recibían. Además, el rescate, efectuado a un precio mayor al que los títulos cotizaron en el mercado, le habría costado al Estado un adicional de cerca de 40 millones de pesos que también irán al bolsillo de los grandes inversores. El secretario de Financiamiento, Miguel Kiguel, aseguró que las ofertas habrían alcanzado los 11.000 millones de pesos, aunque en la city estimaron que el monto real rondó los 7000 millones. Estamos contentos por la respuesta, que consideramos fue muy importante, dijo ayer el funcionario, quien no esperaba que la emisión de Bonos del Tesoro (Bontes) superara los 2200 millones. El trueque tuvo según sus cálculos un efecto total de reducción de compromisos de 453 millones para este año y de 974 para el próximo. Los analistas coinciden en que el canje, al margen de derivarle los problemas financieros a futuras administraciones, de hecho mejoró el perfil de la deuda pública. La medida es positiva porque es conveniente despejar los vencimientos de corto plazo, sobre todo cuando pueden presentarse problemas como los de este año, señaló el analista en inversiones de Allaria Ledesma, Luciano Rolón. Igual evaluación realizó Rafael Olarra Giménez, economista del Banco de Galicia. El Gobierno prorrogó la deuda a los años en los que tienen menor concentración de vencimientos de títulos, dijo el especialista. Otra ventaja que destacó es la ganancia para el Gobierno por la diferencia entre el valor nominal de los viejos títulos (al cual estaban contabilizados) y aquel al que fueron rescatados. Los beneficios para los banqueros, por su parte, fueron más considerables. Una primera ventaja fue eliminar el riesgo de reinversión de títulos como los Bocon, que tenían vencimientos todos los meses y obligaban a buscarle una colocación de igual rentabilidad, según explicó Carlos Rotondo, analista de Nación AFJP. Y, además de obtener papeles de mejor calidad, cambiaron inversiones en pesos por dólares con bajo costo. A ello se le sumó la diferencia del capital que lograron ayer al recibir un mayor precio al del mercado. Al respecto, Hernán Pérez Domenech, gerente de inversiones del banco Roberts, señaló a este diario que ese sobreprecio osciló entre el 0,5 y el 1 por ciento. Con ese panorama, las AFJP y los demás inversores institucionales no dudaron en presentarse masivamente al canje. Esto quedó demostrado no sólo en el millonario monto de las ofertas sino además en las más de 1500 presentaciones efectuadas. La colocación de Bontes alcanzó los 1270 millones de dólares con vencimiento en el 2001, de los cuales 1022,5 millones se integraron a través de canjes por títulos viejos y 247,5 millones en efectivo. En tanto, los Bontes que caducan en el 2004 sumaron 2635,3 millones, 2088,8 por canje y 564,5 en efectivo. La operación generó una reducción del 35 por ciento en el stock de los bonos que podían ser canjeados, según los datos oficiales. Economía especificó que la existencia de los Bocon Previsionales en pesos (Pre1) bajó el 39 por ciento, el de los Proveedores en dólares (Pro2) un 38, y los Previsionales en dólares (Pre2) un 46 por ciento.
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