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Por Carlos Rodríguez  De manera
fortuita –en un primer momento estuvo demorado por un robo que en realidad nunca
existió–, fue detenido el tercero de los cuatro menores a los que se responsabiliza
por el asesinato del arquitecto Félix Miranda, hecho ocurrido el 23 de abril pasado que
conmocionó al barrio de Palermo. “Esto fue mérito de los vecinos”, sostuvo el
jefe de la Seccional 23ª, comisario Roberto Sidorenko, quien explicó que la detención
del menor de 16 años se produjo en Colegiales, en jurisdicción de la Comisaría 37ª,
porque manejaba una moto pequeña sin llevar consigo ningún documento que lo acreditara
como dueño del vehículo. Mientras se mantenía retenido al joven hasta resolver el
entuerto, el llamado de un vecino alertó a Sidorenko: “En la 37ª está detenido uno
de los asesinos del arquitecto”. El joven fue reconocido ayer, en rueda de personas,
por Manuel Miranda, hijo del arquitecto asesinado. Para esa hora ya se había demostrado
que la moto no era robada. “El pibe cayó porque andaba en una motito, sin tener los papeles encima. El rodado era de su hermano mayor, quien se lo había prestado”, completó el comisario de la 23ª. El chico, según la policía, era “muy conocido en la zona de Colegiales y Chacarita” porque “desde muy niño andaba en la calle, haciendo travesuras y algo más, de manera que todos tenían el identikit”. Sidorenko, como al pasar, comentó a Página/12: “Es un pobre pibe que siempre anduvo en la calle, a los tumbos, y ahora se mandó una macana muy grande. Esa es la verdad”. La detención se produjo en la noche del jueves, en la esquina de Olleros y Delgado, en el barrio de Colegiales. El menor fue sorprendido cuando estaba a punto de ingresar a la casa de un familiar, en Alvarez Thomas y Federico Lacroze. Cuando vio llegar al patrullero trató de escapar, pero lo alcanzaron a las pocas cuadras. En la 37ª comprobaron que no había cargo en su contra, en esa jurisdicción, pero ya la 23ª había pedido la intervención de la jueza de menores Silvia Sassano, quien ante la sospecha por la intervención en el crimen de Miranda, ordenó que lo remitieran a la Alcaidía de Tribunales. Ayer por la tarde, la jueza realizó el reconocimiento en rueda de personas, donde el chico fue reconocido por Manuel Miranda y por varios vecinos que vieron a los cuatro jóvenes cuando se alejaban por la calle Cabello al 3900, minutos después de la muerte del arquitecto. El menor detenido ayer ya había sido buscado en Colegiales, pocos días después del crimen, sin resultado positivo. En ese momento, Sidorenko dejó el número de su celular para que los vecinos lo llamaran “ante cualquier novedad”. “Por eso –insistió el comisario– esto fue un triunfo de los vecinos, porque sin su ayuda la policía puede hacer muy poco porque no tenemos las bola de cristal para solucionar los problemas.” En las asambleas de vecinos que se produjeron luego de la muerte de Miranda, el comisario Sidorenko había sido severamente criticado por todo el vecindario. Al tema de la seguridad en el barrio de Palermo se refirió la vecina Susana Fresedo, quien integra la comisión formada para realizar “una tarea de prevención del delito, en conjunto con la policía y las autoridades del gobierno porteño, en 22 manzanas” comprendidas por las calles Las Heras, Salguero, República de la India y Libertador. La mujer aclaró que, luego de mucho discutir, resolvieron “que nuestra tarea es unirnos, intercambiar teléfonos, armar un banco de datos y sobre esa base proponer medidas a las autoridades y garantizar que haya respuestas inmediatas”. Agregó que los vecinos comprendieron que “no es nuestra función andar armados y hacer tareas que le corresponden a la policía”. En una primera etapa, la organización se está armando consorcio por consorcio, para luego designar “un jefe de cuadra”. El elegido tendrá la función de hacer un relevamiento completo que comprende “un mapeo del barrio, con negocios, lugares de riesgo y características de la zona que sirvan para que la policía pueda optimizar las tareas de vigilancia”. Según Fresedo, lo que se busca es “terminar con ese aislamiento entre vecinos, incluso en unmismo edificio, que hay en Buenos Aires y eliminar de una vez el ‘no te metás’ para comprometernos en un trabajo conjunto y solidario”.
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