|
Por Maximiliano Montenegro El secretario de Hacienda, viceministro y mano derecha de Roque Fernández, Pablo Guidotti, fue el artífice del ajuste que rebanó sin contemplación partidas de las áreas de educación y salud. Toda la ingeniería presupuestaria de la administración nacional se realiza desde la Oficina Nacional de Presupuesto, que depende del segundo del ministro. Este año, dicha repartición será remodelada. Página/12 accedió, en exclusivo, a documentación oficial que revela sobreprecios de más del ciento por ciento en las compras de la Oficina en sillones, sillas, papeleros, mesas de computación, escritorios, un macetero, un perchero y hasta un cenicero. O sea: el funcionario de contacto más directo con Guidotti paga precios exorbitantes por el equipamiento de su lugar de trabajo. ¿Cuál será el nivel de sobrecostos que existe en el resto del Presupuesto que el Ministerio de Economía confecciona y recorta a su antojo? El segundo de Guidotti es el subsecretario de Presupuesto, Guillermo Lesniever. Es un funcionario joven, de su entera confianza, que se encargó personalmente de seleccionar los programas de todos los ministerios que serían amputados. Cultiva un bajísimo perfil y, aunque se jacta de ser un técnico, jamás responde las consultas periodísticas sobre la información pública contenida en el presupuesto para no molestar al ala política. De Lesniever depende en forma directa el director nacional de Presupuesto, encargado de la oficina homónima, Roberto Martirene. En resumen: Guidotti, Lesniever y Martirene son el trío que traba o da curso a los fondos asignados a ministerios y secretarías de toda la administración nacional. Martirene quiere remodelar en el transcurso del año su despacho. Para ello presentó un presupuesto exótico, que figura como proyecto de inversión número 1/14043 del Ministerio de Economía, bajo el título de remodelación de la Oficina Nacional de Presupuesto. El funcionario justifica la iniciativa en mejorar el funcionamiento operativo de su área. Este es el detalle del mobiliario presupuestado para el moderno box, de 17 metros cuadrados, que piensa construirse: 3 Sillas fijas marrones con apoyabrazo: 1170 pesos (valor unitario de 390 pesos). 1 Mesa para computadora: 800 pesos. 1 Mesa computadora secretaria: 580 pesos. 1 Escritorio en L para secretaria: 670 pesos. 1 Macetero: 200 pesos. 1 Silla verde claro: 338 pesos. 1 Sillón giratorio marrón con apoyabrazos: 440 pesos. 1 Perchero de pie: 217 pesos. 2 Papeleros: 50 pesos. 1 Cenicero de pie: 40 pesos. 1 Armario bajo verde: 530 pesos. Tándem de espera: 630 pesos. 1 Escritorio en J con vitrea color madera, 2 armarios chicos color madera, 1 mesa auxiliar con 2 cajones y vitrea: todo por la módica suma de 3300 pesos. Por si acaso esos valores no fueran suficientes para pagar el mobiliario requerido, en el presupuesto elaborado por el funcionario figura un renglón llamado Otros sin discriminar por un valor de 2775 pesos. A esos gastos deben agregárseles los costos para levantar el box en cuestión y otros elementos para reacondicionar otros boxes integrantes de la misma Dirección: 1 Box para nueva Dirección con mamparas de vidrio (3,40 x 5,0): 6760 pesos. Con la siguiente discriminación: tabiques vidriados (3360 pesos), puerta despacho (400 pesos), trabajos varios (3000 pesos). Prolongación mampara de vidrio para 5 boxes: 2000 pesos. Cobertura cortinas verticales giratorias (tipo Giraband) para 6 boxes: 4500 pesos. La Dirección de Arquitectura de Economía informó a este diario que las compras de mobiliario y decoración del ministerio suelen realizarse en las siguientes empresas: Buró, Erasmo, Tecno Sudamericana, Interieur, Pivot. Todas son casas de primera línea, de precios casi siempre inalcanzables para un empresario PyME o un profesional de clase media que quisiera equipar su oficina. Grandes empresas locales, multinacionales y profesionales independientes de alto poder adquisitivo nutren la selecta clientela de estos negocios. Página/12 pidió presupuesto en dichas casas con las mismas especificaciones que surgen del plan de remodelación de la oficina en cuestión. Los resultados indican que, aun en estos exclusivos comercios, en Economía podrían haber conseguido precios mucho más módicos. Y que, en cambio, están pagando entre 50 y 300 por ciento más. Algunos ejemplos: Sillas fijas con apoyabrazos: en Tecno Sudamericana pueden conseguirse desde 90 pesos. En Buró, una silla del mismo estilo, de categoría, cuesta 200 pesos en promedio. Economía pagó 390 pesos, casi un ciento por ciento más. Un buen perchero de madera en Erasmo cuesta 100 pesos, aunque los hay de plástico más baratos. Economía pagó 217 pesos, 117 por ciento más. En Buró, una mesa para computadora cuesta en promedio 500 y 700 pesos la más cara. Economía pagó 800 pesos, 15 y 60 por ciento más. Pero en Ofi Shop, el meganegocio de computación, la mejor mesa del rubro tiene un valor máximo de 400 pesos. Un sillón giratorio con apoyabrazos en Tecno se consigue desde 170 pesos. Economía pagó 440 pesos, un 160 por ciento más. Un coqueto macetero se puede comprar por 50 pesos. Economía pagó un 300 por ciento más, 200 pesos. El set de escritorio grande con vitrea, 2 armarios chicos y una mesa auxiliar se pueden comprar por 1900 pesos. Economía pagó un 74 por ciento más. El presupuesto para el box es más difícil de determinar, porque los vendedores prefieren hacerlo in situ. Igualmente, los 400 pesos el metro cuadrado que pagará Economía son el valor top de mercado, que pagan los ejecutivos máximos de las grandes empresas. Pero por la mitad de ese valor se puede levantar un box de calidad. Por si quedaran dudas de que Guidotti y los suyos no se fijan en precios, una aclaración. Este periodista pidió las cotizaciones mencionadas como si fuese un cliente particular que sólo requería una sola unidad de cada ítem. Se supone que el Ministerio de Economía compra en grandes cantidades y que, por lo tanto, tiene la posibilidad de negociar descuentos importantes. Así, los sobreprecios pagados serían todavía mayores.
Los que encarnan la racionalidad económica
Por M. M.
|